Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Falso que este hombre sea el tirador que atacó a Trump: es un youtuber italiano Cate Blanchett jugó Borderlands para su papel en la película Tele Zócalo Nocturno / 13 de julio del 2024 Obama rechaza atentado hacia Trump “No hay lugar para este tipo de violencia en EU”: Biden sobre ataque a Trump

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

La paz se construye

Por Cholyn Garza

Hace 3 meses

“No basta hablar de paz

Hay que trabajar por ella”

Eleanor Roosvelt

Cuando escuchamos la palabra paz de inmediato la asociamos con guerra: por lo tanto, nuestra imaginación se dirige a lugares que se encuentran en conflicto por diversas causas, casi siempre por la disputa de territorio. 

Ese tipo de eventos -conflictos bélicos- ocasiona a las naciones la pérdida de recursos económicos que bien podrían servir para mejorar las condiciones de vida de los habitantes.  Desafortunadamente la testarudez humana, el creer que siempre un lado tiene la razón, no permite buscar soluciones que lleven a poner fin a los conflictos.

Y así pasan días, meses y hasta años en dar por terminada una lucha que en realidad no concluye con expresar oficialmente “la guerra ha concluido”.  

¿Cuándo concluye una guerra? No pronto, desafortunadamente.  Quizás hasta que alguna organización internacional interviene como mediador para pacificar o cuando llegan los acuerdos políticos entre quienes gobiernan las naciones en conflicto. Ya para entonces hay pérdidas que lamentar, ciudades destruidas, economía paralizada, lo peor de todo, la pérdida de vidas humanas, víctimas inocentes de la ambición o testarudez de unos cuantos. 

Las heridas se quedan en el alma; son secuelas que no son fáciles de erradicar en aquellos que han vivido los horrores de una guerra.

Hay que entender algo que considero es importante. La paz no solo se debe ver como consecuencia de una guerra o conflicto bélico, sino que la realidad nos indica que para lograr tranquilidad hay que enfocarnos en construir aquello que deseamos.

Y debe empezar en el hogar ¿Por qué? Porque al ser la paz un proceso que pasa por el ser humano, es decir, viene de nuestro interior, debemos aprender a manejar nuestras emociones, algo que resulta ya difícil en estos tiempos con una generación que vive demasiado aprisa.

Francesco Petrarca, poeta y humanista italiano escribió “Cinco grandes enemigos de la humanidad están en nosotros mismos: la avaricia, la ambición, la envidia, la ira y el orgullo.  Si nos despojamos de ellos gozaremos de la más completa paz”.

Si practicáramos más el respeto que nos merecen los demás viviríamos con mayor tranquilidad.  Lamentablemente cada vez el ser humano se aleja de los valores, de los principios con los que muchos de nosotros crecimos, para introducir una nueva forma de convivencia.

En realidad, ya no se convive; por el contrario, se pisotea la dignidad humana en todos lados.  Lo mismo en centros escolares, en lugares de trabajo, en instituciones donde debería prevalecer además del respeto, la tolerancia y la cordura.   

La pandemia del Covid-19 nos dejó una enseñanza muy fuerte.  El encierro inicial al que fuimos confinados, mismo que se prolongó más de lo que se había contemplado, nos cambió de cierta manera la vida a todos.

Al principio, fue una experiencia que cada persona la tomó a su manera o como decidió hacerlo. Conforme fue avanzando el tiempo, el encierro iba afectando lo mismo a adultos, niños, y jóvenes.

La conducta se modificó en no pocas personas.  Por lo que resulta bastante triste y lamentable que, en vez de mejorar, se haya retrocedido en las relaciones humanas.  Hoy no se habla, se grita, se exige, se insulta, se miente descaradamente y se ofende.

¿Realmente se debe culpar a la pandemia? ¿Dónde quedaron los principios, las enseñanzas de nuestros padres? 

La generación actual se enfrenta a un mundo de incertidumbre y ésta a su vez trae inseguridad.  Es un mundo de gran complejidad.

La salud mental y emocional actualmente es ya preocupante. Y lo es a nivel mundial. ¿Qué está ocurriendo en los hogares, en las escuelas y centros de trabajo?

No olvidemos que la paz se construye, no se inventa ni se da por decreto.  La verdadera paz es interior y en ella hay que trabajar porque nadie puede dar lo que no tiene en su
corazón.

Y eso viene de las enseñanzas que recibimos en el hogar de nuestros padres.  Ahí es donde realmente aprendimos a amar a Dios, a conducirnos con propiedad y respeto a las personas y sin distinción
alguna.

Aprendimos que la paz (aún sin mencionarla como tal) que se respiraba se debía a nuestro comportamiento hacia los demás.  Siempre mostrando buena educación no altanería, mucho menos vulgaridad.

Paz interior que afortunadamente muchos aún gozamos.

Notas Relacionadas

Importancia de la práctica del entrenamiento

Hace 16 horas

Obras y programas en Piedras Negras

Hace 16 horas

El colapso del sistema

Hace 16 horas

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 16 horas

Importancia de la práctica del entrenamiento

Hace 16 horas

Obras y programas en Piedras Negras

Hace 16 horas

El colapso del sistema