Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
He hecho cosas que han lastimado a otros: Justin Bieber María Julia Lafuente anuncia que se retira de la televisión Libera juez a operadora financiera del Cártel Jalisco Detienen al alcalde de Newark, Nueva Jersey, frente a centro de detención de migrantes Ceci Flores responde a denuncia en su contra, “jamás me voy a esconder” He hecho cosas que han lastimado a otros: Justin BieberMaría Julia Lafuente anuncia que se retira de la televisiónLibera juez a operadora financiera del Cártel JaliscoDetienen al alcalde de Newark, Nueva Jersey, frente a centro de detención de migrantesCeci Flores responde a denuncia en su contra, “jamás me voy a esconder”

Zócalo

|

Clasificados

|

Información

< Clasificados

Clasificados

Los tesoros perdidos de Saltillo

  Por Claudia Olinda Morán

Publicado el jueves, 22 de julio del 2010 a las 14:00


A pesar de su valor, que los llevó a ser considerados como patrimonio histórico de Saltillo

Saltillo, Coah.- A pesar de su valor, que los llevó a ser considerados como patrimonio histórico de Saltillo, por lo menos 24 sitios representativos de la ciudad se encuentran en el abandono, empañados por la basura y el grafiti.

Zócalo te presenta en una de tres partes los primeros ocho sitios.

Hace más de un siglo, la capilla de la Virgen de Guadalupe formaba parte de la antigua hacienda Las Torrecillas, justo detrás de la actual Delegación Norte de Policía, sobre el bulevar Colosio; ahora sus muros de adobe y techos de viguería son una bodega sin más valor que sus propietarios, en litigio con la Iglesia, quieren darle.

Para el padre Enrique Ríos, encargado de la regularización de las propiedades eclesiásticas de la Diócesis de Saltillo, la parroquia en Torrecillas es el mayor problema legal al que se enfrenta la Iglesia.

Hace siete años, asegura, el presunto dueño del templo, de apellido Siller, se presentó intempestivamente en el lugar.

 “El señor llegó y les dijo ‘saquen todo, estos son mis papeles’ y hubo el desalojo, y lo que se está haciendo en sí es que la comunidad quiera recuperar eso y el que estuvo en diálogo con las familias fue el padre Fernando Liñán, pero el aviso ya lo dimos a la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario Federal y están revisando el asunto”.

“Es el templo con el problema más fuerte que hay, lo que se está haciendo ahora es primero ver cómo podemos demostrar que es en sí un lugar de culto público, vía administrativa, planos, fotografías e inventarios”.

 La Dirección de Patrimonio, asegura, va a notificar a los vecinos para emitir el certificado de uso que atestigua al templo como lugar de culto público. Sin embargo, tan sólo para llegar al lugar deben atravesarse propiedades privadas cuyos dueños no permiten el ingreso, e incluso se muestran hostiles ante la presencia de los medios de comunicación.

 “Semos los dueños (sic), es propiedad privada y no pueden tomar fotos, eso es una bodega, dónde dice que es patrimonio histórico, no es patrimonio de nada, es de nosotros”, señalaron los presuntos propietarios amagando con utilizar a los perros y ostentándose como la familia Siller.

Jurídicamente, señala el padre Enrique Ríos, se está creando el expediente.

 “El párroco Raúl Ramos y Fernando Liñán, que estaban dándole seguimiento a esto, están muy interesados y ha habido diálogo, pero estamos viendo lo del expediente. Lo que sí, cuando vaya a dictaminar lo va a hacer la Dirección General de Patrimonio federal, que lleva alrededor de siete años con este problema legal, y esperamos que pronto puedan tener solución”.

Pero en tanto esto ocurre, el templo se encuentra abandonado, sin cuidados, prácticamente desconocido para los saltillenses, y aunque se señala que junto con otras construcciones de adobe que lo rodean tiene un valor paisajístico, no hay autoridad que demande su conservación.

El conjunto histórico Torrecillas, además de las comunidades de Los González, Los Valdés y Los Rodríguez, que conservan algunas casas tradicionales y muros de adobe que datan desde los siglos 17, 18 y 19, le da un valor especial a la zona, a grado tal que fue propuesta para conformar la denominada Ruta de las Haciendas.

Dicha ruta, mediante franjas arboladas con nogales a los lados de los caminos, uniría los conjuntos históricos que van desde San José de los Cerritos hasta los Rodríguez y los Valdez, convirtiendo la zona en una especie de poblado “típico” de un alto valor histórico.

