Antes que nada, lector amable, permítanos desearle que 2025 sea un año durante el cual, en todos los órdenes de la vida, los positivos superen por mucho a los negativos.

Al cierre del año anterior, en los EUA, surgió el debate ante la propuesta de que se otorguen un número mayor de visas H-1B, otorgadas por un periodo temporal, a personas con alto nivel técnico-intelectual, cuando en ese país no haya ciudadanos quienes posean credenciales de igual talante. La controversia surgió al momento en que el propietario de Tesla, Elon Musk, señaló que el programa se impulsaría durante la administración del presidente Trump, ya que no existía en los EUA un número adecuado de profesionales técnicos y científicos de primer nivel para cubrir la demanda que la industria tiene. Otro señalamiento a dicho programa de visas temporales se deriva del mal uso que se ha hecho del mismo al desvirtuarlo de su idea original y ser utilizado para importar técnicos medios como mano de obra barata y no profesionales altamente calificados.

Sin dejar de negar que en los EUA existen profesionales, en todas las disciplinas, altamente calificados, nadie podrá negar que el número de estos mantiene una tendencia decreciente entre quienes se dedican a especialidades de alto nivel, lo cual irremisiblemente llevan a que la demanda supere por mucho a la oferta. Esta situación surge como resultado de que el sistema educativo estadounidense atraviesa por una crisis severa, misma que los políticamente correctos evaden aceptar.

El problema se origina durante el proceso de lo que podría denominarse educación básica, “Elementary School” (educación primaria) del primero al quinto año; Middle School o Junior High School” (educación secundaria) del sexto al octavo año; y “High School” (educación preparatoria) del noveno al duodécimo año. En esos tres niveles educativos lo que debería de ser un proceso formativo para enfrentar los retos del futuro, se ha transformado en un asunto en el cual la instrucción ha pasado a segundo término y lo que se fomenta son cuestiones que cada vez se alejan más del acceso al conocimiento. En ese entorno, la mayoría de los alumnos se muestran más cercanos a cualquier artilugio electrónico que los atan a las redes sociales y los ponen a distancia más que prudente de los libros. Quienes van a esas instituciones con el propósito firme de adquirir conocimientos, los menos, afrontan un entorno adverso en donde son vistos como bichos raros, inadaptados les llaman algunos.

Asimismo, las tres instancias educativas mencionadas arriba se han visto cooptadas por maestros partidarios de lo políticamente correcto y quienes no son capaces de despertar en sus pupilos el espíritu critico considerando todas las posturas que respecto a un asunto en particular existen y sean capaces de emitir juicios fundados respecto a ellos. Lo que se les inculca es una verdad única, aquella con la que el maestro coincide. En forma similar, los asuntos de lectura y redacción han pasado a un término secundario.

En ese proceso se nos olvidaba mencionar como a nivel de “High School” lo más importante es darles preponderancia a los deportes y a quienes los practican colocarlos como el ejemplo a imitar. Nada tenemos en contra de la actividad deportiva, pero desde nuestra perspectiva debe de ser parte del proceso formativo del carácter. Desafortunadamente, pocos son quienes reúnen las cualidades para destacar a niveles de excelencia, y si muchos quienes al carecer de aptitudes terminan frustrados, y lo peor, sin una preparación académica adecuada.

En el colmo de todo lo anterior, cuando llega el momento de premiar a los alumnos más brillantes, las ceremonias respectivas se efectúan en una forma que hace rememorar las catacumbas de la antigüedad. A toda costa tratan de ocultar que existen alumnos prominentes. La excusa es que, si lo hacen enfrente de todos, podrían crear traumas en el resto de loa alumnos, nada de mostrarlos como un ejemplo a seguir. Al final de cuentas, lo que envían al siguiente nivel educativo es una parvada de “snow flakes” (copitos de nieve) con conocimientos escasos.

