Saltillo, Coah.- Mientras miles de vehículos pasan a diario frente a ella en el bulevar Fundadores, la cruz blanca de mármol permanece como recordatorio de la trágica muerte del comandante Adrián Barboza Acosta, fallecido en vísperas de año nuevo en 1995.

Como esta, hay decenas de memoriales en las calles, bulevares y avenidas de Saltillo, recordando a saltillenses que fallecieron trágicamente, y sirviendo como advertencia a la población de que la vida no está asegurada, por ello hay que tener precaución al manejar y caminar por las calles.

Algunas están allí porque los transeúntes ignoraron los puentes peatonales y “torearon” a los vehículos; otras porque los conductores iban a exceso de velocidad o en estado de ebriedad; también porque los sorprendió una mala maniobra y no llevaban el cinturón de seguridad; son las cruces de Saltillo, que recuerdan a quienes murieron en accidentes viales.

El bombero fallecido

Colocada entre dos letreros, uno del Heroico Cuerpo de Bomberos y otro de la Cruz Roja, está la cruz que indica que el comandante Adrián Barboza Acosta murió allí, justo cuando iba al cumplimiento del deber en las primeras horas del año nuevo, hace prácticamente 30 años.

Tenía apenas 22 años y estaba muy comprometido con su vocación, pero en un accidente automovilístico se le fue su última noche sin poder llegar a su amada estación, pues un vehículo se impactó contra ellos, cuando circulaban de oriente a poniente.

El fatal suceso ocurrió frente al hotel Corona, donde el socorrista recibió fuertes golpes, siendo uno en la cabeza que lo ultimó.

En 2018, la valentía y calidad humana de Adrián fue distinguida con la presea Tláloc en la categoría Post Mortem.

Erick Iván

Tenía una vida por delante, pero fue truncada por manejar a exceso de velocidad en el bulevar Pedro Figueroa, en la colonia Real de Peña.

Erick Iván conducía el automóvil que tanto le gustaba, un Bora gris que presumía en sus redes sociales, y que al final se convirtió en su compañero de parranda y de tragedia.

Fue la madrugada del domingo 22 de abril de 2023 cuando el joven de 22 años quedó prensado entre los fierros del vehículo, y aunque fue extraído para ser llevado al Hospital General, su cuerpo no soportó las heridas.

Dejó en su familia un gran dolor, pues de una noche al amanecer perdieron a su querido Érick, quien partió de este mundo tras el fuerte impacto contra un árbol, que hizo que incluso el motor del carro saliera disparado.

Muerte en Moctezuma

Recargada en un árbol, ya con la placa despintada, reposa una cruz de metal, en el bulevar Moctezuma, casi con el cruce de la calle Ignacio Allende. El maltratado estado refiere que tiene por lo menos más de una década.

Es una víctima de un siniestro que ya no se recuerda, han pasado tantos en esa zona, algunos muy frescos en la memoria colectiva como el de Andrea Flores, la estudiante de bachillerato de la UANE que falleció el 10 de marzo de 2022.

Ella iba acompañada de su novio y un amigo, quien conducía la camioneta pickup Frontier que circulaba a extrema velocidad, tanto así que cuando se impactó contra un poste de concreto lo arrancaron desde la base y posteriormente dieron volteretas por cerca de 100 metros.
Sin embargo, no hay ningún monumento.

No usaron el puente peatonal

En la banqueta del final del puente vehicular de Pérez Treviño y periférico Luis Echeverría, en el sentido de sur a norte, hay una pequeña cruz de madera colocada en honor a un hombre llamado Natividad, quien perdió la vida el 20 de agosto de 2022 a la edad de 67 años.

La lateral de sur a norte es muy peligrosa, sobre todo porque a algunos transeúntes les parece fácil cruzarlo retando a los carros sin hacer uso del puente.

En ese mismo tramo, el 18 de enero de 2020, otro sujeto falleció cuando un vehículo lo embistió y el conductor se dio a la fuga, dejándolo a su merced mientras se desangraba muy cerca de la cuneta que divide la circulación.

También, en 2021, el 18 de noviembre un hombre de la tercera edad perdió la vida, pues tampoco hizo uso del puente peatonal.

Sin cinturón de seguridad

En el mismo periférico Luis Echeverría Álvarez, en el sentido de norte a sur, pero metros más adelante, hay una cruz en la banqueta, la adornan una docena de rosas blancas, rojas y amarillas, y tiene pintado el nombre de Salvador Arturo Sánchez Padilla, quien murió aplastado por su automóvil.

El hombre de 34 años manejaba en estado de ebriedad, a exceso de velocidad y sin cinturón de seguridad, en una auténtica combinación de imprudencia que lo puso completamente vulnerable.

Aquel 30 de octubre de 2022 el vehículo tipo Cavalier que conducía le cayó encima, pues él salió disparado tras volcarse.

Este deceso recuerda la importancia de ponerse el cinturón de seguridad y, por supuesto, nunca combinar el volante con el alcohol.

Cruz en el bulevar Fundadores

Una cruz formada por dos trozos de madera son el recordatorio de que la muerte ronda las principales vialidades de la ciudad y alguien falleció en ese punto del bulevar Fundadores, a unos 100 metros del hotel La Torre.

No tiene plaquita, solamente una docena de girasoles sintéticos amarrados en la parte superior y una maceta con flores también de plástico al frente. Llama la atención que este florerito sí tiene una cajita de metal para colocarlas.

