Cada uno reúne cualidades muy especiales y fueron el soporte de la formación de cientos de coahuilenses y otros jóvenes venidos de entidades vecinas o lejanas.

El Ateneo Fuente es una institución de educación media superior ubicada en Saltillo, la cual hizo acreedora a esta ciudad con el mote de La Atenas de México. Es la primera preparatoria construida en todo el país.

Gilberto Duque Medina fue el férreo enseñador del idioma inglés en el Ateneo Fuente de Saltillo, a quien muchas personas recuerdan con gran cariño, quien al término de su extraordinaria labor como maestro del Ateneo, instaló una famosa librería por la calle Zaragoza, denominada “la calle de las librerías”.

Enrique Castilla, quien con una varita en mano, con la cual no golpeaba a nadie, intentaba que los alumnos aprendieran geografía.

Leopoldo Medina tenía un método práctico, quien con paciencia y excelente manera enseñaba e introducía a los muchachos ateneístas a la práctica de las matemáticas.

Don José García Rodríguez, por algún tiempo director de la institución, se encargaba también de dar clases. En lugar de texto, los alumnos conocieron la belleza literaria con apuntes preparados por él.

Guillermo Meléndez Mata, maestro de periodistas, fue también mentor de la institución en las materias de Literatura Española y Ética; luego sería fundador y director de la Facultad de Trabajo Social.

El exbeisbolista cubano Abraham Curbelo, era el responsable de la disciplina y el trabajo mediante la enseñanza del deporte. Un estadio deportivo lleva el nombre de este maestro en la ciudad de Saltillo.

El doctor Francisco Huaraca de la O era el maestro de Anatomía del Ateneo Fuente, quien con sus enseñanzas orientó a muchos estudiantes por el camino de la medicina. Sus clases eran parecidas a las de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Era famoso un poblano avecindado en Saltillo que quería mucho a la ciudad y a sus habitantes, el profesor Ildefonso Villarello Vélez, experto en las clases de latín, griego e Historia. Mucho le deben la Universidad Autónoma de Coahuila y los universitarios a don Ildefonso.

El licenciado Severiano García “El Chato” impartía las clases de Psicología e Inglés, más lo interesante de sus clases era la lógica que utilizaba en sus argumentos, además dueño de muchas anécdotas que son del dominio público en Saltillo. Una vez puso a dibujar a los alumnos en el pizarrón una silla y pasó un alumno al que decían “El Chicalón”, a quien una vez terminada su obra le dijo “El Chato Severiano”: “¡A ver, siéntate en ella!”; los alumnos soltaron la carcajada al ver al “Chicalón” rodar por el suelo.

La enseñanza premilitar la daba el capitán del Ejército Mexicano, Máximo Vilchis, que en aquellos años se impartía en el Ateneo. Él, como Villarello y Curbelo, vino de lejos, se enamoró de una chica saltillense y de la ciudad.

Arturo Monada Garza, era maestro de las clases de América en la secundaria y de Teoría del Conocimiento en el bachillerato. Su amplia cultura, su aspecto jovial y su interés por las clases hacían que el maestro Moncada Garza fuera querido y respetado por sus alumnos. Con un alto sentido social, subía a los alumnos en su automóvil rumbo al Ateneo en una época en que era deficiente el transporte público.

Hubo varios secretarios en el Ateneo Fuente, hoy sólo quiero señalar a uno que fue ejemplo de trabajo y dedicación, quien a altas horas de la noche cumplía con su labor y en la mañana muy temprano ya estaba en la institución presto para servir ampliamente, José H. Solano, “Solanito”.

Muchos y muy buenos maestros se quedan en el tintero (pendientes de mencionar) para recordarlos en otra ocasión.

Esta excelente institución seguramente tiene muchas historias que contar respecto a su edificio, sus egresados, sus ilustres maestros e importantes acontecimientos. El 1 de noviembre de 2023, la Escuela de Bachilleres Ateneo Fuente de Saltillo conmemoró el 156 aniversario de su fundación como institución educativa de gran calidad.