Buen guiño para Torreón que el discurso central de este año, en la conmemoración del Plan de Guadalupe, haya estado a cargo del magistrado Miguel Felipe Mery Ayup, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, personaje de fortaleza política y cercano al gobernador Manolo Jiménez Salinas.
El mensaje fue claro: en Coahuila, nadie está por encima de las instituciones. Al citar al gobernador Manolo Jiménez, subrayó que el Estado de derecho se respeta y se aplica para asegurar el orden y el desarrollo.
Aseguró que en la entidad no hay cabida para improvisaciones, ni ocurrencias, y destacó que la solidez institucional se basa en los valores de la democracia, justicia y paz social. Con el liderazgo de Jiménez Salinas, dijo, Coahuila destaca en el plano nacional en seguridad, exportaciones, formalidad laboral y competitividad.
Ni se topan
Coincidieron en la ex hacienda Guadalupe, de Ramos Arizpe, el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González y el diputado local Antonio Attolini Murra, autor del apodo de moda, “Robán”.
Con todo y que el lugar no es tan grande, y el escenario donde se conmemoró la firma y promulgación del Plan de Guadalupe se encontraba bajo control, edil y legislador ni se toparon.
“Robán” tuvo asiento justo en la parte central, junto a los alcaldes de Saltillo y Monclova, Javier Díaz González y Carlos Villarreal Pérez, y del titular de la Fiscalía General del Estado, Federico Fernández Montañez. A Attolini le tocó en un extremo, en el área donde fueron ubicados los diputados, entre ellos, Jorge Arturo Valdés Flores, representante del Partido Verde. Los malpensados, al pendiente de la situación, aseguran que “Robán” y el diputado de la mascada hicieron esfuerzos para no encontrarse.
Solidaridad ausente
Mal paradas quedaron las diputadas federales laguneras Verónica Martínez (PRI), Cintia Cuevas (Morena) e Hilda Licerio (PVEM), quienes cerraron filas para proteger al ex futbolista y actual legislador Cuauhtémoc Blanco, acusado de intento de violación.
Las tres votaron contra el desafuero del “Cuau” y con ello sepultaron la posibilidad de que enfrente la justicia como cualquier ciudadano.
Difícil que las legisladoras vuelvan a hablar con autoridad sobre los derechos de las mujeres. Cuando tocaba demostrar sororidad, simplemente no estuvieron.
Cambiaron de oficina
En el ayuntamiento de Torreón, lejos de amainar, cada vez está más fuerte el encontronazo entre el tesorero Oscar Luján Fernández y el ex director de Servicios Administrativos, Víctor Manuel Navarro Arratia, ahora a cargo del Sistema Integral de Mantenimiento Vial.
Con la reciente depuración en Servicios Administrativos, ante la salida de empleados y funcionarios vinculados a Navarro, Luján presume el triunfo, por retomar el control de una de las áreas fundamentales para el desarrollo del gobierno municipal.
Quienes lo conocen, aseguran que Navarro no es dejado y está preparando el contraataque.
Por cierto, con todo esto no es que los arreglos entre proveedores y autoridad municipal hayan desaparecido; simplemente, cambiaron de oficina.
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