Señaló que las presas internacionales La Amistad y Falcón continúan con poca agua, lo que refleja que la abundante lluvia no alivió la problemática hídrica del norte del estado, donde habita más de la mitad de los tamaulipecos y gran parte de la industria.
“ No resuelve el rezago que tiene nuestro país con el vecino del norte por el Tratado de Aguas Internacionales, solo mitiga la presión en este momento; las presas internacionales siguen con poca agua y el escurrimiento del Bravo no es tan significativo, según se puede observar casi en tiempo real en la plataforma de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (Cila)”.
De acuerdo con su información, el agua llegó a Matamoros y el nivel del río Bravo entre esa ciudad y Brownsville es actualmente de siete metros con 150 m3/seg, es decir, menos de la mitad de su capacidad de diseño, explicó.
“ Mientras que de Camargo a la presa Falcón ya no trae más que el agua del uso doméstico, la avenida ya se terminó”, comentó el vocal del Consejo de Cuenca del río Bravo.
Sostuvo que al Tratado de Aguas Internacionales no le dejó la tormenta un impacto favorable; a algunas regiones del estado las perjudicó tanta agua y a otras les produjo ciertos beneficios.
“ Hay regiones donde con ocho a 20 pulgadas de lluvia, el agua causó daños, otras de menos de seis pulgadas donde sí benefició, y una gran parte de la zona de temporal con menos de 1.5 pulgadas, con poco beneficio”.
Jorge Luis López refirió que lo vivido en días pasados en Reynosa, no resultó un episodio similar al de la tormenta Alberto, que el año pasado vino a solucionar la crisis hídrica en Tampico, Madero y Altamira.
Este lunes, el gobernador Américo Villarreal Anaya dijo que, en virtud de la avenida que se presentó en el río Bravo, surge la necesidad de reunir en una mesa de trabajo a todas las autoridades involucradas y definir un protocolo sobre qué acciones realizar para poder darle viabilidad a los desfogues de agua en favor de los tamaulipecos.
Texas presiona cumplimiento de Tratado de Aguas
Cabe recordar que el Tratado de Aguas de 1944 es un acuerdo entre México y Estados Unidos para definir cómo se debe distribuir el agua de los ríos Bravo y Colorado.
Recientemente, legisladores de Texas solicitaron al Gobierno de Estados Unidos que presione a México para cumplir con los pagos estipulados, argumentando que esa omisión les produce problemas económicos.
Esas presiones deben servir para empezar a poner orden en la cuenca del río Bravo y frenar las extracciones ilegales, señaló en su momento Jorge Luis López, aunque advirtió que en este ciclo ya no será posible ponerse al corriente.
“ Ha sido un problema recurrente que no se ha resuelto de fondo y cada vez que se va a cerrar un ciclo, ahí andamos apurados porque falta agua. Tenemos que ser muy precisos, en este momento no hay un adeudo de agua, hay un rezago en las entregas, México tiene que entregar 2,158 millones de metros cúbicos cada cinco años y el actual ciclo vence el 24 de octubre de este año”.
Lo que se tiene que hacer, agregó, es ordenar la cuenca y evitar el rezago, vigilando que la entrega de agua se vaya cumpliendo cada quinquenio con regularidad.
“ Dejan que vaya creciendo el rezago antes de tomar medidas y al final del quinquenio andan con el problema de que Texas exige se le entregue su agua y eventualmente hay problemas para entregarla; ahorita aunque hubiera un ciclón no es posible de aquí al 24 de octubre entregar el rezago y se puede convertir en un adeudo de más de 1,500 mm3”. La tormenta del jueves dejó agua en exceso, pero no alcanzó para solucionar el conflicto.
El vocal del Consejo de Cuenca reiteró que por este quinquenio ya no hay nada que hacer, pero se requiere que el Gobierno de México desde este momento empiece a ver cómo hacerle para no generar más rezago en el ciclo 37.