Nadie en su sano juicio puede dudar que la educación es piedra angular en el desarrollo y bienestar de una nación. Aun así, los gobiernos no suelen invertir en educación ya que los resultados visibles son a largo plazo y por ello prefieren las obras de efecto inmediato.

Por ello, llama la atención que el martes pasado el gobierno estatal haya presentado un ambicioso proyecto llamado “Impulso Educativo Coahuila” en el que mediante 10 ejes busca mejorar sustancialmente el proceso enseñanza-aprendizaje de más un millón de niños y jóvenes de Coahuila. Por fin, con este proyecto, se le dará importancia a la formación ciudadana a través del civismo, se redoblarán esfuerzos tanto en la enseñanza de inglés como el fomento al deporte, entre otros objetivos.

Sin embargo sorprende que en dicho proyecto esté ausente la enseñanza del arte en el proceso educativo que se pretende impulsar. Y es que la educación artística -aunque suene aburrido- es esencial en el desarrollo de la creatividad al estimular la imaginación y permitir a los niños expresar sus ideas y emociones de manera única para fomentar la innovación y el pensamiento original en cualquier campo profesional.

El arte permite a los estudiantes expresar sus emociones y procesar experiencias complejas de manera constructiva. Sin acceso a estas oportunidades los estudiantes pueden tener dificultades para manejar sus emociones y desarrollar una inteligencia emocional saludable, lo que podría afectar su bienestar emocional.

Así mismo, el arte es un medio para explorar y entender diferentes culturas, historias y perspectivas. Sin la enseñanza del arte los estudiantes pierden la oportunidad de desarrollar una mayor empatía, comprensión y respeto hacia la diversidad cultural, lo que conduce a una visión más limitada del mundo.

La educación artística contribuye al desarrollo de habilidades cognoscitivas clave, como el pensamiento crítico, la solución de problemas y la capacidad de análisis. La ausencia de educación artística puede llevar a un déficit en estas áreas, afectando el rendimiento académico y la capacidad de los estudiantes para abordar desafíos complejos.

Un currículo excesivamente enfocado en lo académico y técnico, descuidando el desarrollo de habilidades humanas y expresivas, puede llevar a una educación desequilibrada sin el contrapeso de una educación más holística y creativa.

Muchos estudiantes descubren su pasión y talento a través de las artes. Sin la enseñanza del arte, aquellos con inclinaciones artísticas pierden la oportunidad de explorar y desarrollar sus habilidades, lo que puede limitar su potencial y opciones de carrera en el futuro.

Las artes suelen ser una fuente de motivación y disfrute para muchos estudiantes. Sin ellas, algunos estudiantes pueden sentirse menos conectados con la escuela y menos motivados para participar activamente en su educación, lo que podría afectar su rendimiento general y su actitud hacia el aprendizaje.

El arte no solo enriquece la vida individual, sino que también fortalece la cohesión social y el sentido de comunidad. La falta de educación artística ocasiona que la comunidad sea apática y carente de empatía que a final de cuentas afecta la calidad de vida y el bienestar social en general.

La ausencia de la enseñanza del arte en las escuelas puede tener efectos significativos y negativos, no solo en el desarrollo personal de los estudiantes, sino también en la sociedad en general, al limitar el potencial creativo, emocional y cultural de futuras generaciones.

En Monclova y la región existen varias personas con grandes cualidades artísticas que de haber recibido una adecuada educación artística en la escuela seguramente estarían en otro nivel. Lamentablemente para las autoridades educativas la enseñanza artística se limita a clases de dibujo, canto, danza folclórica y manualidades, como actividades de relleno.

La educación artística y la promoción cultural no han tenido la importancia necesaria. Basta ver el triste panorama en el que se encuentran, por ejemplo, a nivel estatal la titularidad de la Secretaría de Cultura fue otorgada como compromiso de la alianza partidista adquirida en las elecciones a la gubernatura, con un presupuesto raquítico y un mínimo de actividades. A nivel local los cargos de las áreas culturales son otorgados como premios de consolación de segunda mano a quienes ayudaron en las campañas electorales.
Sin promoción cultural, las tradiciones y valores que unen a la comunidad se diluyen, lo que lleva a una pérdida de identidad colectiva y a una disminución del sentido de pertenencia entre los miembros de la comunidad, tal y como sucede en Monclova.
Ojalá que el proyecto “Impulso Educativo Coahuila” incorpore la educación artística porque al educar en el arte se sensibiliza a los niños y jóvenes y como comunidad nos humaniza que tanta falta nos hace.