Luz al final del túnel

En lo que parece ser, ahora sí, la luz al final del tenebroso túnel por el que han transitado ya por años la empresa acerera Altos Hornos de México y la economía de las regiones Centro y Carbonífera, la semana pasada hubo dos noticias por demás importantes para el futuro de la siderúrgica.

Por un lado, se dieron a conocer los nada halagüeños resultados del segundo trimestre del año. Por otra parte, y lo que miles esperaban, la convocatoria a la Asamblea General Ordinaria de Accionistas.

En el orden del día, figuran la formalización del cambio de control en la administración de la empresa, que significa que finalmente se concreta la alianza con el Grupo Afirme de Julio Villarreal, que permaneció estancada meses y meses que s antojaron larguísimos.

Cuestionamientos

Ante lo que se avizora como el resurgir económico y social de aquella parte de Coahuila, muchos son los cuestionamientos que surgen para quien movió los hilos a su antojo y poniendo por encima del hambre de miles de familias sus intereses: Alonso Ancira Elizondo.

Y aunque el “hubiera” no existe, muy distinto sería para AHMSA si este polémico e icónico personaje que hizo las veces de gobernador y respaldo también de alcaldes hubiera manejado distinto a la empresa, buscando mejores condiciones de funcionamiento, en lugar de dar sin límite contratos a familiares y amigos.

Y en lugar de mantener la suspensión de pagos a proveedores durante 15 años ahorcándolos y llevando a la quiebra a muchos, podría haber negociado con cientos de acreedores y clientes para beneficio de todos los involucrados.

En lugar de inversiones superfluas en aviones, barcos y autos de lujo o inversiones innecesarias fuera del país, podría haber financiado el mejoramiento de la infraestructura de minas y darles el adecuado mantenimiento a las diversas plantas, hoy obsoletas en tecnología y costosas en su operación.

Son muchas las preguntas que se pueden hacer al ahora avecindado en San Antonio, Texas, por haberse acabado totalmente a una empresa que bien podría ser orgullo nacional. Pero el “hubiera” no existe, y ahora las esperanzas están cifradas en la nueva administración, al igual que la suerte de miles de familias coahuilenses.

Pintados de amarillo

Lo venían diciendo desde hace tiempo las autoridades: la pandemia no ha terminado, y a pesar de la reapertura de muchos establecimientos, empresas y comercios, lo más peligroso era el relajamiento de las medidas de prevención para evitar contagios por

Covid-19.

Ahora la tercera ola ha golpeado, y con fuerza, a muchos estados, y Coahuila no es la excepción. Los niveles diarios de contagio están llegando a cifras similares a las que se tuvieron a principios de este año, y por ello es muy posible que la entidad pase a semáforo amarillo, luego de cuatro meses en semáforo verde, advirtió el secretario de Salud en el estado, Roberto Bernal.

No hay marcha atrás en la reactivación, pero se volverán a endurecer las medidas para quienes creen que ya se puede hablar del coronavirus en pasado.

No habrá cabalgata

Por lo pronto, el Subcomité de la Región Carbonífera ya anunció que no habrá ni cabalgata ni feria en Sabinas, dos de los eventos más importantes del año en esa parte del estado.

Tampoco se autorizó un evento masivo con grupos musicales en la plaza principal de ese municipio que dirige Julio Iván Long, mientras que algunos otros que ya habían sido previamente autorizados, serán vigilados estrictamente para que se cumpla con los aforos y medidas sanitarias ya conocidas por todos.

Aquí no aplicará la ley seca

El día de ayer circularon en redes sociales fotografías de una cadena comercial en la que se advertía sobre la prohibición de la venta de bebidas embriagantes, debido a la tan traída, llevada y desdeñada consulta popular, para enjuiciar a los expresidentes, lo que despertó la inquietud entre la gente de la ciudad. Por la venta de alcohol, no por la consulta o su resultado.

Pero esas fotografías pertenecían a tiendas de Nuevo León, donde el estado sí determinó aplicar la llamada ley seca.

En Coahuila, desde la semana pasada, el Gobierno envió un comunicado en el que el secretario de Gobierno, Fernando de las Fuentes, señala que la prohibición de la venta y consumo de bebidas alcohólicas no es una disposición obligatoria en materia de consulta popular. Tomando en cuenta que el de los restaurantes y bares es uno de los sectores que apenas empiezan a recuperarse del desastre económico provocado por la contingencia sanitaria.

¿Y la asociación apá?

Ha pasado prácticamente un año desde que falleció por Covid el eterno presidente de la Asociación de Padres de Familia, Héctor Mario Zapata, quien ocupó diversos cargos en el servicio público, pero nunca soltó las riendas de esta asociación cuyas oficinas estuvieron ubicadas en la calle Chiapas, en la Colonia República.

Pero pareciera que al doctor ni muerto hay quién le dispute esa asociación que desapareció de la faz de la tierra.

Su ausencia reviste importancia a un mes de iniciar el próximo ciclo escolar, y los directores están más que listas para exigir, no pedir, las cuotas escolares en instituciones públicas, abusando de la precaria situación económica de muchos padres de familia. ¿Y ahora quién podrá defenderlos?