Al llegar a “College” (cuatro años de universidad), aquello se convierte en algo muy interesante. A lo largo de las últimas décadas, las universidades estadounidenses, de prestigio o no, se han visto atiborradas de una gran cantidad de profesores quienes se dedican más a vender su ideología que a preocuparse por transmitir conocimientos duros. Aunado a ello, es frecuente, sé dé cabida a carreras que poco aportan al desarrollo de la humanidad y simplemente venden humo. En ese entorno, se incrementa el número de las instituciones que tratan de atraer alumnos en función de que van ahí para “to have a good time” o en castizo para dedicarse a la diversión, la displicencia y a todo lo que conllevan las hormonas durante los años juveniles, pero nunca verse sometidos al rigor académico que debe de prevalecer en un centro de enseñanza.

En igual forma, el acceso al “College” se vio alterado por esa corrección política mencionada, en la cual va implícita que se asignaran cuotas de admisión bajo lo denominado “DEI (Diversity, Equity and Inclusión)” o diversidad, equidad e inclusión, lo cual implica darles entrada en función de raza, género o la forma en gustan de realizarse las actividades sexuales. Sin olvidar de mencionar la invención de carreras o cursos caracterizados por la inutilidad que tienen al momento de enfrentarse a la vida real. En medio de todo, son una minoría los estudiantes quienes van con el propósito firme de adquirir conocimientos y transformar sus vidas en base a ellos.

Ante lo mencionado, en las aulas, aquellos profesores que van a cumplir las funciones cuyo propósito fundamental es transmitir conocimiento y activar las neuronas de sus estudiantes, enfrentan un panorama desolador. Por principio de cuentas, tienen que ser cuidadosos con el lenguaje pues de no hacerlo lo mismo podrían ser acusados de racistas que de homófobos y, si les exigen lo normal a los alumnos, hasta de tiranos por demandarles que se dediquen al objetivo para lo cual están ahí, estudiar. Pero esto es mucho para aquellos que en los doce años previos no aprendieron ni a leer, ni a razonar, ni a escribir. Para encubrir la ignorancia esos “estudiantes” optan por convertirse en activistas de cuanta causa surge y con ello presentarse como “progres”, lo cual al fin de cuentas no significa sino convertirse en tontos útiles. En síntesis, la mayoría obtienen un “Bachelors Degree” pleno de la nada, eso sí con una deuda mayúscula por pagar y a partir de ahí a emplearse en lo que caiga pues no hay conocimiento que puedan ofrecer. Por otra parte, los menos, podrán continuar con sus estudios de leyes (tres años), medicina (cuatro años), cualquier otra especialidad o bien dirigirse a la escuela de graduados que abarca la maestría (usualmente dos años) o el doctorado (bajo circunstancias normales, cuatro años).

Aunado a lo anterior, hay otro problema que enfrenta la educación en los EUA, durante los últimos tiempos, los estudiantes que pasan de “High School” a “College” ha disminuido y ya no digamos aquellos estudiantes que una vez en las universidades quieren dedicarse a actividades científicas. Ante lo primero, es necesario reorientar el enfoque educativo y diseñar programas que permitan “descubrir” las habilidades que cada uno posee y quienes no sean aptos para ir al “College” se preparen como técnicos en las especialidades diversas, algo que es muy requerido tanto a nivel de industrias como de cualquier hogar a la hora en que se presentan desperfectos o es necesario realizar instalaciones demandantes de conocimientos no poseídos por el común de los mortales.

En cuanto a quienes buscan enfocarse en preparación para actividades científicas, hay una gran cantidad de universidades que buscan cubrir las carencias con estudiantes foráneos y en ese proceso se genera un problema. Como son pocos los países que pueden cubrir los costos de los estudios profesionales han recurrido a aceptar que China les envíe cuanto estudiante quiera y ahora es común ver los laboratorios de las universidades estadounidenses repletos de asiáticos quienes, entre otras cosas, actúan como emisarios para ver que se agencian de las investigaciones que se realizan en los EUA.

Ante el panorama descrito, dado que la industria estadounidense demanda en algunas de sus actividades personal altamente calificado, hace años, instituyó un programa de visas temporales para personal de alta calificación. Sin embargo, como sucede con todo, pronto se empezó a abusar del mismo y los vivales que existen en todos lados pues empezaron a importar técnicos medios que les salían más baratos y fueron dejando de lado traer aquellos que calificaban con nivel de excelente y obviamente representaban pagarles salarios más altos.

