Primero volvemos al refranero popular. “En política no hay casualidades, sino causalidades”.

“En política, como en la naturaleza, no hay humo sin fuego”. Luego las interrogantes que explican los intríngulis de la maniobra política ordenada por López Obrador, para convertir a Morena en la mayor fuerza política de la historia.

1.- ¿Existe algún mexicano que crea que es una casualidad política la designación del hijo de López Obrador, motejado como “Andy”, en la Secretaría General de Morena?

2.- ¿Es casual que, a su llegada a Morena, como “mandamás”, “Andy” López Beltrán haya anunciado que su meta es lograr un padrón de 10 millones de afiliados al partido oficial?

3.- ¿Es casual que, en días pasados, la dirigencia de Morena haya solicitado, a los lacayos del INE, modificar los estatutos del partido, para convertir a su secretario general, en el responsable de “la afiliación, credencialización, actualización y resguardo del Padrón Nacional de Protagonistas del Cambio Verdadero”?

4.- ¿Es una casualidad que, el 25 de noviembre, se haya anunciado –de manera discreta y sin gran despliegue mediático– la llegada a México de otros “199 médicos cubanos”, que sumados a los que han llegado en meses y años recientes, ya son un ejército de 3 mil 600 dizque “médicos cubanos” que se han desplegado en las regiones más pobres del país?

5.- ¿Y existe algún idiota que siga creyendo que es una casualidad que el Gobierno de Claudia Sheinbaum regale petróleo y dinero al Gobierno cubano, sólo porque cree en la bondad de “la ayuda al prójimo”?

Debemos insistir en que la respuesta a todas las interrogantes planteadas es que “en política nada es casual”.

Luego debemos tener claro que es falso que los supuestos médicos cubanos hayan llegado a México para dar servicios de salud a la población de menores recursos.

Y es que, para empezar, no son médicos, sino propagandistas de la dictadura cubana, disfrazados de supuestos médicos, quienes llegan a las casas de los mexicanos más desposeídos, para adoctrinar y obtener sus datos básicos y su credencial de elector, para afiliarlos al partido oficial.

Sí, los miles de dizque médicos cubanos en realidad son activistas enviados por la dictadura cubana a México para “organizar y adoctrinar” a millones de mexicanos pobres, a los que poco a poco han incorporado al padrón de militantes de Morena.

El mismo padrón que, en Morena, estará en manos del secretario general del partido, quien casualmente es el hijo de López Obrador.

Por eso, la dirigencia del partido de AMLO pidió a los lacayos del INE modificar las facultades de su secretario general, quien, como ya se dijo, se encargará, “de las tareas de afiliación, credencialización, actualización y resguardo del Padrón Nacional de Protagonistas del Cambio Verdadero”.

En pocas palabras, resulta que los 3 mil 600 dizque médicos cubanos se encargarán de visitar a por lo menos 10 millones de hogares mexicanos, a quienes incluirán en el padrón de militantes de Morena, padrón que estará bajo control y resguardo de “Andy” López Beltrán, el hijo de Andrés Manuel.

¿Sí les quedó claro que en política nada es casual? Más aún, si dudan que “los médicos cubanos” en realidad son militares de la dictadura castrista, vale revisar el Itinerario Político del 22 de octubre del 2024, titulado: ¡No Eran Médicos, son Activistas Cubanos!, en donde revelé con datos irrefutables, la patraña de los supuestos médicos cubanos.

Así lo dije: “Según la ONG de Derechos Humanos, Prisioners Defenders, con sede en España –en su informe del 25 de agosto del 2024– todos los supuestos médicos cubanos que llegaron a México, ‘en realidad son militares de la inteligencia de aquel país, sin ninguna especialización médica’.

“El informe titulado: La Verdad Militar Detrás de las Misiones Médicas Cubanas en México, confirma que los supuestos médicos, que durante el Gobierno de López Obrador llegaron a México, no son especialistas de la salud, sino ‘activistas militares’.

“Es decir, llegaron a México para organizar los comités de Defensa de la Cuarta Transformación. Peor, el informe revela que, antes de viajar a México, esos ‘militares’ fueron sometidos a ‘un curso de cinco días’, para familiarizarse con el lenguaje de la salud, pero en el fondo son activistas políticos, espías y expertos en adoctrinamiento de masas.

“Son golpistas, en castellano correcto. Por eso volvemos al ‘se los dije’, que enoja a muchos, pero que confirma que tuvimos razón”.

Por eso volvemos a la pregunta inicial. ¿Existe algún idiota que siga creyendo la patraña de los médicos cubanos?. Se los dije.

Al tiempo.