El canciller alemán, flanqueado por las banderas de la Unión Europea (UE) y la alemana en la Cancillería, recordó que en plena Guerra Fría, en la década de 1970, los Estados occidentales y el bloque soviético acordaron que las fronteras no se pueden mover por medio de la violencia.
Con la invasión rusa de Ucrania en 2022, Moscú infringió este principio, continuó Scholz, que destacó que él mismo calificó este momento como un “cambio de era”, ya que tuvo como resultado el regreso de la guerra al corazón de Europa.
Scholz enfatizó que Alemania, junto con sus aliados y, entre ellos, Estados Unidos a la cabeza, está apoyando a Kiev en su defensa frente al ataque ruso “para proteger la soberanía y la integridad de Ucrania y el principio de la inviolabilidad de las fronteras”, el cual “está vigente y es la base del orden de paz”.
“ No se puede ni debe tocar este principio”, subrayó, en un mensaje inusualmente directo a Trump.
El canciller también aludió a la demanda del presidente electo de que los miembros de la OTAN incrementen el gasto en defensa hasta un nivel equivalente al 5 por ciento de su PIB.
Declaración de Scholz:
La alianza es “el instrumento más importante” para la defensa de Europa y un pilar de la relación transatlántica, afirmó, y destacó la necesidad de reaccionar con determinación y moderación en un momento en el que la situación de seguridad en el continente es “tensa”.
Para esto existen procedimientos internos en la OTAN, recalcó el canciller, durante cuya legislatura Alemania ha alcanzado por primera vez el objetivo del 2 por ciento del gasto en defensa marcado por la Alianza.
Scholz recordó en este sentido a Trump que las necesidades financieras de la OTAN se determinan en base de un análisis minucioso de los riesgos existentes y que la clave se halla en actuar de forma “unida y sin fisuras”.
El presidente electo estadunidense reiteró este martes una vez más que cree necesario que Estados Unidos se anexione el territorio danés de Groenlandia, para lo que no descartó recurrir a medidas de coerción económicas o incluso militares.
A ello, el gobierno danés ha contestado resaltando que corresponde a los groenlandeses decidir sobre el futuro de la isla.