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Coahuila

Más allá de escuchar… el arte de entender

Por Irene Spigno

Hace 58 minutos

Querida lectora, querido lector…

¿Te ha tocado alguna vez viajar a algún lugar en el mundo donde no podías entender el idioma? ¿O quizás te has relacionado con quien no lograbas entender porque hablaba una lengua distinta a la tuya?

A lo mejor has viajado a uno de esos país que, en el imaginario colectivo occidental resultan algo exóticos por ser muy lejanos de nuestra cultura, como China, Rusia, Corea del Sur o algún país árabe. Tal vez intentaste hablar en inglés, pero tu interlocutor no te entendía. Quizás estabas buscando algún lugar o simplemente te habías perdido (es muy fácil perderse cuando viajamos a sitios que no conocemos), y buscabas una dirección o información sobre un lugar recomendado para ir a comer.

Es posible que la persona con la que intentaste comunicarte notara tu preocupación o viera tu dificultad. Muy probablemente ambos hicieron un esfuerzo para tratar de entenderse, a pesar de no compartir un idioma común para poder hablar, ¿verdad?

Muchas veces, viajar y visitar lugares desconocidos es un reto. Nos obliga a salir de nuestra zona de confort y a enfrentarnos a escenarios (reales o ficticios) que pueden ser difíciles de superar. Sin embargo, todas estas situaciones nos hacen crecer.

Y si no has tenido la oportunidad de viajar, seguramente alguna vez habrás estado en el lugar de la persona a quien alguien le pidió información en un idioma que no conoces. Habrás percibido, incluso, la frustración que muchas veces surge cuando alguien intenta comunicarse sin que la otra persona pueda entender.

Si aún no te identificas con ninguna de las situaciones anteriores, probablemente alguna vez has tratado de comunicarte con alguien que habla tú mismo idioma, quizás incluso alguien que conoces muy bien o una persona muy cercana, y aun así sentiste que en esa conversación no hubo comprensión.

¿No te ha pasado alguna vez que, en conversaciones (orales o escritas), intentas explicar tus ideas y pensamientos, pero la respuesta de tu interlocutor te da a entender que está comprendiendo otra cosa? Yo he vivido muchas veces todas las situaciones aquí descritas, y en más de una ocasión he experimentado esta profunda sensación de frustración por no lograr hacerme entender.

Para que podamos comunicarnos de manera efectiva, no es suficiente que dos o más personas hablen (o escriban) y se escuchen (o lean). Una buena comunicación requiere de un elemento más: entender (se).

No es simplemente una cuestión de lenguas (que, obviamente, tiene gran relevancia en cualquier tipo de comunicación), sino de lenguajes. A veces es difícil entender(se) entre personas que utilizan el lenguaje de las emociones y hablan desde sus sentimientos, y aquellas que comunican desde la racionalidad, desde la mente.

En estos casos, la comprensión mutua puede ser complicada, pero no imposible. El uso de lenguajes distintos puede superarse con la voluntad de entender lo que la otra persona está tratando de comunicarnos.

¿Cómo? En primer lugar, si no hay interés para entender(nos) cualquier esfuerzo será inútil. En segundo lugar, siempre que haya interés, es necesario empatizar con la otra persona para entender cuál es su situación. Para eso, debemos mantener una mente abierta e ir más allá de lo que creemos que esa persona debería estar sintiendo en ese momento.

Finalmente, debemos tener muy claro que la comunicación es uno de los cimientos de cualquier relación humana sana y funcional. Sin embargo, no podemos tener relaciones sanas con las demás personas sino la tenemos con nosotros mismos. Por eso, antes de escuchar y entender a los demás, tenemos que aprender a escucharnos y entendernos. Así sería mucho más sencillo también ponernos en los zapatos de las y los demás. Porque sí, entender (nos) es un arte.

 

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