Leía yo entre semana un breve artículo en las redes sociales, en la que se hablaba de la rivalidad entre la Doña y el Mimo de México y como suelen ser los artículos de hoy en día, primeramente, estaba encabezado por una fotografía, lo que es muy importante para atraer al lector con un gancho que te invita a dar clic y abrir todo el contenido del artículo que se despliega rápidamente en tu dispositivo electrónico.

 Esta técnica ha venido consolidándose, por que ataca visualmente su atención y luego lo segundo que vez es el título del artículo, pero por la imagen que se presenta hace que de entrada si lo que vez es de tu interés, lo siguiente que es el título, hará que te decidas fácilmente por adentrarte en la información que ahí se te presenta.

Por eso, ahora se estila enviar una foto o un meme que tiene que ver directamente con el tema en primer plano y luego el resto del artículo o noticia, lo que antes se hacía a la inversa, primero se presentaba el título el contenido y al final las imágenes, sin embargo ante lo acelerado que suele ser nuestra incursión por las plataformas sociales y el cúmulo de información que se genera, es que el último grito de la moda en noticias, chismes del espectáculo, información relevante y de todo un poco, se presenta con imágenes de rápido acceso.

Y como decía, estaba esta foto en primer plano de María Félix, Dolores del Río y Mario Moreno Cantinflas juntos sentados en un jardín, con un título que decía “La historia detrás de la foto”, mi curiosidad se prendió y decidí dar el clic, en el artículo se decía que para 1965 la revista Life en español quería en su portada para el gran número especial de la revista, una fotografía por primera vez juntos a tres de los artistas mas grandes del cine mexicano en ese momento.

También se decía que era una proeza inalcanzable dado que Cantinflas y la Doña tenían una relación distante y que nunca se habían fotografiado juntos, se mencionaban todas las vicisitudes que atravesó el corresponsal de Life en México para finalmente tomar la foto, lo que hizo con ayuda de su astucia y del apoyo de Dolores del Río que había fungido como una especie de pipa de la paz y que además prestó su propia casa de Coyoacán como territorio neutral para tomar la fotografía, que por cierto, ya era a colores pues se apreciaba de izquierda a derecha a María con un vestido verde turquesa a tono con la banda que adornaba su cabello en un peinado típico de los años sesenta, a su lado Cantinflas de suéter negro y pantalón de vestir gris obscuro, charlando con Dolores del Río en vestido blanco con un chal bicolor verde y naranja, todos juntos y sonrientes.

Días después, me volví a topar con otra foto, esta era una en la que María Félix aparecía a lado de Marilyn Monroe, por lo que también decidí darle clic y ver que decía el artículo respectivo, en ese por el contrario decía que la fotografía era falsa y solo un simple montaje pues, aunque Marilyn si estuvo en México, por haya del mes de febrero de 1962 cuando salió a relucir que la madre de Marilyn, Gladys Baker Monroe había nacido aquí en Piedras Negras Coahuila, ella estuvo en México por siete días en los que saboreo la gastronomía mexicana, compro artesanías en Teotihuacán y se compró el icónico suéter de lana bordado a mano en Chiconcuac, con el que se realizó una sesión de fotografías en la playa de Santa Mónica, además de conocer a Luis Buñuel y la casa de Emilio el Indio Fernández, quien junto con su esposa le invitaron a tomar tequila; sin embargo, se resalta el hecho de que María no tenía interés en reunirse con ella y que por eso nunca se conocieron, meses después falleció Marilyn, siendo esa sesión de fotos tomada por George Barris, la última en la que posó con su suéter de lana mexicano.

Llamándome sobre manera la atención, la forma en que sale a relucir el carácter de diva de la Doña, primero no se llevaba bien con Cantinflas y por el otro no le interesaba conocer a Marilyn, eso sin contar que también meses atrás leí otro artículo en el que se narra, la ocasión en que María fue a París, tomó sus brillantes y los llevo a Cartier para que le realizaran una joya única, resultando en el inigualable “Collar Cocodrilo” hecho de platino, oro blanco y amarillo, 1,023 incrustaciones de diamantes, 1,060 esmeraldas, dos cabujones de esmeralda y 2 rubies en los ojos, cuentan que ahí se encontró con el rey Faruk quien impactado por María le regaló la corona de Nefertari esposa de Ramsés II, pero la diva lo rechazó al notar que debía dar algo a cambio de aceptarlo.

Lo que nos lleva a la reflexión sobre el carácter y temperamento de la Doña, a quien, en retrospectiva, la percibo como una mujer independiente, adelantada a su época y con amor por sí misma, tan es así que su esencia perdura en las frases que pronunció y que se quedan para la posteridad, pues dan muestra de una mujer empoderada que fue, en un México que aún no vislumbraba la igualdad de género.