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Observa Claudia Berrueto el lado oscuro cara de la luna

Por Christian García

Publicado el martes, 16 de julio del 2024 a las 04:01


“Todo este libro lo escribí de noche, lo escribí durante la pandemia y lo escribí mirando a la luna”, dice Claudia Berrueto

Saltillo.- “Todo este libro lo escribí de noche, lo escribí durante la pandemia y lo escribí mirando a la luna”, dice Claudia Berrueto sobre el ejemplar blanco que lleva en sus manos. Una portada blanca que pareciera hecha del polvo que cubre la superficie del astro y que se titula Bajo el Mármol Lunar.

El nombre tiene un por qué: la búsqueda de observar la otra cara de la luna, al menos metafóricamente hablando. Escribir sobre ella sin nombrarla. De ahí que la roca nívea de los pisos, las tumbas y los edificios fuera la figura representativa. Ya que Berrueto quería “darle una textura a la luna, por eso cuando escribía esto, siempre decía ‘es que está hecha de mármol, está hecha de mármol’, para evitar mencionar a la luna porque es uno de los grandes lugares comunes de los poetas, es muy visitada, es nuestro fantasma y presencia favorito. Entonces quise darle la vuelta, un poquito, pero sin dejar fuera su raíz, por eso está lo lunar en el título”, comentó a Zócalo en entrevista.

El poemario, que se editó bajo el sello de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), se presentará hoy a las 19:00 horas en la Fiesta internacional de las Artes de Saltillo en el Centro Cultural Vito Alessio Robles, es también un libro de reencuentros.

Las tres partes que lo conforman, Mármol Creciente, Mármol Lleno y Mármol Oscuro, contienen poemas que la voz poética dedica a su madre fallecida. Pero también a otros tipos de extrañamientos como la nostalgia, la tristeza y los duelos que el amor deja: “todo el extrañamiento de la vida”, como explicó la poeta, y que se refleja en el lenguaje que permea el libro y lo acerca a lo nocturno, al aura del sueño

“Hay una palabra que escala, un sentido que se eleva de una emoción que se procesa en lo racional y entonces lo escribes. Y quizá en eso aparece ese pliegue del salto poético, porque ya no estás diciendo ‘ay, es que estoy tan triste’, sino que lo dices de otra manera. Vas escalando en lo que quieres decir, en cómo lo quieres decir… pero para eso hay que tejer, hacer una urdimbre, tensar el lenguaje, porque creo que la poesía nace de una curiosidad muy profunda, a veces hasta de un morbo por expresar algo que nunca has dicho porque no es posible, pero como en la poesía todo es posible ahí se encuentran los elementos, la forma, para decirlo”, detalló la también autora de Sesgo y Polvo Doméstico.

Vasos comunicantes

Pero si el lenguaje se tensa y se modifica y cambia, es porque también se encuentra con la tradición a la que pertenece. Berrueto apunta que durante la escritura de este libro dos autores estuvieron gravitándola como sus propias lunas: Julio Torri y Magdalena Mondragón. A partir de ahí inició, también, una búsqueda en diferentes disciplinas como la música y el cine. Esas dotaron de nuevas referencias y texturas al poemario que repasa nombres como el comediante Buster Keaton hasta las bandas de post punk Echo and the Bunnymen y la de punk The Buzzcocks, dando así una versatilidad única al libro, pues se siente como un experimento que al finalizarlo, sólo se pudo gritar “¡eureka!”.

“Durante la pandemia la noche fue mi laboratorio. Me estuve deteniendo en muchos elementos, en mirarlos de otra forma, hacer una expedición a la imagen a su ecuación y obtener este resultado. Este libro está dividido en tres secciones que tienen en común la palabra mármol, que sigue siendo el peso de la luna en la noche.

“Creo que la noche es uno de los grandes sucesos que le pasa al humano, porque esos cambios siempre son muy nuevos: el cambio de la luz y su ausencia, es algo nuevo que siempre me sorprende. Y en la pandemia estuve despierta toda la noche, vivía en ella, y eso hizo que me nutriera de los vasos comunicantes que hay en todas las artes: el cine, la música, otros libros. Estuve viendo muchas películas, muchos videos de danza, escuchando muchos discos, revisitando cosas que ya estaba muy lejos de mí, como Joaquín Sabines. Fue algo que siento que me nutrió mucho; el confinamiento fue para mí algo muy dichoso”.

Así, Mármol Lunar es un libro que fue escrito “en sí, una especie del fin del mundo, pero también en el principio de la noche, de la contemplación y mi silencio”.

HOY:

Presentación de Bajo el Mármol Lunar
De Claudia Berrueto
Presenta Gerardo Carrera
Centro Cultural Vito Alessio Robles
19:00 horas
Entrada libre

 

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