Arte
Por
Christian García
Publicado el miércoles, 30 de abril del 2025 a las 04:20
Saltillo, Coah.- “Para mí, Astor Piazzolla es un ídolo no solamente por su música, sino por su visión sobre la misma y su responsabilidad al habernos dejado un legado original, algo que es muy difícil de encontrar en los músicos actualmente”, así define el pianista de jazz mexicano Alex Mercado su relación con el compositor argentino, uno de los más importantes del siglo pasado y cuya obra sigue “más viva que nunca”, como remata.
Quizá la figura de Piazzolla sea la mejor forma de arrancar hoy la Feria Internacional del Libro de Coahuila, pues el bandoneonista, nacido en 1921 en Argentina –país que recibirá en esta edición un homenaje–, dejó una influencia musical que ha impactado no sólo al tango sino al rock y también al jazz, este último género celebra hoy también su Día Mundial, tal como deja claro Mercado, él mismo un destacado intérprete de la música sincopada.
Ese legado intenso y ambicioso por la fusión sonora fue la que impactó de forma más profunda al jazzista, y es también la razón por la que creó el Tributo a Astor Piazzolla, en el que junto al bandoneonista argentino Raúl Vizzi, reinterpretan piezas del compositor y que el público de la FILC podrá disfrutar mañana a las 17:30 horas en el Aula Magna del Campus Arteaga.
El tributo, apunta el músico, “fue una idea compartida por nuestro amor a Piazzolla, por eso decidimos hacer este homenaje. Pero queríamos que fuera un homenaje original, dotado de improvisación, de arreglos e ideas propias para evitar la réplica exacta de las grabaciones, porque muchas veces los tributos consisten sólo en eso.
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Nosotros quisimos apartarnos de eso y poner un poco más de nuestros universos para compartirlos con el de Piazzolla. Para mí es un privilegio, una sensación inigualable, una aventura única porque cada concierto es como estar conociendo algo nuevo: un paisaje urbano, natural e incluso uno humano por primera vez en la vida, es redescubrir la vida en ese momento, redescubrir prácticamente todo”, expresó Mercado en entrevista con Zócalo.
Lenguajes libres
Para el músico mexicano graduado del Conservatorio de Berklee, la obra de Piazzolla, así como el jazz, apuestan por lo fugaz y, también, por la belleza de lo extraño y lo libre. Es un diálogo entre la armonía y la disonancia. Ambas, apunta, dan como resultado una música viva que recuerda a sus oyentes que ellos también están vivos.
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Creo que la improvisación que tenemos en este tributo nos permite volver a nacer en ese momento y ser conscientes de que estamos vivos y de que ese momento lo tenemos que traducir en un lenguaje bello, un lenguaje sonoro, un lenguaje armónico o un lenguaje también, a veces, impulsivo, a veces cacofónico como en el caso de Buenos Aires Hora Cero (obra de Piazzolla), donde el lenguaje pasa a ser más descriptivo o colorístico a la manera del impresionismo, por ejemplo”, explicó el pianista.
Por ello, el Tributo a Piazzolla recae sí en la interpretación de piezas creadas por el argentino, pero también en una creación inmediata, algo que surge en el momento en el que los dedos de Mercado tocan las teclas del piano o cuando observa a su compañero de escenario hacer sonar su bandoneón. Para el jazzista esa parte creativa surge incluso antes de la improvisación, porque está desde la interpretación de piezas ya creadas, pues el ejecutante ejerce su humor, su ánimo, su tristeza o felicidad, a la par de una velocidad distinta, una intensidad mayor o, al contrario, una delicadeza sensible.
Para Mercado, “la interpretación tiene su grado de libertad para fusionar dos identidades, por eso uno de los consejos para todos los intérpretes es empaparse de la vida del compositor, de su contexto histórico, de su lenguaje estilístico particular. En el tango hay que conocer el estilo de fondo si, por ejemplo, se va a hacer un homenaje a Piazzolla como el que realizaremos. Entonces le metemos improvisación, lo hacemos con la vigencia que él mismo permitía eso para su música”, dijo.
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Entonces hay una serie de cosas que el intérprete debe de hacer y que muchas veces se pierde en ese descubrimiento, en ese hacer, en ese quehacer de la interpretación: se olvida a sí mismo, se olvida que él o ella también tienen una historia que contar. Entonces siento que a pesar de que tenemos la especialidad de la interpretación, está opaca a la especialidad de la composición, lo que me gustaría es que por lo menos se nivelara, que todo músico que estudia, que comienza una carrera musical, se considere a sí mismo creador y compositor. Porque para mí la música es un lenguaje y como todo lenguaje con un sonido organizado, en frecuencias fijas, puede combinarse en palabras, motivos, musicales, que a su vez dan a lugar secciones de obras y discursos, discursos completos. Entonces es una ironía que a veces la interpretación no nos permite utilizar el lenguaje para acomodarlo a nuestras emociones, nuestra historia, lo que estoy sintiendo en ese preciso momento, aunque la música me lo permite porque ahí están todas las notas, los motivos, la armonía. Están para que yo también sea parte de ese lenguaje y comparta a todo el mundo mi propio sentir con él”, concluyó el también autor de libros sobre teoría y práctica del jazz.
Agéndalo:
Tributo a Astor Piazzolla
Feria Internacional del Libro de Coahuila
Campus Arteaga de la UAdeC
17:30 horas
Aula Magna
Entrada libre
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