Las sociedades cuentan con un amplio repertorio para describir a la vejez; todo esto se enfoca conforme a sus creencias, dogmas e ideologías y en ocasiones a los estereotipos culturales. En algunas esferas de la sociedad, hablar de vejez o ancianidad es considerado como expresiones discriminatorias o con una gran carga de prejuicios. En este momento, la edad para ser considerado como persona adulto mayor o de la tercera edad es a partir de los 60 o de los 65 años; se considera longevo a partir de los 74 a los 90, y más de 90 es senectud avanzada o anciano longevo. El escenario actual en el mundo es que el número de adultos mayores se incrementa día con día.
Es lamentable, triste y decepcionante que existen en la sociedad creencias negativas sobre la etapa de la vejez, se afirma que al hablar de los adultos mayores es sinónimo de enfermedad, las personas mayores son gruñonas, apáticas, solitarias, ya no pueden aprender, son rígidos en su forma de pensar, no se adaptan a los cambios, son menos aventureros, son frágiles y, por lo tanto, dependientes. Todo esto es debido a que se relaciona con deterioro físico, metal y funcional. Estoy convencida que las ganas de vivir, de aventurarse, de hacer cosas diferentes de ningún modo depende de la edad, es una cuestión de actitud.
Es necesario hacer un urgente llamado a la sociedad para cambiar esta forma negativa de ver a los adultos mayores. Un ejemplo de ello es Saltillo, donde un gran grupo de personas que están en este rango de la tercera edad que no se rinden, lo pude constatar. Le comento, el martes 13 de agosto del año en curso iniciaron los 24 Juegos Municipales Deportivos y Culturales de las Personas Adultas Mayores, muy bien organizado por el Gobierno de Saltillo a través del DIF Saltillo, la organización Saltillo Nos Une y el DIF Coahuila, donde se convocó a participar a los adultos mayores en 11 actividades deportivas y 13 culturales. La participación fue excelente, sumó un total aproximado de 855 adultos mayores; el participante con mayor edad fue una persona de 94 años en la caminata de atletismo. El ambiente fue de cordialidad, compañerismo, entusiasmo, motivación, confianza, en una palabra ¡espectacular! entre los asistentes.
Otro ejemplo es el de mi querida amiga y compañera de aventuras, Leticia Coss, alias “Lety Tormenta”, que el pasado 16 de agosto de este año, participó en el Campeonato Mundial de Duatlón 2024 en Townsville, Australia. Compitió en el duatlón sprint; la prueba consistió en correr 5K, en bicicleta 20 KM y 2.5 KM corriendo; participaron 14 mujeres en su categoría de 60-69, ella actualmente tiene 67 años, y su resultado fue del quinto lugar, convirtiéndola en el top quinto lugar a nivel mundial. Me comentó que en la competencia también participó una competidora en la categoría de 80-84 años de Australia. Dígame, estimado lector, si estas personas de la tercera edad son un ejemplo de que ¡sí se puede!; esto es la fuerza de la tercera edad.
Podemos desarrollar nuevas habilidades, fortalecer la actividad física y obtener el bienestar necesario para tener una vida digna, sólo es necesario ponernos en primer lugar siempre y en cada momento, todos los días vernos al espejo y decirnos cosas hermosas y motivantes, nos lo merecemos, es bueno repetir en voz alta: “La edad no es un límite para hacer lo que más me causa placer y alegría, hoy voy a divertirme a disfrutar cada momento, hasta que llegue mi último aliento”. Lo invito a levantarse, ¡ande, arriba! busqué la pasión de su vida, prepárese a realizarla y le aseguro que sentirá en lo más profundo de su alma, que todo a su alrededor, se transforma para su mayor bien.
El gran Camilo José Cela afirma que “el que resiste, gana”. Por ello, nunca debemos perder la fe, es necesario vencer el miedo, aprender de los tropiezos. Todo esto acompañado de la voluntad, disciplina, constancia, perseverancia y la responsabilidad. Cuando las cosas no van como uno pensaba, lo que hago y se lo comparto, es que escucho una canción, que para mi es un himno, Resistiré de Carlos Toro, que por cierto fue la canción que se hizo popular durante el Covid-19, le dejó una estrofa: “Resistiré, para seguir viviendo. Soportaré los golpes y jamás me rendiré. Y aunque los sueños se rompan en pedazos, resistiré, resistiré”.
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