“Desde el norte, el Presidente otra vez pegó donde duele:
‘Ponle alto a los migrantes o ahí te van los aranceles.
También para ese veneno, que a mi gente va matando:
ese fentanilo sucio que por México ha pasado’.
Pero Claudia no es de miedo, con su gente se paró:
‘Nosotros no nos vendemos, no nos vas a arrodillar.
Buscaremos buen acuerdo, pero escucha bien, Donaldo:
México es independiente, no nos manda tu presión.
Hoy la historia sigue viva, nadie sabe qué vendrá,
pero el pueblo mexicano nunca se deja doblar.
Que lo escuche el mundo entero, que lo sepan en el norte:
México sigue de pie sin que un gringo lo sofoque’”.
Los versos del corrido estilo banda “Claudia y Trump”, mismo que puedes escuchar en nuestros sitios. Vale la pena. Muy mexicano, muy pegajoso, muy bueno.
Pues claro, nuestro ingenio siempre sale a la luz.
Mmmm, pues no.
Para nada.
¡En todo caso es el ingenio de la inteligencia artificial!
Porque, aunque no lo creas, creé este corrido literalmente en menos de 5 minutos con puritita IA.
Te platico.
Hace algunos días, tras terminar un juego de pádel, los chavos contra los que jugamos andaban risa y risa escuchando una canción. Era precisamente un corrido que habían creado con IA.
Presto, les pregunté y Alan Camacho me platicó el camino.
PASO 1: ChatGPT.
Ya sabes, le pedí la letra de un corrido mexicano que contara las batallas actuales entre Trump y Claudia Sheinbaum.
Lo tenía en 5 segundos… pero le faltaba.
Estaba muy general. Le pedí que incluyera los temas de migración, fentanilo y aranceles. En 5 segundos lo tenía de nuevo.
Pero estaba muy largo: recórtalo por favor.
En 5 segundos tenía la letra final.
PASO 2: SUNO (app).
La descargas y usas la versión gratuita, te da 10 canciones por mes.
Pides un corrido mexicano y alimentas la letra de ChatGPT.
Y en 30 segundos tienes la canción, que seguro ya escuchaste.
¡Que bárbaro! Porque si no te platico todo esto creerías que un grupo regional de algún rincón de México la grabó en un estudio.
Bueno, yo colaboré ajustando un poquito los versos.
Por ejemplo, la primera estrofa de ChatGPT era: “Desde el norte un viejo gringo otra vez vino a atacar: ponle un alto a los migrantes o te haré los arancelar”.
Mmmm, francamente dejaba muuucho que desear.
Mucho mejor con mi ajuste: “Desde el norte el Presidente otra vez pegó donde duele: ponle alto a los migrantes o ahí te van los aranceles”.
Y así realicé diversas modificaciones, chiquitas pero picosas, valiosas.
Esto puede parecer poca cosa… y sí lo es.
Pero también abre la puerta a la colaboración. Abre la puerta a usar la IA como herramienta y no necesariamente como un sustituto al autor.
Sin embargo, no hay escapatoria: la IA cambiará dramáticamente el mundo de los autores: de escritores, músicos, cantantes… y, por supuesto, de películas y series.
“La IA generativa representa un salto evolutivo en la experiencia narrativa. Puede generar dinámicamente historias con personajes predefinidos, pero con resultados no predefinidos, creando contenido que se adapte en tiempo real a preferencias individuales, haciendo realidad la narración hiperpersonalizada”, explica el experto Shelly Palmer.
¡Wow! ¿Te imaginas? Series o películas que cambiarían al momento para adaptarse a tus gustos.
¿Gusto o susto? Para el espectador, gusto. Para los autores, más bien todo esto parece un susto… o sustote.
Si eres autor, ¿qué hacer? Primero que nada, entender la IA. ¿Ya la conoces? ¿Ya te hiciste experto? Segundo, incorporarla a tu trabajo.
Encuentra cómo sacarle provecho. Y tercero, mantenerte relevante a través de lectura, networking y mentoraje. En un mundo dinámico el que se duerme se lo lleva la corriente, se queda atrás.
Finalmente sigo pensando: ¿si los autores humanos pierden relevancia, de dónde se alimentará la IA para seguir siendo inteligente?
Ah, y que no se me olvide, queda también el mal uso de la IA para crear contenido falso, que polarice o manipule.
Eso sí que es puro susto.
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