Fue la noche del jueves cuando la afectada, de 33 años de edad, solicitó ayuda a los oficiales, a quienes les indicó que desconocía el paradero de su hijo. Señaló que a las 21:00 horas su hijo cumplía con su jornada de trabajo en un establecimiento comercial del ejido Lucero, municipio de Tlahualilo, Durango, y le pareció extraño que no regresara a la hora de costumbre.
Pasaron algunas horas y, al no poder contactar vía telefónica con su hijo, el temor y la incertidumbre la invadieron. Tras buscarlo por las cercanías sin obtener resultados, decidió marcar al número de emergencia 911.
Agentes acudieron a lugares que menor frencuentaba
Al tener conocimiento del hecho, los efectivos actuaron conforme al protocolo de búsqueda, acudiendo a diferentes lugares que el menor frecuentaba. La búsqueda se prolongó durante toda la noche, sin descanso, mientras la angustia de la madre aumentaba con cada minuto que pasaba.
Ya por la mañana, a las 07:00 horas, la mujer, completamente desesperada, recibió la noticia por parte de los agentes de que su hijo había sido localizado a salvo. Se encontraba con su amigo en el sector donde se ubica la dispensadora de agua de la comunidad rural.
El menor no logró encontrar transporte para regresar a su casa
Según indicaron las autoridades, ambos jóvenes habían decidido pasar la noche en ese lugar después de que el menor no lograra encontrar transporte para regresar a su hogar. Aunque fue una situación de gran estrés, todo quedó resuelto sin incidentes graves.
El caso resalta la importancia de contar con un protocolo de búsqueda eficiente para casos de desapariciones, lo cual permitió una pronta localización del menor y tranquilizó a la madre que, durante horas, estuvo en un estado de profunda preocupación.