Ramos Arizpe, Coah.- Fue una de las primeras mujeres que se integraron como paramédicos a la Cruz Roja de esta región, y con esfuerzo y dedicación ha logrado demostrar que su condición femenina no la limita para desempeñarse como cualquier hombre en el rescate y auxilio de personas.

A sus 23 años, Eva Amelia Galindo Nuncio dijo que egresó hace cuatro de la generación en la que por primera vez se capacitó a mujeres y que aunque en un principio sus compañeros mostraron desconfianza de sus capacidades, con trabajo ha demostrado su compromiso por ayudar a los demás.

“Mi primer rescate fue un accidente en la carretera a Zacatecas y en el lugar había dos menores de edad sin vida… esa primera imagen no se olvida, se siente impotencia, dolor, pero con el tiempo tienes que asimilar que así son estas cosas y nuestro objetivo es poner nuestro mejor esfuerzo para salvar vidas”.

Tras reconocer que en un principio su familia no estaba muy de acuerdo con su trabajo, por el riesgo que representa, hoy saben que para Eva Amelia ayudar a los demás es parte de su modo de vida.

“También estudié enfermería y espero en un futuro poder laborar en un hospital, cuando esto pase, seguiré siendo voluntaria de la Cruz Roja, porque se de las satisfacciones que trae el dar todo para ayudar a los demás sin esperar nada a cambio”, aseguró.

Y agrega: “cuando uno sale a una emergencia imagina lo peor, se prepara emocionalmente para que las imágenes de la tragedia no nos impacten y podamos actuar lo más eficientemente posible para ayudar a quienes se encuentran en una emergencia”.

Después de ver tantas escenas trágicas a su corta edad, señala que todo se compensa con las veces que han logrado salvar vidas.