Fueron muy famosas las Ferias de Saltillo, desde 1777 hasta mediados del siglo 20, pues constituían la oportunidad para el trueque y de compra de alimentos, semillas, ganadería, ropa, calzado, utensilios de labranza, entre otros muchos.

Venían comerciantes de diferentes puntos del país a exponer y a comprar, pues Saltillo fue considerado en tiempo un importante granero del norte de México.

Después de 50 años de celebrarse en octubre la Feria del Saltillo, se cambió la fecha de la verificación de las ferias al mes de agosto.

Recuerdo a la primera Feria de mi juventud, en terrenos del Tecnológico de Saltillo, donde luego se construyeron edificaciones escolares, tales como ahora usted las conoce.

Cada stand de comestibles, tipo fondas ofrecía espectáculos de primer nivel, con los artistas nacionales de moda.

Para 1777, ya existía una Feria de Saltillo, como lo atestigua Fray Agustín de Morfi en su libro “Viaje de Indias y Diario de Nuevo México”, rivalizando con las de Matamoros y Xalapa.

Vito Alessio Robles, historiador, político y militar saltillense, citó el Informe del Gobernador de la Mitra en octubre de 1791

“Todos los años en los últimos días del mes de septiembre se hace una Feria en donde se proveén de cuanto necesitan para todo el año, no solamente los habitantes de Saltillo, sino todos lo de las provincias del Nuevo Reino de León, Coahuila, y Texas”, cita el informe.

Froilán Mier Narro, en sus Apuntes y Recopilaciones de la Feria del Saltillo, hacia 1956, menciona: “Hablar de carcamanes, del ruido de uñas, cañas y no barañas, la manita, la chuza y de pregones de una festividad tradicional ya olvidada, tan famosa, tan atractiva como las de Aguascalientes, o típicas como la de Jalisco”.

La feria se celebraba en el centro de la Plaza Tlaxcala que ocupaba lo que después fue el Mercado Coahuila, que actualmente ocupa el pasaje Padre Flores atrás del Mercado Juárez; ahí se instalaba un kiosco con cantadoras, y más allá por la calle Aldama se instalaba el palenque con peleas de gallos.

Por el crecimiento de la ciudad las instalaciones de la Feria, ocuparon diversos sitios, desde la plaza aledaña al templo de San Esteban, entre la iglesia y sus casas consistoriales, se extendía de la calle Ocampo hasta la Manuel Pérez Treviño –incluyendo el Mercado Juárez–, hasta donde posteriormente fue la Plaza de Toros Guadalupe y el cine Florida en la confluencia de Corona, Allende, Álvarez y Acuña. Por 25 años la Feria se celebró en el área donde hoy se encuentran los nuevos edificios del Tecnológico de Saltillo, que era una planicie extensa, denominada “El ejido” y luego por un corto periodo en la Ciudad Deportiva, atrás del Parque Madero. Finalmente pasaría a los terrenos adyacentes al antiguo Centro de Convenciones, actualmente oficinas del Gobierno de Coahuila.

Hay otros informes que indican que en la Alameda y sus calles adyacentes también fue un sitio para la Feria.