Saltillo, Coah.- Muy atrás quedaron los sombreros, las botas y las gruesas cadenas de oro, la nueva generación de capos optan por un estilo que los defina como “evidentemente pudientes” al vestir ropa casual, pero de diseñador.

Coincidentemente, en las últimas detenciones de altos mandos dentro del crimen organizado, el distintivo de poder son las playeras modelo Classic-Fit Big Pony Polo, de Ralph Lauren, prenda que cuesta, según la página de Internet del diseñador, 98 dólares, esto es, casi mil 150 pesos.

Este fenómeno es alarmante desde que los jóvenes en todo México ya imitan el modo de vestir de la playera con el jugador de polo en el frente, la mayoría de ellos de bajos recursos, por lo que recurren a las copias piratas hasta cinco veces más baratas que la original.

Los padres de familia y educadores están visiblemente preocupados por el impacto que tienen los afamados criminales en la percepción que tienen los más jóvenes, de lo que es el estatus social y la vida deslumbrante, siendo esta prenda el símbolo de poder.

La moda es sin duda una característica distintiva entre grupos sociales, sin embargo, cuando los modelos a seguir son criminales, el sentido de imitación corre el riesgo de caer en algo más que simples prendas de vestir, como lo hizo saber Mario López Valdez, Gobernador de Sinaloa, quien al ser cuestionado si prohibiría el uso de playeras polo, como lo hizo con los narcocorridos, el Mandatario dijo que no, que lo único que busca, como todos los demás jefes de Gobierno o de familia es evitar que los jóvenes vean en los narcotraficantes un patrón a seguir.

CAMISETAS DE LUJO, ¿FIEBRE POR LA MODA?

Además de ser símbolo de identidad, funciona a gente con pretensiones de altos recursos, explican expertos

Las botas rancheras puntiagudas y los sombreros norteños han dejado de estar in para los narcotraficantes mexicanos: ahora lo “fashion” es llevar una camiseta de lujo de la marca Polo Ralph Lauren, que también es un éxito en su versión falsificada en los mercados callejeros.

Un narcotraficante apodado “La Barbie” fue el que la puso de moda. Édgar Valdez Villarreal portaba una camiseta polo verde con la leyenda London el 30 de agosto cuando lo capturaron, y unos días después repitió modelito, pero en azul, cuando le dictaron prisión preventiva.

Para el sociólogo y escritor Luis Gómez, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hay varios factores que entran en juego en esta nueva moda. “En primer lugar, con sus logos exagerados, es un modelo atractivo en términos aspiracionales para gente con pretensiones de altos recursos”, dijo el autor del thriller narcopolicial “Café Pacífico. Muerte en Tijuana”.

“E icónicamente, con la detención de ‘La Barbie’, se convierte en un símbolo, que representa una apariencia de vínculo con el narcotráfico y una especie de advertencia: ‘no te metas conmigo, cuídate de quién soy yo’”.

¿PIRATA O AUTENTICA?… SEGUN EL BOLSILLO

Desde la captura de “La Barbie”, otros cuatro presuntos narcotraficantes llevaban puestas la camiseta en distintos colores al ser detenidos, y mucha gente se pasea, desde el estado de Sinaloa a la Ciudad de México, con la misma polo, auténtica o pirata, según las posibilidades del bolsillo.

La característica de la prenda son los enormes logotipos: un polista a caballo, números en la manga y, en algunos casos, como en la polo verde de “La Barbie”, la palabra “London” escrita en el pecho.

Poco después de la captura de “La Barbie”, la camiseta estaba en los tianguis o mercados sobre ruedas y en la página de ventas por Internet Mercado Libre, que ya retiró anuncios que decían: “Playera igual a la de La Barbie, póntela ya”. El precio eran 400 pesos (35 dólares), unas cuatro veces menos que el original.

Jorge Balderas Garza, alias “El JJ”, presunto socio de “La Barbie” y agresor del futbolista paraguayo Salvador Cabañas, tenía una azul el día de su arresto en enero. Benjamín Flores Reyes, líder del Cártel Independiente de Acapulco, fue capturado con una blanca en marzo.

Marcos Carmona Hernández, “El Cabrito”, lució una roja debajo del chaleco antibalas que le puso la policía también ese mes, mientras que Víctor Manuel Valdés Artega, supuesto operador del Cártel del Pacífico Sur en Cuernavaca, portaba una oscura al ser capturado.

