Saltillo, Coah.- Juan José Dávila Tovar pasó de ser asesor de la diputada federal por Coahuila Melba Farías a titular de la Representación de la Secretaría de Gobernación en Durango, pero con funciones en Coahuila, resultado de ser el intermediario de la legisladora con su suplente, a quien intentaron manejar para que le siguiera pasando el sueldo de diputada pese a que había solicitado licencia.

Fue Angélica Ledesma Mesta, suplente de la diputada federal Melba Farías, quien denunció a la legisladora por violencia política de género, en el 2021, y aunque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que no había pruebas suficientes para demostrar el hecho, “si había elementos para considerar que la denunciante sufrió violencia política en razón de su género, fundamentalmente a través de expresiones que constituyeron violencia simbólica”.

Sin embargo, del cumplimiento de sentencia emitido por la Sala Superior del Tribunal Electoral Federa, bajo el expediente SER-PSC-126/2021, en poder de Zócalo Saltillo, destaca que, el entonces asesor de Melba Farías, actual representante de la Secretaría de Gobernación de Durango, pero que ostenta sus funciones en Coahuila, fue quien mediaba entre la legisladora y su suplente para que ésta última le entregara el 50 % de su salario al asumir su cargo en la Cámara de Diputados.

Entre las pruebas que Angélica Ledesma presentó en su denuncia, se encuentra una conversación que tuvo con Melba Farías quien le dijo que Juan Dávila se quedaría como su asesor para apoyarla en los temas legislativos, sin embargo, dijo que no era licenciado en derecho, pero la entonces diputada con licencia no sabía en que rama era licenciado.

Cuando Juan Dávila se presentó con Angélica Ledesma le dijo que era asesor de la Cámara de Diputados, asignado a la Comisión de Economía, pero que apoyaba a la legisladora Melba en todos los temas legislativos.

Las aspiraciones de Melba Farías eran contender por la alcaldía de Monclova y que Angélica le pasara el 50 % del sueldo como diputada suplente y los gastos extraordinarios o prestaciones que tienen los legisladores, por alrededor de 200 mil pesos, y sería Juan Dávila Tóvar quien se encargaría de “llevar todos esos trámites administrativos”.

Finalmente, Melba Farías declinó por la alcaldía y regresó a su curul, para no perder su dieta neta mensual de 75 mil pesos, más aguinaldo de 40 días, entre otros beneficios, sin que la toma de protesta de Ledesma como diputada suplente surtiera efecto, por lo que no logró cobrar ni una quincena.