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Coahuila

NUNCA AMÉ MÁS MI VIDA QUE HOY QUE SOY MÁS CONSCIENTE DE ELLA

Por Verónica Marroquín

Hace 3 meses

ESTIMADOS LECTORES Y LECTORAS:

“No es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita”. Este refrán tan sabio, es probable que lo haya dicho Buda Gautama.

¿Por qué empiezo con este refrán? Desde niña lo recuerdo, pero sinceramente no sé a quién se lo escuché decir, o si lo leí, la cuestión es que cuando anhelo algo que no puedo conseguir, o que aún no he conseguido, pienso en este sabio refrán y pongo los pies en la tierra, pues habrá cosas que nunca lograré ciertamente, pero otras, que pensaba inimaginables de realizar, resultó que sí pude, así que los límites casi siempre vienen de nuestros pensamientos, de lo que creemos de nosotros mismos, de nosotras mismas, y esto viene por lo que escuchamos de nosotros cuando éramos infantes, ciertamente las palabras de nuestras madres y padres son una pieza clave para nuestro desarrollo cognitivo, seguridad, autoestima, lo que creemos que podemos o no podemos, lo que creemos que podemos desear y lograr, si ellos nos alientan o nos cortan el sueño de nuestros proyectos. Estoy hablando de cuando somos aún dependientes en todos los sentidos de nuestros padres. Cuando somos aún menores de edad. En algunos casos pueden salvarnos del precipicio, pero en otras nos pueden cortar la línea que teníamos para el éxito. Nuestra vida toma rumbos insospechados, por sus miedos, creencias, ignorancia y también egoísmo, que podrían otros confundir con el amor de mamá, sobre todo, de no querer separarse de su retoño, hablando ya en edades de querer tal o cual carrera, o por no tener la economía suficiente, etcétera. Si somos capaces o no, si ellos creen en nosotros. Porque muchos de ellos no creen en sus propios hijos, pero lo que no saben a veces, es que ellos mismos son parte responsables de que no sean sus hijos capaces, por razones justificadas o no para ellos. Yo los invito a los que ya son mayores de edad que NO se conformen cuando sus padres les digan que no a sus sueños, vean la manera de que ese NO se convierta en SÍ, busquen recursos, trabajen, pidan otros apoyos, becas, sean valientes y vayan por sus sueños. Nunca volvemos a pasar por el mismo tiempo, y etapa de vida, se va volando, sobre todo cuando se cumplen 15 años, después, los años vuelan. Recuerden también que cada uno es responsable de su vida y del resultado de sus acciones cuando ya se es mayor de edad. Los padres son una gran influencia en los hijos, pero no determinante. Nosotros podemos revelarnos ante ellos en el buen sentido, luchar por nuestros ideales. Nos crean capaces o no, el tiempo y nuestras acciones lo dirán. Así, si nos equivocamos o acertamos, será nuestra decisión y de nadie más. Sólo nosotros somos responsables de nuestros actos y resultados finalmente. Los padres hacen todo por nosotros, creyendo que es lo correcto.

