“Suele enfrentarse al fanático apelando a los derechos humanos, los valores democráticos o la libertad de conciencia o de expresión. Sin embargo, estos intentos no sólo fracasan, sino que además pueden llevar a la exacerbación de la violencia”.
H. Schleichert

En los minutos previos a los resultados del conteo preliminar en el proceso de elección de Presidenta de la República, tertulianos del medio digital Atypical, afirmaban el triunfo de la candidata Xóchitl Gálvez. Minutos después, cuando se dio a conocer el resultado, se negaban a reconocerlo porque desde el eco de su auto percepción, compuesta por el círculo de sus amistades, los sitios VIP de bares y restaurantes, la clase Business de los vuelos y la comunidad de mexicanos en París y Madrid, daban cuenta del repudio al proyecto político de MORENA en un ejemplo de sustitución del análisis por el exabrupto.

El estudio del voto a los candidatos presidenciales por situación laboral, publicado por el diario español El País revela que el voto mayoritario a la candidata Claudia Sheinbaum se da en todos los sectores laborales, y donde es más baja es en los desempleados y en los empleadores. En el estudio sobre el voto, en razón de los ingresos, revela que el voto a la doctora Sheinbaum es mayoritario aún en los sectores con mayor ingreso.

Es decir, el mito de una nación dividida y polarizada se derrumba con 36 millones de votos. Los resultados demuestran si, por un lado, a una nación unida en torno a un proyecto progresista y por el otro a una minoría fanatizada que se niega a ver esta realidad.

Hoy tenemos la primera mujer Presidenta en nuestra historia. Tengo el gusto de haber colaborado durante el proceso interno a su favor, en la precampaña de nuestro partido movimiento. Tengo el gusto de haber colaborado en esa agrupación de jóvenes entusiastas llamada

Por la primera

Y tengo el enorme gusto de decirles a las compañeras, compañeres y compañeros, que hace 33 años, quien ahora es la primera Presidenta, era una joven estudiante que levantaba el puño con esa alegría que desde la izquierda da la protesta, la lucha y la marcha en un México donde era inconcebible que una mujer pudiera llegar a la Presidencia. Desde ahí les exhorto a continuar esa lucha que han venido haciendo desde la universidad, el bulevar y la plaza. Para que al continuar en ella; una de ustedes, otra de nosotras, continúe la transformación en defensa y confirmación de los derechos.