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La quimera de la inteligencia artificial

Por ATL DEL DESIERTO

Hace 1 mes

Hace poco más de 50 años, la computación despegaba en muchos países, la institución privada donde cursé mi carrera era puntero en ese tema. Muchos creíamos que las computadoras eran máquinas superiores a nosotros y que los ingenieros y licenciados en sistemas eran poseedores de mentes superiores.

Hasta que oí, en la cafetería a uno de los maestros del área, comentar la realidad; “una computadora es un idiota, al que le puedes dar instrucciones de que hacer, en la medida en que le des buenas instrucciones, el idiota hará el trabajo bien, y rápido, y no se saldrá nunca de lo que le hayas dicho que haga”. En ese tiempo supimos, también, que a la computadora le das instrucciones con lenguajes, y que lo valioso de un programa es el algoritmo, que es una descripción matemática de un proceso.

El mercado mundial puso al alcance de los ignorantes las computadoras personales y los paquetes para su uso, y en esos paquetes pudimos aprender a crear nuestros propios algoritmos.

Eso se oye elevado, pero en realidad, en una hoja de cálculo o una base de datos, quien crea una celda con fórmula que multiplique determinada fila o columna por otra celda, o valor o fórmula, está haciendo un algoritmo.

Claro se venden y consiguen plantillas y paquetes para que el ignorante haga uso útil de su equipo.

La inteligencia sigue siendo la del usuario.

Muchos creen que, por haber usado un paquete o programa del nivel de inteligencia artificial, ya tienen el conocimiento, eso es ser ingenuo.

El problema empezará cuando se apliquen reglas, decisiones o leyes que fueron decididas por la inteligencia artificial, volveremos entonces a la época en la que se aplicaba algo, porque el Papa o el pastor hablaron con Dios.

Escribo esto porque hace unos días, una publicación afirmaba que la ciudad más fea, elegida por la inteligencia artificial, era Torreón, Coahuila.

Cualquiera se preguntaría el razonamiento, si eso fuera bien hecho, sería tan complicado que la respuesta sería sorprendente.

Primero: ¿qué hace bella a una ciudad?

¿Su parecido a ciudades europeas? ¿Su parecido a Dubai? ¿A nueva York? ¿A Estambul?

Monterrey, Nuevo León, frente al río santa Catarina, tiene ángulos en los que parece una gran ciudad, pero tiene barrios bajos en los que parece Pakistán. Hay personas que consideran más bella la ciudad de Zacatecas o Puebla, que Monterrey,

¿Su infraestructura? A las 8 am o 17 horas, pocas ciudades mexicanas son bonitas, por su tráfico.

¿La belleza de su gente? Eso también es relativo, muchas ciudades de la costa del pacífico son mucho más bonitas que Monterrey, en mi opinión

¿Su riqueza?

Es claro que, en el mejor de los casos, se creó un algoritmo o programa, haya sido en Inteligencia Artificial o no, en el que la máquina contestó lo que le preguntaron, pero la máquina no lo pensó ni decidió.

Sin embargo, con eso entendemos por qué muchos expertos de la cibernética han estado en contra de una verdadera inteligencia artificial

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