RUTA DE LAS HACIENDAS

Hasta antes de la llegada del ferrocarril en 1880, los recorridos entre Saltillo y San Antonio Texas se hacían a través de la ruta conocida como Camino Real, que unía las principales villas de Coahuila con las misiones franciscanas del río Bravo y San Antonio.

Dicha ruta, a lo largo de 400 km, es una parte fundamental del patrimonio arquitectónico y cultural de Coahuila y del noreste de México, ya que al paso de los viajeros se crearon sitios para abastecerse de agua o alimentos, de descanso para los caballos en numerosas haciendas de las cuales aún hay vestigios históricos.

Dichas haciendas fueron el inicio de pueblos como Santa Rosa María del Sacramento (ahora Múzquiz), San Pedro Gigedo (Villa Unión), Cuatro Ciénegas y San Andrés de Nava, y ese Camino Real nace en Saltillo, en San José de los Cerritos.

1.- SAN JOSÉ DE LOS CERRITOS

En el siglo 19 la capilla de San José de los Cerritos formaba parte de la Hacienda San Diego del Mezquital, propiedad de Santos Rojo, fundador y vecino de Saltillo. Frente a la capilla aún existe lo que era la casa principal de la antigua hacienda y otras viviendas de adobe que pierden la batalla contra el concreto y el grafiti.

La poca conservación del entorno hace que lo que podría ser un poblado típico se convierta en una mezcla de materiales, fachadas y remodelaciones, como la colocación de un kiosco, sin ningún orden ni control.

La hacienda de “Los Cerritos”, como se le conocía, era famosa por sus manantiales. La capilla del templo data de la segunda mitad del siglo 19, cuenta con un coro alto y techo de viguería; su retablo es neoclásico y en la sacristía se conserva una pintura de San Felipe de Jesús fechada en 1898.

En este sitio nace un camino conocido como “de los Molinos” y después como “de las Fábricas”, que termina en Los González, pasando por La Aurora, La Libertad y la Hibernia, que haría del sector un poblado típico de gran atractivo turístico.

2.- LA AURORA

A este lugar –según los historiadores y los vestigios documentales que existen– podría debérsele el origen y la fundación de Saltillo, ya que era conocido como el “Ojo de Saltillo” y más tarde como el “Ojo Grande”, del cual brotaban las denominadas Aguas Navarreñas que movilizaron los molinos de trigo de la época virreinal.

Después alimentaron a la fábrica de textiles La Aurora y los molinos de La Purísima y El Porvenir a mediados del siglo 19; la arquitectura local y los vestigios que aún quedan con molinos y acueductos, hacen del lugar balnearios naturales con vocación turística, sin embargo desperdiciados.

También persisten en la zona el templo del Sagrado Corazón, de finales del siglo 19, un cementerio con criptas de principios del siglo 20, unas cuevas de origen misterioso, acueductos, muros de adobe y el Parque Ecológico El Paraíso, sin embargo, nada de ello es rescatado como atractivo turístico.

Los Muros de la antigua Nogalera están recubiertos de cemento y los arcos dañados por el grafiti y construcciones cercanas. Los vecinos del lugar señalan que se instalará una tienda de conveniencia, que terminará por aniquilar el aire típico del lugar que aún se conserva.

3.- LAS TORRECILLAS

 Desde el bulevar Colosio, justo detrás de la Comandancia Norte de la Policía Municipal, se observa la llamada “Loma de Las Torrecillas” y ubicada en la cima la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, ahora convertida en una bodega de los “propietarios” del lugar, mismo que lleva ya siete años en litigio.

La antigua hacienda de Las Torrecillas tiene antecedentes en el siglo 18; en la capilla se observa la fecha de 1906. Construida con muros de adobe y techada con viguería y terrado aún se conserva en pie, pero oculta entre propiedades privadas de difícil acceso.

Según los documentos del Decreto de Protección como Conjunto Histórico, tras el altar hay un retablo de madera en color blanco con detalles dorados. En su entorno: Sobre el cerro hay dos construcciones de finales del siglo 19, pero aunque en conjunto la propiedad tiene un valor paisajístico, ésta no puede ser aprovechada como tal.

Tras el desalojo de la iglesia hace siete años por intervención de los presuntos propietarios, el hecho de que ahí se haya celebrado culto público durante más de un siglo no significa la salvación de este templo, patrimonio de los saltillenses.

