Coahuila
Hace 3 semanas
En 1966, varios estudiantes de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) emprendieron la aventura de formar una agrupación. Así nació la Rondalla de Saltillo. Su estilo del canto al amor despertó en otros jóvenes la inquietud de formar rondallas parecidas; sin embargo, nunca han alcanzado el reconocimiento del público como lo ha hecho la Rondalla de la Narro, incluso un grupo intentó apoderarse del nombre, una propiedad o un derecho que legítimamente le pertenece a la Universidad, cuyas siglas son UAAAN, para ser aceptados en otros estados de la República.
El departamento jurídico de la Narro presentó una demanda contra quienes resulten culpables de utilizar de ese nombre y todo volvió a la calma.
Los integrantes se mostraron indignados, porque las actuaciones de estas agrupaciones dejan mucho que desear en talento y conducta.
Surgió incluso un intento de demanda contra los exintegrantes de la Rondalla de Saltillo, aunque ellos hayan formado parte del conjunto musical, saben que, una vez terminada la carrera, concluye su compromiso para la Rondalla.
Por cierto, en estos días se prepara un concierto para conmemorar los 58 años de existencia del grupo estudiantil que le canta al amor, el evento está programado para el Teatro de la Ciudad, donde incluirán sus más sonados éxitos, como Aniversario, Un Idiota, Mil Razones, Eres Mía, Wendolin. Se contempla que el espectáculo abarque casi dos horas, en donde se recordarán los temas de antaño, así como las nuevas grabaciones. Saltillo es un gran compromiso para el grupo, porque es su público y la ciudad que lo vio nacer. Así lo reconocen.
Algo de historia y la anécdota
La Rondalla de Saltillo ha sido reconocida como la embajadora del romanticismo en América Latina y como un símbolo de cultura nacional. En 2021 fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Coahuila de Zaragoza.
Al nacimiento de La Rondalla de Saltillo casi se eliminaron “las novatadas”, que consistían en pelar a rapa, dejar sin cabello a los novatos, miembros del grupo, pues no era conveniente que en las presentaciones formales se observaran pelones a los muchachos, por tal razón, disminuyó esta práctica.
De cómo nació el binomio Rondalla y el poeta Marco Antonio Aguirre, hay una anécdota.
La estudiantina de la Facultad de Leyes de la cual era alumno Aguirre Perales, alternó esa noche con la Rondalla de la Narro y como estos últimos chicos no tenían quién los presentara, pidieron por favor a Marco Antonio que lo hiciera.
En el transcurso de su actuación se fue la luz en el auditorio de la Normal del Estado, y Marco, inteligentemente, pidió a los muchachos de la Narro que siguieran cantando, mientras que, en la oscuridad del escenario, él decía unos versos entre canción y canción, que fue del agrado de los asistentes que frenéticamente aplaudían a los futuros agrónomos.
Al finalizar la actuación, el director de la Rondalla pidió al ahora licenciado Marco Antonio Aguirre que se sumara al grupo, como maestro de ceremonias y declamador, lo cual fue un éxito rotundo por varios años, hasta que el poeta por voluntad propia decide separarse y crea su propia Rondalla.
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