En síntesis, Musk tiene razón al no haber profesionales de alto nivel suficientes para cubrir la demanda, pues a corregir las fallas del programa y a instrumentar un cambio radical en el modelo educativo estadounidense para hacer que los estudiantes se vean más interesados en convertirse en profesionales de alto rango y dejen de soñar en imitar a quienes emiten berridos o hacen piruetas con un balón, pocos, muy pocos son quienes reúnen las aptitudes para hacerlo al nivel de excelencia. Es necesario se recupere el espíritu de inventiva que tuvieron los estadounidenses a principios del Siglo XX. Asimismo, nada tiene de negativo el que extranjeros se incorporen a la vida de los EUA siempre y cuando lo hagan por los causes legales y tengan como objetivo primario el contribuir a su crecimiento como lo hicieron muchos, desplegando un esfuerzo amplio, en generaciones previas. Hoy, la gran mayoría de quienes llegan buscan ver que les van a dar de gratis y sin realizar esfuerzo alguno, excepto venderse como víctimas en espera de la dádiva o bien tratan de cumplir con la encomienda que les asignaron cuyo objetivo nada tiene que ver con contribuir a la creación, sino por el contrario a la destrucción. Un inmigrante sabe que al llegar a otra nación debe de realizar un esfuerzo doble, en todos los órdenes, para sobresalir e integrarse como parte de esa sociedad bajo la premisa de no olvidar de que a pesar de lo bien que le vaya, siempre ha de ser un extranjero, algo que lleva implícito un costo que nunca terminara de cubrir.

Como colofón, hemos de mencionarle a usted, lector amable, que mientras realizábamos la reflexión previa, encapsulada en 1700 palabras, no pudimos apartar de nuestro pensamiento un hecho del cual muchos no quieren acordarse, la manera como se dio el gran impulso tecnológico-científico estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial durante los tiempos en que el presidente era el miembro del Partido Demócrata, Harry S. Truman. Al respecto, les recomendamos la lectura del libro ‘Operation Paperclip: The Secret Intelligence Program that Brought Nazi Scientists to America”, (2014) escrito por Annie Jacobsen. [email protected]

Añadido (25.01.01) ¿Por qué en lugar de exponer a los paisanos, quienes se introdujeron de manera ilegal en los EUA y por consiguiente pueden sufrir las penas que la ley establece para quien la evade, el gobierno mexicano va por ellos y los retorna a este país en donde el empleo y las oportunidades abundan, la inflación es baja, los servicios de salud y educación son de primer nivel y la paz reina en tal abundancia que hasta da para construir un segundo piso?

Añadido (25.01.02) De acuerdo con un estudio realizado por el Centro para la Seguridad y Relaciones Exteriores de Jerusalén desde que, en 1994, la autoridad palestina tomó el control de Belén, la población de cristianos ha disminuido en dicho lugar. En 1950, en esa ciudad y las villas cercanas, el 86 por ciento de los pobladores eran cristianos. Hoy, solamente el uno por ciento de la población profesa esa interpretación de la fe. “Las familias y el clero cristiano se han marchado, o se están yendo, debido a las dificultades socioeconómicas sistémicas, la inestabilidad, la discriminación y el acoso que sufren por parte de los palestinos musulmanes y la Autoridad Palestina dominada por el islam”. Ante actos tan generosos, como muestra de su agradecimiento, el ciudadano Bergoglio Sívori puso, en el nacimiento colocado en la Plaza de San Pedro, al Niño Jesús acostado sobre una keffiyeh o kufiya, el pañuelo utilizado por los palestinos como símbolo nacional.

Añadido (25.01.03) ¿Qué haríamos si no tuviéramos estas autoridades tan preocupadas por la salud de los habitantes de la CDMX? Un día autorizan la venta de fuegos pirotécnicos y al siguiente cuando a una runfla de descerebrados les da por quemarlos en la noche previa, decretan el doble hoy no circula. Por supuesto, los autos son los que generan la contaminación ambiental. ¿Alguna duda?