Montones de mampostería gris y metal retorcido yacían el jueves junto a un autobús calcinado a unas decenas de metros del sitio declarado Patrimonio de la Humanidad, un día después del ataque, que fue parte de una oleada la que murieron 40 personas en la ciudad y sus alrededores.
El Ejército israelí ha ordenado a los residentes de toda la ciudad que abandonen Baalbek, en el valle oriental libanés de la Bekaa, que alberga uno de los mayores y mejor conservados complejos de templos grecorromanos y fenicios de Levante.
Los alrededores de la ciudad han sido objeto de repetidos ataques por parte de Israel, que afirma que allí se refugian dirigentes del movimiento chií Hezbolá, respaldado por Irán.
El gobernador Bachir Khodr dijo a Reuters que el edificio destruido en el histórico barrio de Manshiyeh, a las afueras del antiguo templo, era valioso en sí mismo, ya que databa de la época otomana.
“ Es un barrio muy artesanal, normalmente lleno de turistas. No había nadie en ese edificio”, dijo.
No se apreciaron daños inmediatos en el complejo del templo, pero era demasiado pronto para ser concluyentes, dijo.
“ Los guardias del castillo confirmaron visualmente que no había daños, pero necesitamos que vengan expertos (ingenieros y arqueólogos) a echar un vistazo. Nadie ha podido hacerlo todavía debido a los ataques”, dijo Khodr.
Tras ataques israelíes:
⭕️ دمار كبير في محيط قلعة #بعلبك pic.twitter.com/8Cm3vYusG7
— مجلة الجرس 🔔 (@AlJarasMagazine) November 7, 2024
Israel lanzó un asalto terrestre y una campaña aérea masiva contra Hezbolá a finales de septiembre, tras un año de fuego cruzado en la frontera en paralelo a la guerra de Gaza.
Más de 3 mil personas han muerto en ataques israelíes contra Líbano durante el último año, la gran mayoría en las últimas seis semanas.