Desde aquel mes de agosto de 2021 la relación entre ambos ha sido más que tirante y acabó por romperse cuando en la primavera de 2023, meses antes de acabar su contrato con el PSG, el propio astro abrió la puerta a su regreso al club azulgrana, dispuesto a olvidar lo que consideró una traición y acabar su carrera deportiva “en casa”.

El Barça, por boca de su vicepresidente Rafael Yuste, alimentó esa opción relatando la existencia de unos “contactos” continuados en los que Xavi Hernández tuvo especial protagonismo, pero que al final no fueron a más por la imposibilidad, se explicó desde las oficinas del club, de encajar su salario en el fair play financiero.

Messi, quien esperó al Barça hasta bien entrado el mes de junio, se sintió entonces utilizado por Laporta y firmando por el Inter Miami cerró ya de forma definitiva cualquier opción de protagonizar un ‘Last dance’ en el club de su vida, responsabilizando al presidente, tal como de su salida, de no facilitar su regreso.