En los bajos estratos de nuestro país, hay usos y costumbres muy especiales. Claro, no son exclusivos ni del arrabal, ni del país, pero quiero mencionar lo que observamos aquí.
Primero, el pobre, en toda situación en la que quede en el aire, si algo es justo para un considerado rico, con un pobre, se considera obligado que el rico sea el culpable, aunque el acto sea aberrante.
El trepador, en todos los estratos sociales, muchos hijos e hijas son criados para que busquen matrimonio con un rico, el más notorio en la última época fue Alfonso Romo, quien a pesar de haber estudiado en el Tec de Monterrey, venía de una familia con recursos insuficientes, a pesar de que también se apellida Madero, ( la mayoría de los miles de ese apellido, no tienen fortuna, ni mucho brillo), Romo llegó más lejos, por su nivel de atrevimiento y falta de valores, al despojar a familiares políticos de fortuna. Afloraron sus escasos valores al ser colaborador de la 4T hasta que fue hecho a un lado. El trepador es más descarado en gastar dinero ajeno.
El compadre, cuando alguien declaradamente inferior en recursos o poder, aprovechando una momentánea relación con alguien poderoso, lo invita de padrino de uno de sus hijos, para que, en el resto de su vida, lo pueda mencionar como “mi compadre”, y claro, espera beneficios. Elon Musk tuvo que contener la risa cuando el grotesco Gobernador de Nuevo León lo invitó a que bautizara a su hija.
El saqueador, el pobre siente el derecho divino a robar saquear y destruir los bienes de aquel al que envidia, y no concede una molécula de arrepentimiento al acto vil.
El linchador. Cuando hay alguna situación en que el montón declare un acto escandaloso, goza colaborando en la muerte de la víctima, aunque no esté seguro de la culpabilidad, eso es más común en el centro y sur del país.
El luchador social, uno que aprende a quejarse de las injusticias y la sociedad de consumo, y los vuelos en avión, hasta que prueba la comida sin gérmenes. La primera clase y las bebidas alcohólicas de calidad, sigue gritando, pero ya no menciona a la sociedad de consumo.
La sabia bajada de calzones, mujeres que buscan o acceden a la cama por prosperar, hubo un líder sindical magisterial que decía: “no hay maestra que no de las nalgas por una doble plaza” en el actual régimen abundan.
El mayate admirador de los mayas, antes de este régimen empezaban como secretarios particulares, y “tenían éxito “ en la política, ahora, ni la presidencia tienen prohibida.
Lo deprimente del momento, es que ya muchos de bajos y medianos niveles, ven sus aspiraciones en ser como lo políticos que son igual a lo que describo.
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