Fue una jornada de simulación para el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González. Por la mañana, presentó la terna de “aspirantes” –así, entre comillas– a la gerencia general del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS).
Como candidato número uno, nombró a Rogelio Vizuet Fragoso, actual contralor del organismo encargado de operar el sistema de agua de la ciudad, y en segundo lugar, al secretario técnico, Julio Fisher Almaraz, es decir, los dos de casa, e integrantes de la estructura del Sistema.
El tercer aspirante que mencionó fue Roberto Escalante, quien hace dos semanas dejó la dirección del Sistema Integral de Mantenimiento Vial (SIMV), donde ahora despacha Víctor Navarro.
Todo esto fue en la mañana, pero para media tarde la situación estaba resuelta: el Consejo de Administración del SIMAS eligió a Roberto Escalante. ¡Vaya!, ¡qué sorpresa! El gallo de “Robán” –así le dice Attolini–, electo por unanimidad.
Por cierto, durante la presentación de los tres “aspirantes” a la gerencia general del SIMAS, se dieron a conocer detalles sobre la trayectoria académica de cada uno. Desde la profesión que ejercen, hasta la universidad de la que egresaron, pasando por maestrías, diplomados y cuanta capacitación más hayan tomado.
Pareciera que muy a pesar de “Robán”, detenerse un poco y cuidar que los próximos funcionarios sean profesionistas, con todas las de la ley, forma parte del “Efecto Attolini” en la administración municipal, por aquello del ‘show’ que el diputado de Morena armó en contra del secretario del Ayuntamiento, José Elías Ganem Guerrero, quien todavía no encuentra la cédula profesional como abogado.
La detención de los implicados en el intento de asesinato de una mujer en la colonia Alamedas, entre ellos el esposo de la víctima –y autor intelectual–, dejó al descubierto que la coordinación con autoridades estatales de la que tanto se habla en el gobierno municipal, es literalmente puro cuento.
Se sabe que policías municipales a cargo de César Perales estuvieron al tanto de los hechos, pero lejos de colaborar con la Agencia de Investigación Criminal y la Policía del Estado, voltearon la vista para otro lado.
Los policías de Coahuila se desplegaron hasta Ciudad Juárez, Chihuahua, para localizar y detener a quien presuntamente disparó. “En Ciudad Juárez, imagínate; fue como buscar una aguja en un pajar, pero lo atoramos”, dijo uno de los agentes que participó en la operación.
Como la Policía Municipal trae su propia agenda, no sería extraño que por estos días haya un mayor despliegue estatal en Torreón.
El primer día de la nueva era de Donald Trump como presidente de Estados Unidos pasó en Coahuila sin sobresaltos. En Piedras Negras, los migrantes de Centro y Sudamérica siguen esperando su turno para una cita que podría abrirles la puerta como refugiados, mientras el precio del dólar mostró apenas un vaivén que no encendió alarmas.
Sin embargo, la aparente tranquilidad no relaja a las autoridades. El gobernador Manolo Jiménez reiteró que su gobierno está preparado para enfrentar una eventual deportación masiva. El plan contempla atención inmediata y traslado ordenado de los deportados a su lugar de origen. Por ahora, Coahuila respira.
Más sobre esta sección Más en Coahuila