“La propuesta es dejar de sembrar guerras, sembremos paz y sembremos vida”.
C.Sheinbaum
Hace justo una semana el pasado domingo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden levantó la prohibición al uso de misiles estadunidenses de largo alcance por parte del Ejército de Ucrania para atacar posiciones militares, dentro de territorio ruso.
Durante la misma semana en el marco del G20 la presidenta de México, Claudia Sheinbaum propuso destinar el 1% del gasto militar al programa de reforestación más grande de la historia.
Es curioso ver cómo ambos mandatarios hacen propuestas desde posiciones tan distintas, y no me refiero sólo al hecho de qué el primero, es el Presidente del país más poderoso del mundo, un varón octogenario, de origen aristocrático y la segunda, una mujer de origen judío, de un país en desarrollo. Sino precisamente lo contrario, Biden lo hace a meses de abandonar el poder luego de una derrota electoral, aplastante por parte de sus adversarios del partido republicano, encabezados por el presidente electo Donald Trump, mientras que la otra lo hace desde el inicio de un mandato de seis años, después de triunfar con Morena, partido movimiento que la llevó a la Presidencia.
Luego de la cumbre iberoamericana donde a la ausencia de la mayoría de los mandatarios con sólo tres jefes de Estado presentes, ningún acuerdo y la anfitrionía de un impresentable Daniel Noboa.
La propuesta de la presidenta Sheinbaum es importante por el posicionamiento de México y la redefinición de su liderazgo en una serie de temas como son el combate a la pobreza, la defensa del medio ambiente y la paz.
Al adoptar una postura ideológica que por lo menos en lo internacional, no encuentra un precedente reciente.
Y es que México no sólo es el país con más hablantes hispanos sino que suma a aquellos que viven fuera de su territorio.
La propuesta de ampliar el programa sembrando vida, no es internacionalizarlo, porque este, desde su origen nació no sólo para apoyar a los campesinos pobres de México, sino también los de algunos países de Centroamérica.
El propósito llamar a las economías más grandes del planeta a un programa concreto.
Ese llamado a la paz es a corregir la ruta para que en lugar de ir al norte, vayamos al sur y nos llamemos maíz en lugar de humo.Y nos reconozcamos en los nombres de quienes cayeron, y desde la tierra renacen en el trigo. Y nos despertemos en el centro del mundo luego de recorrer la orilla y creer que es nuestro.
Más sobre esta sección Más en Coahuila