México, DF.- Lizette Farah calificó de cobarde a su esposo, Mauricio Gebara, por no dar la cara y exigió a las autoridades esclarecer la muerte de su hija Paulette.

En la que dijo será su última entrevista, Lizette Farah comentó que su esposo “toda su vida fue un cobarde, siempre atrás de mí, siempre atrás de su familia, él nunca pudo resolver problemas”.

“El trae algo atrás que quiere ocultar porque ni siquiera quiere salir ante las cámaras, nunca lo quiso hacer…Yo no quisiera llamar responsabilidad pero sí, yo creo que tiene mucha, mucha, mucha culpa atrás de él… y sus actos y cómo se está comportando desde que desapareció la niña es porque tiene una culpabilidad y no quiere que se sepa”, dijo en entrevista radiofónica con Jacobo Zabludovsky.

Lizette Farah justificó que ya no aparecerá en medios porque los convocó para que le ayudaran a buscar a su hija “no para que se convirtiera en un circo”.

Farah dejó entrever que quizá alguien “que quisiera vengarse y hacerle daño” pudo asesinar a la pequeña de 4 años, aunque no señaló a nadie.

Además exigió a Mauricio Gebara y a su familia que le entreguen a su hija mayor, de 7 años de edad.

“Quiero a mi hija de regreso, porque así como tú tienes el derecho a verla, yo también y yo nunca he cortado ese derecho que tú tienes como padre. Ni nos hemos portado mal contigo, ni yo ni mi familia, en cambio la tuya todo ha sido complotear”, dijo Farah.

Contra la PGJEM

Lizette Farah llamó incompetentes a las autoridades encargadas del caso y exigió que resuelvan el asunto con pruebas.

“Por señalar algún culpable me pusieron en la línea de investigación sin tener una prueba fehaciente, hicieron comentarios hacia mí que no tenían qué hacerlos, siendo yo una víctima que pedía su ayuda y pues qué ayuda me dieron…teniendo toda mi colaboración y mi cooperación.

“Quiero una respuesta, la que sea, pero quiero una respuesta con pruebas, no señalando culpables que ni siquiera tienen las bases para hacerlo, nada más para colgarse las medallas de ‘yo lo resolví’…me tacharon, deshicieron mi matrimonio, deshicieron mi vida, deshicieron mi familia, pusieron en una línea muy delgada mi reputación, mi inocencia…y ahora resulta que yo soy la presunta culpable…”, dijo.

La madre de Paulette y sus declaraciones encontradas

Lizette Farah, madre de Paulette ha caído en al menos tres contradicciones e inconsistencias en sus declaraciones sobre el fallecimiento de la menor.

Desde el pasado lunes, la periodista Adela Micha ha trasmitido en partes una entrevista que le realizó a la mujer, sobre la desaparición y posterior hallazgo de su hija muerta.

Farah aseguró en la trasmisión del lunes pasado que la relación con su marido estaba bien, “que tenía altibajos como cualquier otra”, pero en la segunda parte de la entrevista, presentada ayer martes, indicó que desde el principio Mauricio Gebara la culpó de la desaparición de la niña.

“Tú la mataste”, le dijo Mauricio a ella, afirmó, antes de que las investigaciones la señalasen como principal sospechosa de la desaparición de la pequeña.

Micha la interrogó, preguntó por qué su propio marido sospecharía de su esposa y, más aún, por qué la acusaría de haber matado a su niña.

Farah se limitó a contestar que la relación no estaba tan bien como pensaba, “tal vez no quería ver”, dijo.

Mauricio incluso la acusó de meter un bulto a su casa. Farah contó que su esposo tuvo la teoría de que ella no metió a la niña a su casa, sino que metió un bulto en vez de a Paulette.

Luego declaró que durante la desaparición de la niña “nunca llegamos a conversar, como que estábamos enfocados en recuperar a nuestra hija”.

La sospecha no es exclusiva de Mauricio, pues en palabras de Lizette toda la familia tenía reservas de su inocencia.

Un hermano de Mauricio le ofreció 500 mil dólares y un boleto “a donde quisiera”, con tal de que les devolvieran a Paulette, dijo en la trasmisión.

