Coahuila
Hace 2 semanas
El asunto se pretende vender (o socializar, por lo menos) como un tema de semántica: el Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (Simas) de Arteaga no se “privatizará”, pero sí se obligará con una empresa privada y extranjera, socia del socio mayoritario que proyectan designar como tutor.
Es decir, en los hechos es lo mismo: si se alía con un privado, por consecuencia se “privatiza”, aunque por su porcentaje no mayoritario de participación en la nueva compañía, el control administrativo no lo tengan los foráneos.
Como en Arteaga su Cabildo se reconoce incapaz por disposición oficial para prestar el servicio -como se publicó aquí el jueves de la semana pasada- opta por delegar en un capaz las decisiones que al Ayuntamiento corresponden como mayor de edad. Y se decantan por entregarse al vecino de abajo: Saltillo.
La defensa de la iniciativa se condensa en una máxima: “El agua de Arteaga es de los arteaguenses, la de Saltillo es de los saltillenses”.
Así lo dijo el Alcalde de la dinastía priista, Durán III, en un comunicado de prensa difundido el lunes pasado, y otra vez el martes frente a la protesta y manifestación ciudadana ocurrida en la Presidencia Municipal del Pueblo Mágico.
Sin embargo, la realidad es otra.
El Registro Público de Derechos de Agua, o sea la base de datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informa que hay en Arteaga 972 títulos de concesión para el aprovechamiento de aguas nacionales, actualizado al 30 de septiembre de 2024; ya sean para uso agrícola, pecuario, doméstico, de servicios, público urbano, industrial o “diferentes usos”.
Entre los beneficiarios figuran predominantemente políticos y gente afín al poder económico en las últimas tres décadas. Desde exgobernadores como Enrique Martínez o Eliseo Mendoza, exalcaldes de Saltillo como Rosendo Villarreal o Arturo Berrueto, hasta magistrados en retiro como José Fuentes García o Eloy Fuentes Cerda, entre otros.
No obstante, quien tiene la mayor asignación -por lo menos en documentos oficiales- es el Municipio de Saltillo, mediante una constancia identificada como COA115575, aprobada el 31 de julio de 2013 (siendo entonces Jericó Abramo Masso el Presidente Municipal) que ampara poder extraer hasta 51 millones 88 mil 320 metros cúbicos al año en volumen de aguas subterráneas de Arteaga. Además otros 473 mil 40 metros cúbicos que corresponden a aguas superficiales. Un total de 51 millones 561 mil 360 metros cúbicos.
Ningún otro particular o persona moral tiene un beneficio siquiera cercano a la cifra.
Aguas de Saltillo, por su parte, tiene tres concesiones en Arteaga, etiquetadas con los folios 06COA115590/24EDDL12, 06COA115692/24EDDL12, y 06COA115857/24EDDL11, las cuales datan del 12 de julio de 2012, las primeras dos, y el 16 de marzo del mismo año la tercera (casualmente, el mismo cuatrienio municipal señalado líneas arriba). Con ellas puede utilizar una superficie de mil 200 metros cuadrados, sin especificar para qué.
A su favor, en cambio, el Pueblo Mágico posee sólo 946 mil 395 metros cúbicos anuales gracias a 341 diferentes títulos favorables a la Presidencia Municipal de Arteaga, divididos por comunidades y sectores, la mayoría por mil 100 metros cúbicos de aguas subterráneas al año cada uno.
Incluso en enero del presente año Simas Arteaga, obligado por el ICAI, respondió a una solicitud de transparencia que utiliza tres pozos para abastecer a la cabecera municipal, sumando entre ellos 779 mil 220 metros cúbicos anuales de aguas subterráneas. O sea el 82% del total registrado ante Conagua.
Cortita y al pie
A escasos 56 días de concluir su trienio en la alcaldía, Ramiro Durán argumenta como factor a considerar para fraguar el negocio un 27% de crecimiento poblacional en los últimos cinco años, lo cual es engañoso, pues en términos reales y no por porcentaje, se trataría de 7 mil habitantes dando por cierto el dato.
Mencionar la existencia de 12 millones de pesos en cartera vencida (adeudos), por lo demás, es un reconocimiento implícito de que no saben cobrar, y referirse al 40% de eficiencia en la distribución entre un universo de sólo 5 mil 500 usuarios es manifestar su propia incompetencia.
En su boletín informativo, el edil desliza la idea de una “alianza” para “compartir experiencias y estrategias”, pero párrafos más adelante habla de “inversión conjunta en infraestructura y equipo”, lo cual va más allá de una simple “asesoría técnica especializada” o “apoyo técnico y de gestión”, ya que invertir es asumir los riesgos, aunque también dividir las ganancias. Es economía básica.
La última y nos vamos
La ironía es que Saltillo tiene más derechos sobre el agua de Arteaga, ¡que Arteaga!
Cincuenta veces más, para dimensionar.
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