Casi 250 editoriales escribí en este espacio semanal. Casi siempre superaba los dos mil caracteres y punto que anunciaba, pero mis editores fueron comprensivos todo el tiempo.

#DosMilCaracteresYPunto fue el título que elegí en los primeros días del año 2018 para este espacio de opinión, justo cuando el contador Francisco Juaristi Santos, director general del Grupo Zócalo, me aceptó la primera colaboración editorial escrita y que envié durante cada miércoles.

Hoy aprovecho este momento para agradecer su apoyo a los periodistas Sergio Cisneros y Leopoldo Ramos, quienes son pilares de este gran medio de comunicación que me abrió sus puertas para escribir y opinar.

Gracias también a mis entrañables Irma Mendoza, Edgar Zuazua y Elsa Margarita Reyna, mis editores, y quienes se encargaron de la puesta en página estos años.

Sin tapujos y sin censuras de mi casa editorial, así fue esta época, así fueron las columnas que envié semanalmente, miércoles con miércoles, pero hoy he decidido hacer una pausa en esta fase del periodismo.

Agradezco a cada uno de los lectores y a quienes me enviaban sugerencias de temas, o que criticaban las posturas que cada semana expuse en este mismo espacio, tanto en las páginas en el impreso como en el sitio web de esta empresa que respeto, admiro y en donde coordiné algunos años la Jefatura de Información, en los inicios del Periódico Zócalo y a su llegada a Saltillo.

Fueron muchos los temas, las anécdotas y el lugar en que permanentemente se me permitió escribir y opinar. Pues los textos de opinión son eso, apuntan hacia asuntos que son de interés para el colectivo, de relevancia o que tienen un impacto específico en una sociedad que exige cada vez más información, más lecturas de fondo o de largo aliento, y más posturas para llegar a sus propios puntos de vista, sobre tal o cual cosa.

Los editorialistas ocupan un lugar privilegiado en un medio de comunicación. Tienen una clara responsabilidad de lo que escriben, asumen esta parte porque tienen sus seguidores y sin duda tienen su segmento de lectura inamovible, fiel, que les sugiere o les hace precisiones, que les pide abundar o que les señala frases o retos a manera de crítica.

Fueron varios años de estar en este espacio, de escribir y decir, de participar o sugerir haciendo periodismo desde un enfoque diferente. Hoy es tiempo de decir adiós a este espacio, a esta columna, pero no de manera permanente, sino en un sentido temporal, pues el ojo periodístico no se pierde dejando de escribir, pues el aprendizaje ha sido mucho y de gran valía.

Gracias a cada uno de quienes hicieron posible la publicación de #DosMilCaracteresYPunto y a quienes seguían estas publicaciones. Gracias muy especialmente al contador Francisco Juaristi Santos, por su apoyo y el espacio que siempre me brindó. Gracias siempre.