Ciudad de México.- La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) informó que, en 2024, se fabricaron 3 millones 989 mil 403 vehículos, un récord histórico que superó el volumen previo establecido en 2017.

Rogelio Garza, presidente de AMIA, aseguró que el panorama es bueno y la industria automotriz se consolida como fuerte y creciente, a pesar de que se avecina una revisión del Tratado México Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

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Estamos esperando una revisión del T-MEC, no una renegociación. En esta revisión hay que checar qué cosas ha visto EU y de qué forma vamos a abordar esta revisión. “Estamos listos como industria para lo que pueda venir y ya vivimos una etapa similar, con un gobierno encabezado por el presidente Trump. Entendemos por dónde podríamos ir y en ese sentido estamos trabajando en los canales adecuados en este momento”, dijo.

Garza considera que será “una revisión dura” donde todos los países van a ver cómo se ha avanzado.

Los que más se producen

La AMIA también destacó la producción de vehículos híbridos y eléctricos, con 169 mil 929 unidades en 2024.

En México se producen cinco modelos eléctricos e híbridos: Mach-E, Equinox EV, Blazer EV, Wagoner y Tacoma híbrida.

A su vez, las exportaciones también marcaron un récord histórico, con un total de 3 millones 479 mil 86 vehículos enviados al extranjero. La cifra supera el máximo alcanzado en 2018 y representa un incremento de 5.4% respecto a 2023.

El 80% de las exportaciones de vehículos se enviaron hacia EU; 8.5% a Canadá, y 3.6% hacia Alemania. Esto contribuyó a que 18% de las ventas totales de vehículos en el mercado estadounidense fueron de autos fabricados en México.

Por su parte, la Industria Nacional de Autopartes (INA) indicó que, hasta octubre, se fabricaron componentes por 103 mil 596 millones de dólares, un 3% más respecto al mismo periodo de 2023.

El pronóstico de INA es alcanzar una producción por 124 mil 484 millones de dólares en 2024, lo que equivaldría a un crecimiento de 3.5% respecto a 2023.

Las autopartes de mayor producción fueron partes eléctricas, transmisiones, embragues y sus partes, telas, alfombras y asientos, partes para motor, suspensión, y dirección y sus partes.

Gabriel Padilla, director general de la INA, destacó que el crecimiento en la fabricación de autopartes se debe al incremento del valor de contenido regional comprendido en el T-MEC de 62.5 a 75%, al nearshoring como catalizador del sector y a la ampliación de plantas ya instaladas debido al crecimiento de la demanda en Norteamérica.

Reto de VE: ser rentables como los de gasolina

Los fabricantes de automóviles en EU enfrentan un dilema en torno a los vehículos eléctricos de batería (VE), ya que éstos aún no logran alcanzar la rentabilidad de sus homólogos de motor de combustión interna, destacó un análisis de la firma Bain & Company.

Señaló que para competir y ampliar ventas más allá de los primeros adoptantes, los fabricantes en EU y Europa deben enfocarse en el mercado masivo y, al mismo tiempo, alcanzar rentabilidad.

La firma indicó que a pesar de que el precio de venta inicial de un VEs es un 35% mayor que el de un vehículo de combustión interna equivalente, los costos de componentes del tren motriz en un VE son casi 2.5 veces más altos.

Destacó que el precio de venta de un VE sugerido por el fabricante es de 42 mil dólares, de los cuales el concesionario retiene 6 mil, dejando un precio para el fabricante de 36 mil dólares. Los costos asociados al sistema de propulsión eléctrico, o tren motriz, alcanzan los 14 mil dólares, y otros costos (chasis, carrocería, I+D y SG&A) suman 26 mil. Esto deja a los VEs con un margen negativo de 4 mil dólares; es decir, una pérdida del 12%, evidenciando que no son rentables.

En los de combustión interna, el precio sugerido es de 30 mil dólares, de los cuales el concesionario retiene 4 mil, dejando al fabricante un precio de 26 mil dólares. Los costos del sistema de combustión son de 6 mil dólares, y otros costos suman 18 mil. Esto los deja con un margen positivo de 2 mil dólares, lo que representa una rentabilidad del 7%, destacando su ventaja en términos de rentabilidad frente a los VE.