Trailero muere calcinado

Abajo del puente vehicular de periférico Luis Echeverría y la calle 2 de Abril yace una cruz que data de 2016, cuando un trailero murió en ese sitio, calcinado ante la impotencia de vecinos del sector.

Cerca de las 6:45 de la mañana, un operador de la empresa TLM estrelló su tráiler en el muro inferior del puente vehicular, en el sentido de

norte a sur, quedando prensado entre los fierros retorcidos de la cabina.

El drama de los vecinos que salieron a ver qué pasaba tras el estruendo, aumentó cuando el vehículo de carga comenzó a incendiarse sin que nadie saliera de la cabina. Cuando llegaron los bomberos apagaron el fuego antes de que los tanques de diésel explotaran, sin embargo, ya nada pudieron hacer por el conductor.

Nunca se supo si el hombre murió calcinado en la desesperación de no poder escapar, o si murió al momento del impacto. Sea cual haya sido, es una de las tragedias que más conmocionaron en los últimos años por el dramatismo de la misma.

Sin nombre, pero no lo olvidan

Pegadita al puente vehicular, una cruz es casi tapada por unas flores, la figura metálica no tiene nombre, pero sus familiares no lo olvidan nunca, pues el florero todavía tiene agua, por lo que se ve que le visitan constantemente.

Está en el bulevar Fundadores, casi a la altura del bulevar Sección 38.

Su último suspiro fue en su moto

Leonardo Damián Gaytán falleció el 12 marzo de 2024 en la carretera a Torreón, su último viaje terrenal lo dio en su motocicleta sobre la calzada Madero, para en el cruce con el periférico Luis Echeverría Álvarez emprender el viaje eterno.

El jovencito de 19 años ignoró el señalamiento metálico de alto y se le atravesó a la conductora de una camioneta que lo arrojó al asfalto, ocasionando su muerte.

Cruz de 15 años

En el bulevar Antonio Cárdenas, prácticamente enfrente de las pulgas, hay un pequeño memorial en forma de casita, en ella está una cruz con una placa que el tiempo y sus inclemencias la han vuelto ilegible.

Pero se alcanza a ver que corresponde a alguien que falleció el 20 de marzo de 2009, es decir, que esta cruz tiene 15 años allí.

Y es que este bulevar se ha convertido en uno de los que tienen más cruces, aunque son pocas para la cantidad de muertes que han ocurrido. Como el domingo 12 de mayo, cuando dos jóvenes encontraron la muerte de manera trágica, luego de que al desplazarse a exceso de velocidad por la calle Lucio Blanco y tratar de incorporarse sin precaución al bulevar Antonio Cárdenas, fueron impactados por un vehículo que tenía el paso libre.

Recuerdo de un motociclista

En el bulevar Antonio Cárdenas y Felipe J. Mery hay una cruz en recuerdo de Eduardo, un motociclista que falleció el 28 de septiembre de 2023, cuando estrelló su moto Kawasaki contra un árbol luego de derrapar cuando iba de oriente a poniente.

El hombre de 31 años salió disparado varios metros, provocando que los fuertes golpes le arrebataran la existencia.

La cruz sobresale entre el pasto natural y uno sintético colocado en ese lugarcito por los familiares, y tiene una estampa de la Virgen de Guadalupe, a quien le encomiendan el descanso del saltillense.

Pero Eduardo no es el único motociclista que terminó sus días en dicho bulevar, pues hace unos meses, en julio, otro biker perdió la vida en el cruce con el bulevar Arizpe de la Maza.

También un repartidor de una farmacia dio su último aliento en esa vialidad, pues el 3 de octubre de este año un hombre de 48 años identificado como Braulio fue atropellado por una mujer que conducía en estado de ebriedad a plena mañana.

Una cruz, cerca de puente peatonal

En el bulevar Fundadores, a unos 30 metros del puente peatonal, está la cruz en memoria de Laura Yolanda Trueba Muller, quien perdió la vida tras intentar cruzar el bulevar Fundadores a la altura del bulevar Morelos.

Era una noche, con neblina, del 13 de noviembre de 2014, cuando la mujer de 57 años se aventuró a atravesar la transitada vialidad de sur a norte, sin hacer uso del puente que pretende evitar tragedias como esta.

Sale de fiesta y no vuelve a casa

Leonardo Daniel Cárdenas Morín nació el 3 de marzo de 1990, y falleció el 2 de marzo de 2016, aunque por alguna razón la placa tiene otra fecha.

Fue en el bulevar Antonio Cárdenas donde el joven de 17 años circulaba a una velocidad cercana a los 120 kilómetros por hora, lo que le hizo perder el control del vehículo antes del cruce con Pedro Aranda y estrellar su Cavalier contra un gran árbol.

La fuerza por tan alta velocidad provocó su muerte instantánea, causando una herida que aún no puede sanar del todo en sus familiares y amigos, quienes lo vieron minutos antes partir de una fiesta con sus botas y pantalón vaquero, ya para ir a dormir.

Tantas tragedias…

En bulevar Fundadores, a la altura de la colonia Zaragoza, hay una cruz que recuerda a Rodolfo, quien falleció en 1999.

En esa misma arteria, en el sentido de oriente a poniente, casi a la altura del Hotel Corona, está una cruz metálica verde que las inclemencias del tiempo han deteriorado, se alcanza a leer que es en honor de Juan Antonio, pero lo demás no se distingue, por su material, capas de pintura y deterioro parece llevar décadas allí.