Ciudad de México.- La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, integrada por más de 300 organizaciones y personas, pidió al juez Francisco Javier Rebolledo que rectifique el fallo del amparo que emitió a favor de Monsanto para exentarla del decreto que busca eliminar el glifosato en México para 2024.

El 20 de abril, Rebolledo, juez sexto de distrito en materia administrativa, concedió una suspensión provisional a la empresa filial de Bayer para exentarla del decreto del Presidente Andrés Manuel López Obrador que ordena la eliminación progresiva del herbicida y del maíz transgénico en los próximos tres años.

El conjunto de organizaciones denunció que esta suspensión atenta contra los derechos humanos de la población mexicana a un medio ambiente sano, a la salud y a una alimentación adecuada. Además, indicó, privilegia los intereses de la corporación que comercializa el glifosato.

“ Hacemos un llamado al juez Rebolledo a demostrarle a la nación que no está al servicio de Monsanto rectificando la resolución definitiva que se podría dar en la sesión del lunes 25 de abril”, señaló la campaña en un comunicado.

La campaña detalló que, hasta el momento, han sido admitidos 10 amparos sobre el tema. A seis de ellos se les negó la suspensión provisionales, dos más recibieron una negativa a la suspensión definitiva y uno más, que promovió VERSIMEX, tampoco recibió la suspensión porque concederla afectaría el interés general dado que la sociedad está interesada en proteger la salud pública.

“ El juez Francisco Javier Rebolledo, es el único que ha otorgado la suspensión -por ahora provisional-, con base en argumentos que han sido probados como falsos”, indicó.

¿Por qué se otorgó la suspensión?

De acuerdo con el juez Rebolledo, no otorgar la suspensión generaría un perjuicio social porque existe el riesgo de afectar la producción agroalimentaria, la seguridad y la soberanía alimentaria. También argumentó que causaría mayor importación de maíz y sus derivados para satisfacer las necesidades de la población.

Las organizaciones calificaron a los argumentos como falsos porque los rendimientos de los cultivos transgénicos que son tolerantes al glifosato no son significativamente mayores que sus equivalentes no transgénicos.

La tolerancia al glifosato no aumenta el rendimiento de los cultivos, sino que los debilita, en especial ante el cambio climático, y los hace más vulnerables a las plagas, añadieron.

“ En el sector agrícola, la realidad es que el uso de estas tecnologías transgénicas y del paquete tecnológico asociado, incluyendo al glifosato, están asociados a la pérdida de soberanía y autosuficiencia alimentaria, debido a que la venta de semillas y agrotóxicos está controlada por unas cuantas empresas que son las que toman las decisiones de qué comemos y cómo se produce”, se lee en el comunicado.

También apuntaron que México es autosuficiente en maíces blancos, tanto híbridos, como nativos, y de otros colores destinados al consumo humano. Los altos volúmenes de maíz amarillo transgénico que son importados están destinados principalmente para el consumo animal y la industria almidonera, indicaron.