4.- LOS GONZÁLEZ

Pasar por el bulevar Los González aún parece un viaje en el tiempo, aún persisten fachadas de adobe y madera, y un templo dedicado a San Pedro que data de 1922; sin embargo es muy poco lo que queda de la historia de este lugar, que perteneció originalmente a la hacienda de Santa Ana.

Su casco principal corresponde al actual poblado de La Hibernia, la parte de los González al ser divida se conoció como de San Juan Bautista ó simplemente “de los González”.

En el templo dedicado a San Pedro, que convive con muros de adobe a medio caer e incluso una gasolinera, se encuentra una inscripción sobre la mesa del altar que dice: “Consagrada por el Ilustrísimo Obispo Echavarría, agosto 1922”.

Jesús María Echavarría y Aguirre, tercer Obispo de Saltillo, se encuentra en proceso de canonización.

5. LOS VALDéS

El sector de los Valdés formó parte también de la antigua hacienda de Santa Ana de los Valdez ó Valdeses, y aparece citada como poblado desde 1785; en el siglo 19 tuvo un gran auge agrícola del que aún se conserva el casco de una antigua hacienda, ya casi irreconocible.

Las puertas y ventanas de ladrillo y con herrería de la época “avisan” del sitio al que precede el moderno templo de Santiago Apóstol Los Valdés, que contrasta con la construcción de adobe abandonada con un letrero que dice: Unidad Religiosa Fuego Nuevo Femenil número cinco”.

En el entorno, sin ninguna identificación, persiste el casco de una hacienda antigua, casas tradicionales y trojes de madera de la época.

6.- LOS RODRÍGUEZ

 De la antigua hacienda de Los Rodríguez sólo quedan las tapias de adobe, nogalares y la iglesia de Santa Ana, conservada a expensas de la comunidad que lucha por mantenerla en pie.

Un incendio puso a prueba su fe evitando que las llamas consumieran la pintura tras el altar: un lienzo de santa Ana, posiblemente del siglo 19. Al lugar se arriba por calles irregulares, sin señalizar la importancia del templo que aún conserva la viguería, el espacio para el coro en madera que originalmente era una galera para almacenar grano.

Según la tradición local, el templo pudiera tener más de 200 años, y aunque presenta una hueco en el piso, esto es porque los pobladores, empeñados en su conservación, aún no encuentran el tipo de mosaico que se requiere para mantener la construcción original.

En el entorno persisten las casas tradicionales y bardas de adobe dañados por el grafiti, el tiempo y la modernización.

7.- RANCHO DE PEÑA

Este sector al norte de la ciudad también formó parte de la hacienda de Santa Ana de los Rodríguez, y aunque no se conocen antecedentes virreinales del sitio, aún se conserva el casco de una antigua hacienda con una capilla en su interior.

Aunque son pocos los vestigios de historia que persisten, de los cuales se conoce sólo la fachada, al preservar este sitio histórico, se asegura en el decreto, se conservaría la identidad y la justificación del nombre de esta parte de la ciudad.

8.- PUENTE LOS CÁRDENAS

 Este tesoro de Saltillo está escondido justo bajo el tramo norte de la carretera Monterrey-Saltillo y la entrada al Campestre, el Puente Los Cárdenas, único en su género tanto en antigüedad como en antecedentes históricos.

 El documento “Anuario Coahuilense para 1886” establece como fecha de construcción el año de 1823, mencionando que un año antes, a “moción” del llamado “Padre del Federalismo”, Miguel Ramos Arizpe, se acuerda la construcción de un puente de piedra con un presupuesto de 11 mil 500 pesos de entonces.

Dicha suma se consiguió por medio de cooperaciones a las que también contribuyó el cura Mauricio Alcocer, párroco de San Nicolás de la Capellanía.

El puente, que a diferencia de otros de la ciudad resistió incluso los embates del huracán “Alex”, está dañado por el grafiti y el olvido, porque si bien se arregló la zona visible de esta área con una especie de jardineras, no se reconoce la existencia de esta joya arquitectónica en el lugar, y ni siquiera hay un espacio para detenerse a conocerlo.

Es así como construcciones invaluables para Saltillo permanecen en el olvido, pues aunque por decreto fueron nombradas patrimonio de la ciudad, ahora casi nadie se acuerda de ellas.

Notas Relacionadas

Fallece Reynaldo Villarreal, empresario fundador de Grupo Chen

Hace 5 dias

Más sobre esta sección Más en Clasificados