Saltillo.- “En el tarot el arcano 17 es la Estrella, y es el que sigue a la Torre, el arcano 16, eso quiere decir que después del primer trauma llega la liberación”, sostiene el artista visual Miguel Canseco. “Y el Cerdo, como todo mundo, tuvo un rayo que le pegó y que sortearon porque aquí sigue. Fue un rayo purificador porque se conectó más con su esencia y, en lugar de vulnerarse, se fortaleció”, agrega sobre los meses de pandemia que el recinto tuvo que sortear para llegar hoy a los 17 años de existencia.

Durante ese tiempo el bar se ha metamorfoseado y ha pasado de ser “un lugar humano en el que la gente que se congrega en el ritual del vino”, a un sitio “en donde suceden cosas” como centro cultural, galería, editorial y, ahora, creador del Tarot de la Taberna.

Este proyecto inició hace algunos años e involucró a Canseco, al escritor Julián Herbert y al equipo del bar: sus propietarios Sergio Castillo y Jerónimo Valdés, junto con la diseñadora Saray Colin. Además de diversas manos que leyeron y tiraron cartas, vieron su interior y definieron su destino con el mazo que verá la luz el próximo octubre en el Festival Internacional Cervantino, pero que hoy celebra, sobre todo, un esfuerzo dinámico de potencias y energías creadoras.

Inspirados en la leyenda del tarot de los bohemios, la cual apunta que la sociedades secretas de la antigua Alejandría, temerosas por desaparecer, dejaron “todas las antiguas claves de la ciencia egipcia ocultas en un juego de cartas, el tarot, que subsiste intacto en el bajo mundo”, como escribió Canseco en su libro El Tarot: del Dilema a la Metáfora.

¿Y qué otra cosa ha sometido a la sociedad en el terror que la enfermedad que ha azotado al mundo? Pero la historia se repite en un ciclo imperceptible y a diversas escalas, pues si bien el juego de cartas se tenía planeado para salir antes, fue hasta este 2021 que se concretó.

Para Canseco hay algo mágico ahí, pues él cree “que todo llega en el momento que debe llegar. Por ejemplo, el tarot que históricamente data del siglo 16, nace en un momento postpandémico en Milán, cuando va terminando la peste negra y refleja ese sentido del azar, de la vida y la muerte, para aceptar que el juego del destino no lo riges tú, sino una potencia mucho mayor que puedes llamar Dios, diablo o el mismo azar y que no sé cuál es más tremenda.

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Por eso creo que llega en el momento perfecto: porque nace en un momento anterior a esto (la pandemia de Covid-19), cuando no sabíamos qué cartas nos iba a jugar la vida, y se materializó cuando ya estamos metidos en un juego que nos rebasa. Personalmente estoy intrigado y maravillado por el acierto en el cual se combinaron los elementos para que salga”, comentó a Zócalo en entrevista.

La lectura

El mazo del tarot está conformado por 78 cartas: 21 arcanos mayores entre los que se encuentran La Luna, El Diablo, La Papisa, El Mundo, La Rueda y La Estrella, entre otros, además de El Loco, el arcano 0. Junto a ellas se encuentran cuatro palos como oros, bastos, espadas y copas, además de otros elementos. Al mazo de baraja casi siempre se acompaña con un librillo de instrucciones.

En el caso de El Tarot de la Taberna, el encargado de la guía para leer la baraja fue Julián Herbert, escritor que se ha acercado de forma profunda al juego, mientras que Canseco se encargó de las ilustraciones: imágenes que remiten a la tradición renacentista y que enfrentan la imaginación del observador con lo fantástico.

Ese mismo proceso fue, también, el del artista visual, quien señaló que “el Tarot del Cerdo no es una obra normal, porque no son solo imágenes sino reflejos de mis vivencias como tarotista, por eso iban saliendo sin orden, sino a medida que me iban sucediendo cosas.

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Creo que fue de una naturaleza no planeada y, por eso, de naturaleza totalmente ritual. Todos pusieron algo de su ser en el producto final y eso me encanta, porque quiere decir que quien lo quiera tomar como un producto cultural, como un libro o pieza de colección, lo puede hacer, pero quien lo quiera activar como una herramienta de visión también lo puede hacer, porque eso está en su DNA, en su estructura, porque hay una parte del alma de muchas personas”, comentó el también creador del diseño de la playera conmemorativa del 15 aniversario del lugar.

Recomienzos

Ahora, con la tranquilidad de lo concreto y el saber de que todo es efímero, el también sicólogo apunta que este nuevo recomienzo es una oportunidad esencial para que todos se reconcilien consigo mismo, y que este juego puede ser una forma ideal de empezar esa nueva construcción personal.

Pues el tarot y cualquier arte “son medios para reconciliarnos con el caos, para reconocer quiénes somos cuando la circunstancia externa se rompe y ver qué es lo que pemanece en el interior. Los grandes episodios de la vida tienen elementos de azar y de necesidad; porque tenemos unos principios éticos, una percepción del amor y de uno mismo, pero también unos oleajes que están fuera de nuestro control, de ellos naces tú. Por eso el tarot es un arte hermético, una comunicación entre mundos.

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Creo que ahorita es cuando se necesitan tarots, invocaciones, oraciones y rituales. Yo espero que esta ruptura haga regresar esos rituales en los que nos reconocemos como seres que nos rebasa por mucho y que es una potencia maestra. Si este juego suma a una humildad de reconocimiento de sí mismo, ya cumplió con su función a nivel individual”, por ello es una forma de verse y sentirse distintos, de celebrar que el Cerdo y su trabajo son “una entrada a otra realidad, porque estamos comunicándonos con lo invisible todo el tiempo, desde una forma personal eso lo abrió en mí el Tarot de la Taberna”, concluyó.