Saltillo, Coah.- El Obispo Hilario González García, como parte de su labor pastoral y de evangelización, recorrió el mercado Benito Juárez, en la zona centro, para repartir bendiciones a peatones, clientes y locatarios, lo mismo que a los integrantes de grupos fara-fara y mujeres que frecuentan la Plaza Acuña.

Mientras que integrantes de la Danza Tlaxcalteca le abrían paso por los andadores peatonales y pasillos del mercado, el obispo lanzaba agua bendita a diestra y siniestra y a quienes lo solicitaban.

Su presencia sorprendió a los hombres de la tercera edad que suelen reunirse en la Plaza y a los locatarios, que aprovecharon para tomar fotos y compartirlas en las redes sociales.

Su andar lo llevó por los locales con venta de ropa y cobijas, por el área de cocina económica y por el área donde venden imágenes religiosas, como San Judas Tadeo y niños dioses, lo mismo que figuras de la Santa Muerte, para repartir bendiciones a su paso.

En la planta alta, se acondicionó un pequeño espacio, que sirvió de templete a monseñor Hilario García, quien desde ahí dirigió un breve mensaje para recordar la importancia de honrar a Dios.

“ ¿Cómo? Con nuestras palabras y con nuestras acciones, si todos los que estamos aquí nos sentimos hijos, hijas de Dios, muy amados, pues hay que bendecir a Dios con nuestro comportamiento. Entonces, vamos a invocar esta bendición, sobre todo locales de este mercado, todas las personas que trabajan aquí y los que vienen a utilizar estas instalaciones”.

Acompañado del padre Mario Carrillo, párroco de San Esteban, el Obispo invocó a Dios y a la Virgen María, para prodigar bendiciones a los feligreses presentes.

“ Padre Dios, fuente de todo bien, de quien procede todo cuanto somos y tenemos, te pedimos que bendigas a todas las personas que trabajan y utilizan este mercado Juárez. Manda tu santo ángel, que los proteja, los guíe y los acompañe, aparta de ellos y de sus negocios, de sus familias, todas las acechanzas del enemigo, que en los momentos difíciles experimenten tu consuelo y tu fortaleza y en los momentos de bonanza, no se olviden de ser agradecidos contigo y compartidos con los demás”.

Luego, junto con un grupo de mujeres de la Parroquia de San Esteban, que atiende parte de la zona centro, fue invitado a comer