Disculpará usted que me refiera otra vez, como ya va siendo costumbre en este mismo espacio, al municipio de Arteaga, Coahuila, pero ahí está el epicentro de los negocios políticos aún en plena emergencia sanitaria.

Pareciera que no pasa nada en el pueblo mágico, sin embargo un “boom” inmobiliario se gesta desde que los hermanos Durán (Jesús y Everardo) presidentes del Ayuntamiento (de 2014 a la fecha) y con ellos el sempiterno director de Desarrollo Urbano y Catastro, Alfonso Treviño Medrano. Aunque justo es decirlo: ese “boom” derivado de permisos oficiales en automático, y convertido en plusvalía de terrenos, beneficia solo a unos cuantos. Específicamente hay una familia favorecida de apellido Moreira.

Como ya lo he relatado en otras ocasiones, sin afán de volverme monotemático, el exgobernador del estado, Humberto Moreira Valdés, fracciona en la cabecera municipal un predio de dos hectáreas denominado, Residencial San Joaquín. Así, entre julio y agosto de 2020, le fueron concedidas el mismo día de su presentación 16 licencias de construcción para edificar el mismo número de casas habitación. Y cuatro más, identificadas con los folios 995 al 998, el 15 y 28 de octubre, a nombre de sus empresas: Unipolares y Espectaculares del Norte, S.A. de .C.V., y Negocios, Asesoría y Publicidad Integral Nuevo Milenio, S.A. de C.V.

A su vez, el 15 de octubre de 2019 inició la solicitud para cambiar el uso de suelo en un extenso inmueble ubicado en el número 100 de la calle Conquián, también en el Centro de Arteaga, y construir en él un salón de eventos. El mismo día le fue autorizado el permiso de acuerdo con el oficio 06A/201/19U en poder de quien esto escribe.

Previamente, el 16 de agosto de 2018, le fue aprobada en solo 72 horas de plazo, una licencia más de uso de suelo para fraccionar otro predio de 23 mil metros cuadrados en el municipio, conocido como El Barrio, y transformarlo en un proyecto habitacional con densidad media baja, como consta en el trámite 06A/211/18U.

No se trata de posesiones inactivas dentro de un patrimonio individual, sino de tres proyectos simultáneos que requerirían una inversión considerable para desarrollarse al mismo tiempo, lo cual no corresponde con alguien que desde 2011 fue forzado a dejar el servicio público, y cuenta desde 2016 con un ingreso por jubilación como profesor de 37 mil 128 pesos mensuales. Por ello no es ocioso recordar la relevancia periodística del caso.

Cabe señalar que Moreira desde julio de 2019 es dueño al 99% de la persona moral Coahoxe, S.A. de C.V., con domicilio en Saltillo, misma que tiene por objeto social construir y comercializar locales, plazas comerciales, operar estacionamientos públicos, convenir y asociarse con empresas y personas físicas para el desarrollo y/o comercialización de bienes raíces.

Y continua expandiéndose, pues ahora son los hijos quienes siguen sus pasos, ya que acaban de crear la sociedad mercantil Los Tres Encinos de Arteaga, S.A. de C.V., el 1 de septiembre de 2020 en la Notaría 74 de Saltillo cuyo titular es Luis Ramos Escalante. Curiosamente mes y medio antes de la jornada para elegir diputados locales, durante un proceso en el que Rubén Humberto Moreira Guerrero tuvo gran presencia en medios de comunicación como cara visible del partido político estatal Unidos.

Luego de fracasar con el Partido Joven, desaparecido en 2017, y en Unidos, que no alcanzó el porcentaje necesario para mantener el registro en 2020 ni cargo de representación alguna, el hijo del exmandatario participa como socio al 49% de las acciones, como secretario/tesorero, y su hermano Joaquín Felipe Moreira Guerrero como presidente, con el 51% restante.

Como en todos sus asuntos particulares y familiares, el exfuncionario Desiderio Nájera Zamarrón tiene participación; en este caso encargado del órgano de vigilancia.

Los Tres Encinos de Arteaga, S.A. de C.V., servirá como coartada para dedicarse a “toda clase de obras de construcción y remodelación en terrenos propios y ajenos de todo tipo de casas-habitaciones, fraccionamientos habitacionales, edificios de departamentos, oficinas, centros comerciales, unidades industriales, hospitales, instituciones de Gobierno y cualquier otro. Así como la construcción, compraventa, promoción, arrendamiento, subarrendamiento, uso, goce, disfrute, cobranzas, financiamiento, administración, mantenimiento, remodelación y modificación de todo tipo de bienes inmuebles”. Ahí nomás.

Cortita y al pie

Llama la atención la proclividad por Arteaga. En la sierra, a 3 kilómetros de San Antonio de las Alazanas, saliendo rumbo a Bosques de Monterreal, el exchofer de Moreira y excoordinador de giras durante su efímera etapa en el PRI nacional, Nicolás “Nico” Gallegos Morón, administra un complejo de cabañas denominado Campestre Dos Encinos o Campestre Los Encinos, el cual se compone de construcciones rústicas valuadas en 5 millones de pesos, de acuerdo con la Dirección de Fomento Económico y Turismo del Municipio, construidas apenas en 2019, las cuales se rentan a particulares hasta por 5 mil 600 pesos la noche.

A propósito, el 5 de noviembre de 2019 fue constituida en Saltillo la sociedad mercantil Nuni Coahuila TV Internet, S.A. de C.V., en la Notaría 74 de Luis Ramos Escalante. Mismo notario público que, con cuatro meses de diferencia, creó la persona moral Coahoxe, S.A. de C.V., y Los Tres Encinos de Arteaga, S.A. de C.V.

La empresa Nuni Coahuila TV Internet, S.A. de C.V. registra como dueños, por partes iguales, a los dos empleados más fieles de Moreira Valdés: Nicolás “Nico” Gallegos Morón, y Desiderio Nájera Zamarrón. Este último funge además como administrador único, y a su vez figura en el órgano de vigilancia en la mencionada Coahoxe, S.A. de C.V. Al mismo tiempo es representante de Unipolares y Espectaculares del Norte, S.A. de C.V., y apoderado legal de Negocios, Asesoría y Publicidad Integral Nuevo Milenio, S.A. de C.V., ambas razones sociales propiedad de Humberto Moreira Valdés y su hijo Rubén Humberto Moreira Guerrero, como también se ha señalado aquí en el pasado.

Por si fuera poco, Desiderio fue “responsable del órgano interno de administración” del partido Unidos. Es decir, existe una innegable relación empresarial –por llamarla de alguna manera– con la familia Moreira.

La última y nos vamos

Por lo demás, quizá usted no se enteró de que la diputada local por Saltillo, Martha Loera Arámbula, en la sesión del miércoles 27 de enero desde la tribuna del Congreso del Estado recomendó a quienes hablen de “Los Moreira”, así, genéricamente a cualquiera, “se laven la boca antes”.

Tal como lo lee. Dicho exabrupto –por llamarle de alguna manera– sucede cuando solo han transcurrido cinco sesiones desde que tomó posesión la nueva Legislatura. ¿Para eso quería el PRI obtener la mayoría como grupo parlamentario?