TERCERA GENERACION DE NARCOS

En el narcotráfico ha habido una transformación generacional y México está ante una tercera generación de narcotraficantes constituida por juniors con teléfonos celulares y computadoras portátiles o tabletas, dice Gómez. “Representan otra cosa que la vieja imagen del ranchero con bota picuda”.

Ya sea en la música, la ropa o la religiosidad popular, la narcocultura se ha expandido.

El Gobernador del estado de Sinaloa, Mario López Valdez, prohibió esta semana las canciones conocidas como narcocorridos en bares, restaurantes y centros nocturnos. Fundamentó que no se deben fomentar a estos “ídolos de oropel”.

Y agregó: hay que ver la gente “cómo trae de moda las camisetas que utilizó ‘La Barbie’. Entonces ¿por qué enaltecer a alguien que no es un buen ejemplo para la nación?”.

“¿PORQUE NO AGARRR CAMISETAS DE JUAREZ O ZAPATA?

Mario López Valdez, Gobernador de Sinaloa, expresó su preocupación porque algunos jóvenes sinaloenses visten playeras polo, ropa usada por algunos narcotraficantes al momento de su detención, como “La Barbie” y “El JJ”.

“A mí me preocupa enormemente la cantidad de camisetas que traen los jóvenes, que promulgó la moda de ‘La Barbie’. Entonces por qué no agarrar camisetas de Juárez, por qué no agarrar camisetas de Zapata”, dijo en entrevista con Radio Red.

Muchos sinaloenses, aseguró, aspiran a tener la vida de un capo, con grandes lujos, mientras que las jóvenes quieren ser las novias de los grandes narcotraficantes.

“Hay gente que desea ser como esos falsos ídolos. Desean ser grandes capos entre los jóvenes y hay jovencitas que también desean, por fortuna son las mínimas, ser las novias de los grandes capos”, comentó.

“Esa subcultura donde la vida no vale nada, donde hay que tener vehículos, grandes casas, grandes riquezas, aunque viva poco tiempo y termine en una tragedia, es una que queremos cerrar”.

UNA IMITACION DAÑINA

La moda como la mayoría de las cosas cambia; la sociedad, específicamente la tijuanense, está cayendo en un fenómeno claramente peligroso, que es emular el estilo de narcomenudistas, como una dañina forma de exaltar un estilo de vida más sangriento que glamoroso. Los que adoptan la forma de vestir de los actuales narcos, son conocidos como “mangueras”.

¿QUIENES SON ‘MANGUERAS?

El término manguera tiene poco tiempo desde que se usó para referirse al concepto del narco junior. Los mismos jóvenes que dicen pertenecer al círculo de los mangueras lo definen como aquellos jóvenes que se visten de marcas originales, se pasean en sus vehículos del año por las calles con música de banda y narcocorridos a todo volumen.

Los mangueras frecuentan lugares de caché, aunque lo más popular entre ellos es el realizar “pisteadas” en la casa de algún miembro del grupo, donde obviamente no puede faltar la cerveza, los Buchanans, el grupo norteño o en su caso, un sonido con excelente repertorio de narcocorridos, además de chicas guapas del mismo estilo y en la mayoría de los casos droga, ya que los manguera originales se dedican 100% a su venta.

Ernesto, de 19 años, es un joven que se considera manguera: “Yo soy manguera y me vale lo que diga la gente, me visto así porque quiero y puedo, todos mis compas y yo decidimos vestirnos así porque se ve más fashion, imposible que ande en la calle sin mi ropa de marca, sería un suicidio social”.

Aida, de 23, opina: “Todos aquellos que se creen manguera me dan mucha pena, aparte de su ropa fea de diamantes y calaveras nacas, presumiendo lo que no se han ganado, y ni siquiera han conocido”.

LO QUE NUNCA DEBE HACERSE

1.- Vestirse con ropa de marca pirata, especialmente Ed Hardy.
2.- Tener algún narcotraficante como ídolo.
3.- Escuchar narcocorridos
4.- Usar rosarios, no como un símbolo de religiosidad, sino como un accesorio.
5.- Presumir de carro del año.
6.- Usar prendas con calaveras y brillantes.
7.- Creerse parte de algún cártel de la droga.
8.- Juntarse con gente que sólo pertenece al mismo grupo social.
9.- Ostentar un vocabulario rico en palabras altisonantes.
10.- Poseer nextel como símbolo de status social.