Recuerdo que cuando estaba estudiando la maestría, una maestra me dijo que nunca sería terapeuta, que me dedicara a otra cosa, ya había aprobado una de sus materias con muy buena calificación, pero en la segunda que me dio, fue cuando me dijo eso, yo me quedé sorprendida, debo decir, jamás me lo hubiera imaginado y menos de ella, sin embargo, fui comprendiendo, aunque no lo acepté, su proceder, estaba pasando por una etapa difícil seguramente, recuerdo que se quedaba dormida en la cámara Gesell, pero no me dolió más el alma, que mi ego, sin duda, sin embargo, sí fue mi ego el que me dijo: pues ahora, con mayor razón, seré terapeuta. Muchos maestros excelentes que tengo en alta estima, recuerdo que me dijeron, no hagas caso, incluso recuerdo a nuestro apreciado rector en ese momento, que también le dije lo que sucedía porque en la segunda materia me reprobó, me trató irrespetuosamente, y bueno, no es ese el tema, pero, sí es necesario contar este pedazo de historia, porque cuando uno tiene un sueño, una meta, un proyecto de vida, una misión en la vida, aunque alguien te diga como a mí en esa ocasión, no hagas caso, sino al contrario, da lo mejor de ti, esfuérzate más, demuéstrate a ti misma o a ti mismo que sí eres capaz de lograr lo que deseas, a pesar de la corriente en contra, ya que eso es lo que nos fortalece más en la vida. No ser como estas personas que disfrutan de su poder para hacer daño, hay otro refrán que dice que: “Quieres conocer a alguien?, dale poder” y es cierto, por mi experiencia de vida. Después de ese suceso, me enfermé de cáncer, ese episodio tan penoso y doloroso para mí en la maestría me afectó demasiado, recuerdo, ya que era mi sueño en ese momento concluirlo, ya que tenía todo para después irme a Barcelona a hacer otra especialidad y después de eso, tuve que interrumpir mis estudios de posgrado por la enfermedad, y empecé a valorar tanto mi vida, quién era, qué era lo importante realmente, darle el valor a lo que lo tiene y dejar lo demás fuera, enfocarme en mí, no en los demás, y menos darle energía a quien quiere tu derrota, o quiere ponerte el pie como se dice, si uno se ama , se valora, no dejas que te humillen o pisoteen tu dignidad, y eso fue lo que hice, NO deje que lo hicieran, y eso me costó no concluir en el tiempo esperado. Pero algo más valioso que mi vida no había. Todo sucede para que yo tenga aprendizajes significativos, para que la misión a la que venimos sea cumplida y no nos desviemos de ello, o por lo menos, si hay piedras en el camino, que no sean obstáculos para abandonar lo que solemos ser y hacer. Así que aun tengo un proyecto por concluir o varios, más bien, y eso me tiene feliz, entusiasmada, esperanzada, creo en mí y en mi capacidad, aunque a algunos pudiera hacerles sombra, por esa luz que todo tenemos, pero no todos dejan ver su llama encendida por diferentes razones, la primera porque no lo saben que todos tememos, y algunas pues quieren ponerte una sotana para que se apague tu luz, y por favor no lo permitamos nunca, al contrario brilla aún más, y ve más alto tras tu sueño, aunque tarde lo que tenga que tardar. Los tiempos de Dios son perfectos. Y recuerda que sí tu crees que puedes, podrás, aunque seas tú contra el mundo. Y el éxito es personal, jamás te compares con nadie, el éxito de verdad puede ser efímero, es decir, sí tú consigues lo que deseas, ese es tu logro, tu éxito, no me refiero a la fama, al dinero, o a un puesto político, eso no es el éxito para muchos, será para ellos, qué padre, pero hay éxitos detrás del escenario. Que a veces es el mejor, saborear sin que nadie lo note. Eso sí, sonríe y baila por haberlo conseguido. A algunos si les cuentas de tu triunfo, no les dará gusto, mejor no lo digas, sino es a alguien que realmente te ama.

Hoy sé que somos seres espirituales, viviendo una experiencia terrenal, y que como bien sabemos, sí o sí, nos iremos de ella tarde que temprano. Ley de vida inevitable, y lo único que es totalmente cierto. Por eso y por muchos más eventos en mi vida, ya la mitad de siglo, así se oyen muchos años verdad (jaja) pero esta etapa de mi vida la estoy disfrutando tanto, de verdad que, es verdad, que en la etapa en la que te encuentras siempre será la perfecta, pero algunos cuando se está enfermo o enferma no lo ves de esa manera, o algunos tal vez, y hasta más, depende de qué tan consciente se está de la vida misma, de nuestra misión terrenal, y de quién o quiénes estén a tu lado. Y cómo estés tú anímicamente en ese momento, pudieras estar enferma, pero enamorada, y el amor es sanación. De esa evolución de nuestro ser, si no qué chiste tendría vivir, vivir solo por vivir, sin aprendizajes, sin altas y bajas, sin retos, sin esperanzas, sin motivaciones de ningún tipo. Siempre agradecer por todo, porque hasta las enfermedades tienen sus para que, y te sorprenderías, saber que nuestros peores momentos de vida, pueden ser nuestras mayores bendiciones, hasta que no lo vives lo puedes corroborar. Y yo pude hacerlo, por eso lo digo y lo afirmo. Diosito por delante, Verónica.

 

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