Saltillo, Coah.- Hoy Saltillo cumple 447 años, tiempo en el que ha visto levantarse la cultura del norte del país, de la que es señera. También ha crecido, evolucionado y, con ello, han cambiado sus necesidades, pero también ha ganado oportunidades.

Durante 10 días, la ciudad fue celebrada con numerosas actividades culturales que formaron la Fiesta internacional de las Artes de Saltillo (FINA), la cual termina hoy. Durante todo el festejo la ciudadanía asistió a obras de teatro y a presentaciones de libros, a conciertos al aire libre y exposiciones de pintura.

Entre estos destacaron eventos como la ópera La Bohème o las funciones de ballet El Lago de los Cisnes con bailarines de la Compañía Nacional de Danza del Inbal, pasando por el musical de Shrek o los conciertos de Carlos Macías y Kany García, que cerrará hoy la FINA. La oferta de los accesos de estos eventos se vio superada por la demanda, dando paso a numerosas personas haciendo fila. Eso demuestra que, efectivamente, la ciudadanía está interesada en eventos de este tipo, pero también evidencia que la ciudad necesita crecer en otros aspectos, ¿y qué mejor que su cumpleaños para reflexionar sobre ellos?

Para Alejandro Reyes-Valdés, director de la Compañía de Ópera de Saltillo, la necesidad es de índole de infraestructura. “Creo que estas obras, como La Bohème o La Flauta Mágica, o cualquier otra ópera que hemos presentado, demuestra que el público de Saltillo desea esto, pero el Teatro de la Ciudad Fernando Soler que siempre nos ha acogido, planea problemas para presentar ópera, porque no es un teatro pensado para ello.

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Debemos pensar en un nuevo espacio que permita la presentación de obras más grandes, un espacio mayor, para darle cabida a los públicos que asisten”, comentó.

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Me parece que en Saltillo los artistas superan en número y en ambición los lugares en los que se puede presentar. Creo que ese es principal problema. La Compañía de Ópera, la Orquesta Filarmónica o cualquier compañía de teatro tiene que ser muy imaginativa para presentarse”, agregó el también pianista.

Público e identidad 

Entre los creadores que también participaron en esta ópera, está Mabel Garza Blackaller, directora de teatro que le dio al libreto de Giacomo Puccini una versión moderna y en Saltillo. Para ella “como Saltillo es una mezcla de tradición y modernidad” hay que pensar en la forma en cómo los públicos se relacionan con sus espacios. 

Propietaria del Centro Cultural La Besana, que resguarda la biblioteca Nancy Cárdenas, la galería María Alicia García Narro y un teatro, “debemos seguir apostando por crear públicos, gente que esté interesada. Eso es lo que intentamos en La Besana”.

Un público ansioso

Por otra parte, y como explica el guitarrista Héctor Zárate, la idea es precisamente esa: la creación de públicos que, poco a poco, pedirán mayor oferta del arte que se ofrece. En su caso particular, es músico de jazz en The Three Porks and the Wolf y miembro de la banda de rock Los Tigres de Borges, hay un público ansioso de explorar nuevos sonidos y géneros.

Para Zárate “sí hay público para el jazz y el electro y el country y el rock, lo que pasa es que no siempre tienen la oferta”. 

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En los conciertos al aire libre pasa que la gente que va caminando escucha, le gusta y se queda. Eso es lo que necesitamos, creo yo. Sí, espacios, pero también que el público esté ahí”, explicó.

Colega de Zárate en el ensamble Kraken Jazz Octet, el saxofonosita Noél Cortés está de acuerdo con la visión del guitarrista. Es por ello que desde que ambos pertenecieron a la Saltillo Big Band han mantenido una meta real con cada uno de sus proyectos musicales: difundir, en su caso, el jazz en Saltillo. Ciudad que de un tiempo para acá ha visto nacer diferentes ensambles, grupos y cuartetos de la música sincopada pero también a cantantes interesados en darle voz a los clásicos.

Según explicó Cortes a Zócalo “lo que hemos intentado es que estos ensambles que tenemos ayuden a que la gente se acerque. En el caso de nuestro concierto en la FINA, por ejemplo, pensamos que podría ser la primera vez que una persona escuche jazz en su vida, entonces debemos de pensar en cómo llevar esta música al gran público, cómo quitarle la idea de que es muy intelectual, y dejarlos con el pensamiento de que es algo que puedes escuchar en una caminata, en un paseo.

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Además, el jazz al ser una música de fusión también busca tener una identidad propia. Creo que las bandas que están trabajando ahorita en la ciudad están en la búsqueda de un sonido particular, el jazz que se hace en la región (norte del país) está buscando también. Tener una música que nos identifique de forma particular ayuda a eso”, detalló.

Hacia afuera

Pero si, como apuntó Reyes-Valdés, “los espacios pueden ser un problema o una oportunidad”, es cierto que hacia afuera, Saltillo demuestra un interés para ciertos eventos.

El tenor César Delgado, quien protagonizó La Bohème, y quien actualmente vive en Nueva York, detalló a Zócalo que “siento que la gente está atraída a la ópera porque la Compañía que ahora tienen no es sólo un grupo de gente que canta, sino que es una especie de taller que de forma constante está educando a sus miembros no sólo en las aulas, sino en la práctica.

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Entonces, al montar estas obras, el público se interesa y eso crea una dinámica de interés. El público se ve atraído, pero si se deja de hacer, seguramente se perderá. Entonces es necesario que se sigan manteniendo estos eventos, no sólo de ópera, sino como ahora (en la FINA) que haya variedad: teatro, música, poesía, de todo”, concluyó.