Fue una pantomima, como se dijo en este mismo espacio el 18 de junio, a propósito de la visita presidencial de Claudia Sheinbaum y López Obrador a San Juan de Sabinas.

El rescate sin rescate de Pasta de Conchos, como ha quedado demostrado en los últimos días, constituye una perla más al rosario de iniciativas kafkianas en el sexenio que concluye; como la refinería que no refina, la rifa del avión sin avión o el gas Bienestar sin gas, entre muchas otras identificadas. Trucos de ilusionismo.

Contrario a ello, sin embargo, el negocio del carbón continúa su curso habitual. “El segundo piso de la transformación” será, en todo caso, el cambio de bolsillos beneficiarios.

En días pasados, 27 y 28 de junio concretamente, la Comisión Federal de Electricidad requirió una serie de 22 contrataciones dirigidas, a manera de licitación pública. Se trata de 11 para la Central Termoeléctrica José López Portillo, de Nava, y 11 más para Carbón II, en el mismo complejo coahuilense.

Un proceso exprés, como es costumbre, el cual se desarrollará el 4 de julio en su totalidad y se deliberará el próximo lunes, día 8 del mismo mes. La novedad es el hielo a los Flores Guerra, luego de un periodo dorado que les representó contratos por alrededor de 4 mil millones de pesos de 2020 a 2024 entre las empresas de la familia y otras vinculadas.

¿Eso significa que los congelarán todo el próximo sexenio? No cante victoria, pues el negocio del huachicol de piedra es el equivalente al garrote y la zanahoria. Hay en cambio nuevos jugadores y otros viejos que regresan luego de años en la banca.

Con diferentes cantidades, en cuanto a toneladas de mineral “con las características de la región de Sabinas”, las cuales varían entre 30 y 50 mil por participante, han sido convocadas 21 sociedades mercantiles.

Entre los veteranos destaca Sanluba, Coal del Norte, Minera el Retoño, Cía Yepal, Consorcio Oasis Minería y Transporte, Minera Epce, Minerales y Transportes, Prestadora de Servicios y Productos Industriales KYA, Cía Fervim Ingeniería, Grupo Industrial Guerra y Asociados, y Grupo Constructor de la Carbonífera.

Entre los nuevos, la mayoría constituidos a partir de 2019, figura Extracciones de la Región Carbonífera, Comercializadora Recabsa, Industrial de Carbón Signum, Minera Elma, Cortes y Estructuras Agujita, Compañía Minera Marma, Freelight Energías Renovables, Minerales Energéticos e Industriales, Minerales el Borrego, y Machinen.

Otro de los que vuelve a la repartición es Compañía Minera Zapalinamé, de los herederos de Armando Guadiana. A la persona moral le solicitaron, como no sucedía desde 2016, 54 mil toneladas de carbón mineral; 18 mil este año y 36 mil para el siguiente. Unos 60 millones de pesos.

Previamente, si no lo recuerda usted, la CFE le adjudicó 32 millones 828 mil pesos el 18 de marzo de 2021, para la “perforación de pozos para pruebas de bombeo, obtención de núcleos, instalación de piezómetros y apoyo en maniobras para pruebas in situ en el proyecto Pasta de Conchos”.

Si bien el finado senador no era socio de la razón social beneficiaria (la cual pertenece a su sobrino, César Ariel Rodríguez Guadiana) esta sí forma parte del consorcio Minsa (Materiales Industrializados, S.A. de C.V.) del cual era dueño y presidente de la asamblea de socios.

 

 

Cortita y al pie

Ya existían otros contratos transexenales de carbón formalizados en febrero del presente año por CFE, cuya vigencia es el 29 de diciembre de 2025, por 2 mil 968 millones de pesos.

En esa ocasión, los favorecidos por invitación restringida fueron Desarrollos Carboneros Mexicanos y Beneficios Carboneros AJ, de Régulo Zapata, y Grupo Industrial Guerra y Asociados, La Sierra Minería y Transporte, Minerales Don Chilo, y Minerales Amarani, todas del diputado Antonio Flores Guerra.

 

La última y nos vamos

Como se publicó aquí el 18 de junio, la cantidad invertida en Pasta de Conchos rebasa ya 2 mil 450 millones de pesos. Y no era la causa social lo que importaba para el régimen, sino la comunicación política. El simbolismo. Simular hacer lo que otros no y comunicarlo, genera expectativas a futuro, nunca aterrizar en el presente, culpar al pasado.

Originalmente se proyectaba concluir el “rescate” el 23 de diciembre de 2023, pero el sexenio ya no fue suficiente. Ahora sólo queda la necropolítica, o sea lucrar con los muertos y sus restos.

Si la voluntad del Gobierno federal por la no repetición de accidentes laborales en las minas de carbón fuese genuina, el modelo de negocio que perpetúa la CFE ya hubiese sido modificado en su oportunidad, pero no.

Rescate no hubo, carbón sí. La rueda sigue rodando y los invitados al convite van por turnos. Calorcito para unos, frío para otros, como en cualquier orden de Gobierno. Los que siguen han sido llamados para acercarse a la mesa. Es cíclico.