Los hechos de la semana pasada en el ejido Nuevo Mieleras de alguna manera se convirtieron en señales de alivio para un amplio sector de la sociedad civil de Torreón que está en contra, o por lo menos tiene dudas sobre la posibilidad de que los agentes de Tránsito y Vialidad porten armas de fuego.
El hecho de que un policía de élite adscrito al Grupo de Reacción Torreón haya disparado su R-15 en contra de un ciudadano que se encontraba indefenso, en el suelo y boca abajo, despertó las dudas sobre lo que pasaría con los agentes de Tránsito ante una situación de estrés con algún automovilista.
Hasta ahora, la idea del alcalde Román Alberto Cepeda para armar con capacidad de fuego a los agentes viales, parece que no tiene futuro.
El diputado Antonio Attolini Murra dio señales de vida luego de su segunda semana de vacaciones en menos de un mes, y lo hizo con un pronunciamiento para evitar que el homicidio de Rolando Medina Puentes, en el ejido Nuevo Mieleras de Torreón, a manos de un policía de “élite”, no quede en la impunidad.
Posiblemente víctima del ‘jet lag’, el diputado de la mascada seguramente no se enteró que el policía señalado como responsable de la muerte del profesionista se encuentra detenido y que ante las evidencias y testimonios que reunió la Fiscalía General del Estado, un juez lo vinculó a proceso penal y programó la audiencia intermedia para el 14 de juliio, de tal manera que el caso está lejos de quedar impune.
En lo que sí tiene razón, es en la falta de castigo para el ayuntamiento de Torreón, por reprimir a familiares de Rolando Medina en una manifestación, días después de su asesinato.
En política, los signos y síntomas se notan y más en los momentos de definición.
Es el caso del diputado Felipe González Miranda. A nadie le queda duda de su cercanía con el alcalde Román Alberto Cepeda, pero también de que no tiene empacho en acercarse a la causa social y política gobierno estatal, cuando la ocasión lo requiere.
Pobre Felipe, entre el ir y venir de la política torrenense ya no sabe si al acudir a un evento, debe ponerse o no el chaleco verde de Mejora Coahuila, el programa de asistencia social insignia del gobierno del estado.
El caso es que este martes el alcalde encabezó un evento de carácter social, con buena carga de beneficiarios de Mejora y los chalecos verdes se hicieron presentes… menos, el del diputado González Miranda. Por lo visto, Felipao, como lo llaman, sólo tiene listo el ‘outfit’ para las giras del gobernador.
La presión social surtió efecto y el gobierno federal cedió: este miércoles se suspende el trasvase de agua desde la presa La Amistad. El logro no es menor si se considera que el embalse se encuentra en su nivel más bajo en la historia reciente y que, aún así, pretendían extraerle 120 metros cúbicos por segundo. El gobernador Manolo Jiménez Salinas se movió rápido, respaldó al alcalde de Acuña, Emilio de Hoyos, y entró en contacto directo con la Conagua, Agricultura y Gobernación. El resultado: la Federación aceptó frenar la operación y sentarse a la mesa. Más allá del gesto político, lo importante es que se priorizó el consumo humano, se reconoció la gravedad de la sequía y se abrió una ruta para recuperar el nivel de la presa.
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