ENTRE LAS cosas importantes dentro de la vida cotidiana de Piedras Negras, -sin grillas ni políticas, sin pleitos y reclamos- nos parece importante recordar y con todo respeto aquella sorpresiva y devastadora inundación que hace 21 años sumió a Piedras Negras y específicamente a Villa de Fuente y colonias aledañas… en un caos de tragedia que enlutó a muchas familias y afectó a cientos de ciudadanos.
EL DOMINGO de Ramos del 4 de abril del 2004, la siempre y pachanguera familiar Villa de Fuente, vivía una tarde apacible y soleada, con aromático humo de carne asada, música de alto volumen en los domicilios donde familias enteras solían reunirse cada fin de semana.
EL DÍA era ideal…. algo caliente sí, pero un ambiente de tranquilidad, paz y convivencia.
INTEMPESTIVAMENTE el río Escondido se encolerizó, comenzó a desbordarse como nunca como, consecuencia de las tormentas atípicas que se habían dado en las anteriores 24 horas en la parte alta de la llamada Serranía del Burro….. y que en minutos convirtió las calles en ríos…. y la tranquilidad y convivencia familiar, en angustia… y lamentablemente también en muertes.
A LAS ORILLAS del Escondido -nosotros estuvimos ahí y nos consta- desde las cinco de la tarde el cauce aumentaba… pero parecía como en muchas otras ocasiones, subiría y bajaría en horas.
NO FUE ASÍ:
CERCA de las ocho de la noche… aquello se convertiría en un infierno; testigos fuimos de cómo una terrible masa de agua, lodo y restos de árboles, así como otros objetos avanzaba; gritos de auxilio, ayes de dolor, desesperación que de repente callaban en un signo inequívoco de que el fin había llegado, surgían del Escondido.
LOS TRANSFORMADORES de energía eléctrica en Pérez Treviño a la altura del Laguito Mexicano explotaban mientras que cables de alta tensión chicoteaban en la cinta asfáltica, convirtiendo aquello en un infierno.
MÁS DE TREINTA personas, oficialmente, murieron; un caso terrible fue el de la familia Dorado, esposo, esposa y dos hijos que procedentes de Ciudad Acuña con destino a Saltillo, enfrentaron a los militares, que habían cerrado el puente de Villa de Fuente y que les impidieron el paso ante la contingencia.
RECLAMÓ el jefe de familia, que como mexicano tenía derecho al libre tráfico en el país, exigió que le permitieran continuar; los militares se negaron advirtiéndole el peligro…. y en un descuido de estos últimos, el hombre cruzó el puente.
UNOS TRECIENTOS metros más adelante, su coche fue arrastrado por las furiosas aguas de la inundación…. y sus dos pequeños lamentablemente murieron.
UN GRUPO DE PERREDISTAS -sí, de ese partido del que ahora no quedan ni migajas- se apresuraron a pretender raja política de la tragedia y acusaron al entonces alcalde Claudio Bres Garza de la tragedia.
ENGAÑARON, embobaron a muchos de sus partidarios para linchar prácticamente al presidente municipal.
INJUSTAMENTE lo responsabilizaron y trataron de presentarlo como el culpable. La tragedia parecía no importarles…. sino sólo atacar políticamente.
AL FINAL el tiempo dio la razón; no fue Claudio, un simple mortal y que en paz descanse, el que originó aquella tragedia….. como pretendían hacerlo creer en un discurso insultante y de gran bajeza.
FUE LA naturaleza la que hizo su trabajo y por alguna razón, como ocurre de manera cíclica.
HOY, estos perredistas detestables… son parte de Morena….
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