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Redacción
Publicado el viernes, 10 de agosto del 2012 a las 16:00
CNN | México, DF.- ¿Intercambiar mensajes de contenido sexual, conocido como sexting, es una manera de ser infiel? Bueno, si como el congresista Anthony Wiener, está casado y sextea con alguien que no es su cónyuge (y sin conocimiento o aprobación de su pareja), ¡por supuesto que lo es!
La infidelidad a través de Internet está creciendo a un ritmo récord. Gracias a su fácil accesibilidad y a su novedad, Internet nos permite desconectarnos fácilmente de nuestras parejas, cuando deberíamos estar haciendo un esfuerzo para conectarnos y encendernos con nuestros cónyuges.
La gratificación inmediata de estas tecnologías estimula los centros de satisfacción en el cerebro y pronto nos podemos encontrar anhelando el golpe rápido de una conexión instantánea o lamentando su ausencia.
Las relaciones reales requieren tiempo y paciencia, mientras que hacer sexting con un extraño o participar en un coqueteo a través de Facebook nos aporta una emoción rápida y requiere mucho menos trabajo. Y a medida que la tecnología se convierte en un accesorio personal que nos tiene encendidos siempre, es más probable que nos convirtamos en buscadores de novedades, esperando el próximo contacto.
Vivimos en una época en la que muchos consideran que la infidelidad sexual es la traición personal más grave. Pero existen los que creen que, si la infidelidad no implica un componente físico, en realidad no es poner el cuerno, y eso no es verdad.
La accesibilidad de Internet significa que tenemos que ser más vigilantes acerca de la infidelidad emocional y las actividades aparentemente benignas que, sin embargo, tienen un componente sexual y secreto.
En su libro de gran influencia sobre la infidelidad emocional “Not Just Friends” (No sólo amigos), la difunta psicoterapeuta Shirley Glass implora a los lectores a “mantener paredes y ventanas adecuadas. Mantenga las ventanas abiertas en casa. Construya paredes de privacidad con otras personas que podrían amenazar su matrimonio”. Ella sostiene que una aventura emocional se caracteriza por tres cualidades distintivas:
» Cercana amistad e intimidad emocional. Una aventura emocional a menudo comienza como amistad y poco a poco deriva en algo más. Aunque la amistad por sí sola no es suficiente para calificar como un engaño, una sensación de cercanía y comprensión compartida es el punto de partida para una aventura emocional.
» Atracción sexual. Una aventura emocional es alimentada por sentimientos de atracción entre dos personas.
» Secretismo. Aquí es donde la amistad y la atracción cruzan la línea hacia el romance emocional. En una aventura emocional, cada persona deja de compartir ciertos aspectos de la amistad con su pareja, y empieza a confiar más en el amigo y menos en su pareja.
Todos somos seres sexuales vivientes
La atracción no termina una vez que estás en una relación. Incluso las personas en las parejas más felices sentirán el zumbido familiar de la atracción cuando alguien las mira o se ríe de uno de sus chistes. Y algunas parejas están incluso dispuestas a ampliar los límites de la coquetería y el comportamiento aceptado en su relación.
Las relaciones a menudo empiezan por el carril de alta velocidad, pero a veces encontramos una velocidad cómoda de crucero en el carril central. Otras preferimos la vía lenta.
Algunas relaciones se quedan sin combustible y cada pareja necesita un comienzo nuevo de vez en cuando. En lugar de buscar esa sacudida de emoción fuera de su relación, haga un mayor esfuerzo para buscarla dentro.
Como discuto en mi libro “52 Weeks of Amazing Sex” (52 semanas de sexo asombroso), “la tecnología puede ser una poderosa manera de mejorar una relación: el sexting, participar en sexo telefónico, jugar a través de Skype y enviar mensajes de correo electrónico seductores son todos métodos geniales”; simplemente háganlo con su pareja, no con sus seguidores de Twitter.
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