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Humanos: la otra revolución

Por Columnista Invitado

Hace 2 dias

Por: Horacio Marchand

 

En este mundo no hay seres humanos con obesidad; todos son delgados y atléticos. No beben alcohol y tampoco consumen opioides; ingieren alimentos optimizados con ingeniería. Algunos llevan órganos sintéticos e implantes en el cerebro. El capitán de la nave Enterprise, Jean Luc Picard, por ejemplo, tiene un corazón artificial hecho de una aleación metálica.

Entre los lectores, los trekkies ya lo identificaron. Se trata del universo creado por Gene Rodenberry: Star Trek, un futuro donde la humanidad ha curado todas las enfermedades, no hay guerras entre nosotros y viajamos a otras galaxias.

Este mundo futurista, en un grado o en otro, parece estar construyéndose en la actualidad. Con los avances en medicina y bioingeniería, industrias enteras están siendo afectadas y se verán obligadas a reinventarse o morirán.

Un marcapasos ya no es novedad; lo que sí lo es, es Neuralink de Elon Musk, que diseña chips insertables al cerebro para curar trastornos neurológicos y mejorar los sentidos, como la visión. Y esto apenas comienza.

Por otro lado, hace pocos años se lanzó la semaglutida (comercialmente: Ozempic, Wegovy o Rybelsus), un ingrediente diseñado originalmente para la diabetes tipo 2 y que está modificando los hábitos de millones de personas en el mundo.

La obesidad y la diabetes tipo 2 parecen ser las enfermedades de esta era. Han sido detonadas por la mala alimentación, los químicos que se vierten al hogar y el sedentarismo. Se estima que 537 millones de personas, en el mundo, padecen diabetes tipo 2 (783 millones en el 2045, IDF Diabetes Atlas).

Así también, conectadas al exceso de grasa corporal, emergen propensiones a problemas coronarios y renales, entre otros. Todo mientras la comorbilidad (dos o más enfermedades simultáneas) se dispara a nivel mundial.

Regresando a la semaglutida: se han descubierto otras vertientes.

La FDA recientemente aprobó a Wegovy para tratar el riesgo cardiovascular en pacientes con alto índice de masa corporal. Devra Dang, profesora de Uconn School of Pharmacy, señala: “Sabemos que estas medicinas fueron enfocadas a la diabetes, y también ayudan a la pérdida de peso (en parte por la reducción del apetito), pero estudios demuestran que también benefician parcialmente al riñón y al corazón al reducir el número de células inflamatorias en el torrente sanguíneo”. Naturalmente que, en consecuencia, estaría el beneficio asociado a la salud mental.

La lógica de la correlación y/o causación en el consumo de la semaglutida pareciera comportarse más o menos así: 1.- Se reduce la obesidad. 2.- Mejora la química sanguínea. 3.- Baja el colesterol malo y los triglicéridos altos. 4.- Mejora la forma en que se procesa el azúcar. 5.- Incrementa la energía física. 6.- Mejora el índice de masa corporal. 7.- Se reducen medidas en el abdomen, cintura y también la inflamación en general (CardioMender, MD).

Por si fuera poco, un estudio publicado en Annals of Internal Medicine, afirma que existe evidencia preliminar de que la semaglutida reduce la ansiedad por fumar o incluso la de consumir cierto tipo de opioides.

Humanos al fin, ya aparecen los excesos y el mal uso de la semaglutida. Existen personas que se automedican, sin monitoreo médico, con el objeto de adelgazar; la vanidad sobre la salud. Si bien es cierto que estamos en la era de las pastillas mágicas, estas no substituyen los hábitos ni son para subsidiar la indisciplina personal.

El camino a la salud humana de Star Trek parece estar lejos, pero encaminados estamos. Mientras tanto, se abre otra veta filosófica/científica: Yuval Harari, autor de Sapiens, afirma que a este paso, los humanos “dejaremos de serlo” debido a las modificaciones crecientes de la Bioingeniería y la Ciberingeniería.

Alarmista para muchos, realista para otros, Harari nos hace pensar que esta revolución implicaría, a su vez, una nueva revolución que redefinirá al ecosistema económico, o por lo menos en las industrias médica y farmacéutica, tabaco/vaping, alcohol, drogas, alimentos, bebidas, ropa, estilo de vida, viajes, equipo de ejercicio, suplementos, entre otros.

Los negocios exitosos perseguirán las tendencias y se adaptarán a ellas.

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