En la última junta de Cabildo de Monclova fueron definiendo los temas que quedarán en el tintero.

No se construirá el edificio de Seguridad Pública que estaba programado para esta administración.

Mario Dávila reconoció y confirmó que también quedará pendiente el área de Gobierno que significaba terminar el edificio que dejaron en obra negra desde hace varias administraciones.

Tal vez no sea por falta de dinero, porque en cuentas bancarias hay 91 millones de pesos.

Sería la primera vez en la historia que un alcalde deja en cuentas semejante cantidad de dinero… si es que eso sucede.

FESTEJO EN MONCLOVA

Al que vieron por Monclova fue a Manolo Jiménez.

El primer priísta de Coahuila llegó para el festejo de Carlos Villarreal, el agradecimiento para quienes le ayudaron a ganar en la pasada elección.

Manolo y el alcalde electo saludaron a todos los asistentes, los escucharon e hicieron el compromiso de seguir trabajando en equipo.

El agradecimiento, la cercanía con la gente, es lo que más vale para cualquier político.

AMIGOS

Más allá del festejo, del agradecimiento, lo que dejan claro es la cercanía que habrá entre el gobernador y el alcalde para la siguiente administración.

Para nadie es un secreto que Manolo Jiménez y Carlos Villarreal son amigos y no de ahorita.

Eso servirá en mucho para mandar a Monclova al siguiente nivel.

DESATENCIÓN

A propósito de la cercanía con la gente, con la militancia, es lo que el PAN dejó de hacer y al final del día los llevó a la derrota.

Chocan las declaraciones al interior del PAN.

Para el Secretario General del Comité Directivo Estatal, Elisa Maldonado ha hecho un extraordinario trabajo ante el rompimiento de la alianza partidista local y la integración de las candidaturas a alcaldías.

Que la principal preocupada para la mejora del PAN es ella, ya que está avocada a la escucha de los principales liderazgos al interior del partido.

Sin embargo, a ras de tierra, de lo que habla la militancia es de la desatención de Elisa.

No recibe llamadas de nadie, no atiende a quienes la buscan, justo lo que les sugieren hacer para revivir.

GANA CON 25 MIL PESOS

Con 25 mil pesos que le mandaron del Comité Directivo Estatal de Elisa Maldonado, fue como Víctor Leija enfrentó su elección.

Obviamente eso no fue lo que se gastó el ahora alcalde electo, pero fue la cantidad que la dirigencia estatal consideró suficiente para las actividades proselitistas en Cuatro Ciénegas.

Contrasta con lo que Elisa, suponen que influenciada por el flamante estratega político, Alfonso Garza, destinó para Monclova.

De las arcas del CDE mandaron 4 millones de pesos, no escatimaron en nada y casi todo se habría destinado para las encuestas del fallido asesor político.

EL MEJOR EVALUADO

Flaco favor le hacen a Roberto Piña creer, después de la vapuleada electoral que le dieron, que está situado dentro de los primeros 20 alcaldes de México mejor evaluados.

De nada le sirve estar, según una encuesta de Mitofsky, entre los mejores 7 presidentes municipales emanados de Morena.

La pregunta que muchos se hacen: Si es de los mejores alcaldes evaluados, ¿por qué perdió en la elección?

Y rematan: De perdido hubiera perdido por un mínima cantidad de votos, pero ese Alcalde, de los mejores evaluados, lo mandaron hasta el tercer lugar.

LAS RESES DE HOY

Es una sabia frase política: “Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”.

Y como en la juventud todos pueden ser repelentes a la sabiduría de los viejos, hasta que la realidad les pega.

Hay quienes en el apogeo de su poder, son unos carniceros eficientes, de los que no dejan res viva, o por lo menos herida.

Políticos que hacen a esas reses sangrar, las acorralan y azotan, hasta que tocó el cambio de papeles.

Eran aquellos tiempos cuando Rubén Moreira arrancó a militantes de otros partidos para sumarlos al PRI para verse más poderoso o restarles poder a los contrarios.

Llegó el momento en el que se asumió como dueño de la verdad y de las mayorías, ahora mira cómo sus diputados federales comienzan a migrar hacia Morena.

Se van, tienden puentes, se acercan y se dejan querer.

El que arrebató ahora mira cómo le arrebatan.

No falla, los carniceros de ayer se vistieron de reses.