Por: Joel Martínez
Ayer, el Comité de Tasas de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) puso orden en los mercados evitando la confrontación con el Gobierno trumpista.
Lo obvio fue que dejó la tasa de los fondos federales sin cambio, en el rango de 4.25 a 4.50 por ciento.
Igual dejó el diagrama de puntos que tenía desde diciembre, es decir, los miembros del FOMC esperan dos recortes de la tasa de referencia en 2025, uno en junio y otro en diciembre.
En pocas palabras, habrá otra pausa para el comunicado del 7 de mayo.
Recordemos que el diagrama de puntos es el gráfico en donde todos los miembros del FOMC ponen sus estimaciones de la tasa de los fondos federales para 2025, 2026 y mediano plazo.
Sólo se actualiza cada trimestre: marzo, junio, septiembre y diciembre.
Asimismo, retiró del escenario las tesis de una recesión o de una estanflación (estancamiento de la economía con inflación).
Sin embargo, hace la advertencia de que hay incertidumbre y riesgos, aunque también “le echa una manita” a los trumponomics.
La idea de que por ahora la Fed no ve recesión ni estanflación, además de ponerlo en su comunicado, lo hizo evidente con la actualización de sus proyecciones macroeconómicas:
“Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo sólido”.
Las estimaciones a la baja del crecimiento del PIB fueron razonables:
– Para 2025, lo bajó a 1.7, desde 2.1% anterior.
– Para 2026, lo redujo a 1.8, desde 2% previo.
– Para 2027, también lo corrigió a 1.8, desde 1.9 por ciento.
Las correcciones al alza de la inflación del gasto al consumo (PCE, por sus siglas en inglés) fueron marginales:
– Para 2025, la subió a 2.7, desde 2.5 por ciento.
– Para 2026, la incrementó a 2.2, desde 2.1 por ciento.
– Para 2027, la mantuvo sin cambios en 2 por ciento.
El banco central estadunidense no ve ni recesión, ni estanflación.
Aunque en la conferencia de prensa, Jerome Powell, presidente de la Fed, aclaró que los escenarios tienen incorporados todos los aranceles anunciados, el comunicado mantiene la advertencia de que siguen los riesgos:
– “La incertidumbre sobre las perspectivas económicas ha aumentado”.
– “El Comité está atento a los riesgos para ambas partes de su doble mandato”.
El FOMC buscó la empatía con el Gobierno trumpista, ya que redujo notablemente la velocidad de retiro de liquidez que hace con el regreso de los treasuries que tiene en su hoja de balance.
El Quantitative Tightening (QT) que hace la Fed con los treasuries (los que tiene en su hoja de balance), se redujo a una quinta parte:
– “A partir de abril, el Comité ralentizará el ritmo de disminución de sus tenencias de valores reduciendo el límite de reembolso mensual de valores del Tesoro de 25 mil millones de dólares, a 5 mil millones de dólares”.
El QT es el regreso del papel que compró para inyectar liquidez.
Lo mismo compró treasuries que bonos con respaldo hipotecario pagándolos con emisión primaria de dinero, el llamado Quantitative Easinig (QE).
El QE y las tasas de los fondos federales en 0% fueron las herramientas monetarias clave que utilizó la Fed para paliar la recesión generada por el encierro por la pandemia.
Ahora la medida de dejar de regresar papel de Gobierno al mercado para retirar liquidez es abrirle espacio a las colocaciones que hace el Gobierno estadunidense para fondear el déficit fiscal.
Esta medida aporta un espacio marginal para la baja de las tasas de los treasuries a plazo.
El FOMC dimensionó los verdaderos efectos de los trumponomics, quitando del escenario las tesis catastrofistas, por eso los índices accionarios subieron y las tasas cayeron.
Todo indica que el 2 de abril será el desenlace final sobre los aranceles que Estados Unidos le pondrá al mundo y los que el mundo le pondrá a él.
Luego vendrán los trumponomics favorables, como el efecto afable del recorte del gasto público, las desregulaciones bancarias y de energía, además del alargamiento de los recortes de impuestos.
Más sobre esta sección Más en Coahuila