Además, la señora Farah fue inconsistente en las fechas, pues en un momento de la entrevista dijo que la niña había desaparecido el lunes (22 de marzo), pero más tarde dijo que ese lunes había acudido a la escuela.

Grabación editada

A la luz del caso se distribuyó un audio de Lizette en donde recomienda a su otra hija, Lizette, hermana mayor de Paulette, que guarde silencio, porque si no “un policía va a decir que es tu culpa”.

Primero, Farah aseguró que “parece que la grabación fue editada”, que el audio fue alterado para que se escuchara que instruía a su hija a ocultar información, pero después aceptó que fueron esas palabras las que dijo a su hija.

“Sí tuve la conversación con mi hija, pero no en el contexto en que la sacaron”, aclaró.

La sombra de un tercero

Diferentes versiones han apuntado que Farah tenía un romance, un “affair” fuera del matrimonio con quien se habría reunido el fin de semana que la niña desapareció.

En la primera parte de la entrevista, la trasmitida el pasado lunes, Lizette dijo que “se especuló mucho, ya nada más puedo decir que me fui con una amiga”, mientras que en la segunda parte no negó ni confirmó la teoría del amante y sólo aseveró que “no está comprobado”.

Era Paulette como una hija para niñeras
Reforma

Para Érika y Martha Casimiro, nanas de Paulette Gebara Farah, la pequeña era como su hija, pues ellas la bañaban, daban de comer y peinaban a diario.

“Era como una hija para nosotras, porque realmente era hacerle todo, ayudar a bañarla, a que comiera, a vestirla, peinarla, cuidar de ella.

“Era muy juguetona, una niña muy agradable, súper sociable, muy cariñosa, tierna; era una niña increíble, lo mejor que pudimos haber conocido; le gustaba mucho jugar y era muy inteligente”, recordó Érika.

Su hermana Martha confirmó en entrevista con Reforma que todo lo que necesitaba la menor, de 4 años, lo hacían ellas.

La rutina de las Casimiro era levantar a Paulette a las 8:00 horas para que su padre, Mauricio Gebara, la pudiera llevar a clases.

“Su mamá la recogía a la 1, llegaba y jugábamos un ratito con ella, si quería comer, pues nos sentábamos a que comiera”, narró Martha.

Happy Birthday

A la pequeña Paulette le gustaban las películas de Barney y que le cantaran “Happy Birthday”, gusto que despertó en la menor cuando comenzó a ir a las fiestas infantiles.

“Le poníamos una vela al chocorrol o al gansito, eso le encantaba mucho; si era posible, a diario se las cantábamos (el ‘Happy Birthday’)”, contó sonriente Martha Casimiro.

Pero en la casa de la familia Gebara Farah sólo las dos nanas y la menor participaban en las íntimas fiestas de todos los días.

“Cuando había un viernes que el señor iba a comer, que era cuando cantaban y sí participaban, pero siempre éramos nosotras tres, nada más”, aseguró Martha.

Valle de bravo

La niña era tan apegada a las nanas, que incluso su último fin de semana juntas, en Valle de Bravo, la pequeña Paulette lloró porque no quería dejar a Érika.

“Ella se durmió conmigo, no quería dejarme, estaba llorando, la tuve que meter al baño conmigo porque no quería dejarme, todo eso me recuerda con mucho cariño (sic), pues una persona que no es nada tuyo y que te quiera tanto, pues sientes muy feo de que ya no esté contigo y que ya no vuelva a pasar otro momento así.

“Nosotras estamos con la conciencia muy tranquila de que jamás le podríamos haber hecho daño a esa niña; lo único que queremos es que se haga justicia, que no nos vuelvan a involucrar en el caso y que finalmente digan que nosotras (no) tenemos algo que ver, cuando realmente lo único que hicimos fue darle cariño, amor, atención”, aseguró.

Desde la desaparición de Paulette, las hermanas Casimiro se quedaron sin empleo y ahora se mantienen gracias al apoyo de sus hermanos y hermanas.

Érika y Martha confían en que la sociedad comprenda que se vieron involucradas en el caso sin tener ninguna responsabilidad, para poder reincorporarse a la vida laboral sin ningún problema.