Quien ayer ofreció una rueda de prensa fue el Alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, donde detalló varias obras que están en marcha a nivel municipal y con recursos propios, y de paso aprovechó para hablar de un tema que andaba en el aire durante los últimos días… su paradero.

Don Román confirmó que se tomó unos días para bajarle al ritmo y regresar con más ganas, además reprochó a quienes con ponzoña criticaron su ausencia y politizaron el tema con otros asuntos; en su lugar, prefirió enfocarse en temas como el avance del Giro Independencia, de Casa-Cuna DIF y el Centro Cultural del Norte, sin duda emblemáticos de su Administración que terminará este mismo 2024.

Aprovechando la presencia de los medios de comunicación, lanzó un adelanto de lo más candente que viene en los próximos meses: el proceso de entrega-recepción.

Dijo que se invitará a organismos, representantes de la sociedad civil e Iniciativa Privada para que puedan constatar todo lo relacionado con ese tema, que no quede duda pues. Ya veremos lo que ocurre finalmente.

Siguen los embrollos con el tema de la Policía Municipal de Francisco I. Madero, ahora cuentan las hormigas de aquel rumbo que no es tan cierto eso de que el Alcalde de la ciudad, Jonathan Ávalos, tenga a unos 20 cadetes listos para ingresar a la nueva corporación (mejorada y renovada), otros dicen que sí están disponibles esos 20 perfiles, pero distan mucho de estar capacitados y ya ni digamos certificables para laborar como oficiales preventivos.

Sin duda será una tarea compleja que debe atender cuanto antes la Secretaría de Seguridad del Gobierno de Coahuila, a la par de que se apoye a la población en vigilancia del fuero común, esto desde la Policía Civil y al margen del llamado Mando Único.

Como siempre, el más perjudicado es el ciudadano de a pie que padece las consecuencias de las malas decisiones en Gobierno.

Otra pregunta que no se ha podido responder aún desde el Gobierno federal es ¿quién va a operar la obra de Agua Saludable? Con eso de que se estima que su accionar anual sería de más de 700 millones de pesos, es inevitable pensar en quiénes serán los valientes, considerando además que los propios organismos operadores ya están muy castigados por situaciones como el rezago en la captación, pendientes con la Comisión Federal de Electricidad, y hasta pasivos laborales en ciertos casos, lo que obviamente complica el panorama a nivel municipal.

Ahora, si se piensa que sean los estados quienes operen esa obra, hay que considerar otros factores, primero el tema técnico-legal, alcances y facultades, pero también el propio recurso que no lo tienen de sobra, especialmente en el contexto de los recortes federales que invariablemente ocurren año con año.

Sin duda, la Conagua debe de responder esa interrogante más pronto que tarde, evitando malos entendidos y confusiones operativas