QUERIDOS AMIGOS:
Con el gusto de siempre de estar con ustedes por medio de este espacio que compartimos.
Hoy les comparto un tema que de verdad los invito a que reflexionemos sobre ello, ya que al evitar hacer suposiciones, nos ahorraremos muchos problemas, créanme, muchísimos.
Se preguntarán, ¿por qué evitar hacer suposiciones? Verán, hacer suposiciones en nuestras relaciones significa buscarse problemas. Muy seguido, si no es que siempre, estamos suponiendo que nuestra pareja sabe lo que queremos, lo que pensamos, y que no es necesario decírselo. ¡Error! Como si tuviera una bolita mágica o fuera clarividente, o viceversa, es decir, ellos o nosotras. Y esta suposición es porque damos por hecho que él o ella nos conoce muy bien y no es necesario. Y otra cosa, aparte de pensar que son adivinos (as), pues nos sentimos heridos (as) o con mucho sentimiento, porque deberían saberlo todo. Pregunta, ¿quién dijo, por Dios, que deberíamos todos adivinar la mente de los demás? ¿Y saber todo lo que desean, anhelan, quieren, necesitan, qué les molesta, sus sueños, dolencias, etcétera.
Háganse y háganles un gran favor, ¡evitemos hacer suposiciones!
Modifiquemos la forma en la que estamos racionalizando, amigos queridos, es decir, cambiemos nuestra estructura mental, nuestra forma de pensamiento, salgamos del cuadrito al que estamos acostumbrados , porque finalmente, así fueron educados muchos, sin embargo, si vemos que la forma en que estamos pensando nos está llevando a conflictos con la pareja primeramente, y probablemente con los demás también, dejemos de suponer, inventar, hacer hipótesis, hacer conclusiones. Qué les parece si empezamos a preguntar primero, antes de inventarnos toda una historia de esas de películas o novelas, simplifiquémonos la existencia y también a quienes viven con nosotros, o conviven, esto es obviamente, extensivo a todas nuestras amistades y familias, es decir a todos. Quien pregunta, es menos probable que se equivoque, ¿no creen? Dejemos también de querer saberlo todo, bueno, para las mamás es difícil sin duda, jajaja, es tanto como pedirle al árbol de manzanas que dé peras, ¿verdad? Pero en este sentido es normal que por seguridad en estos tiempos, seamos más preguntonas de lo normal, creo que está justificado. Hablemos desde antes con ellos de una manera tranquila, ( sí, tranquila, y yo misma me lo repito: tranquila) para que quede muy claro la hora de llegada a la casa por las noches y cómo deben llegar, etcétera, y que sepan que deben estar disponibles en el celular para cualquier emergencia de ambas partes. Por favor chicos y chicas, si me están leyendo, tengan compasión de las madres sobre todo, y avisen si hubo alguna situación que los dilate en llegar a tiempo a casa, porque con un minuto que se pasen de la hora acordada en llegar, empieza uno “inevitablemente a suponer”, y ahí sí para qué les cuento si ya saben cómo estará la mamá. Mamás: antes de suponer, esperar a la explicación y ya decidirán cómo reaccionar y qué medidas tomar al respecto. Porque también uno pude incurrir en situaciones que luego lamentamos, y bueno, si fuera el caso, habrá que pedir perdón ambas partes, recuerden que la humidad de aceptar los errores es de almas nobles.
La forma de funcionar de la mente es fascinante. Hay una necesidad de justificar, explicar y comprender todo, para sentirnos seguros. Tenemos un sinfín de preguntas por minuto que obvio necesitan respuestas, pero que la mente racional es incapaz de explicar. Y finalmente, sea falsa o verdadera la respuesta, basta con tenerla para tranquilizar la mente. Curioso, ¿no? Y bueno, al parecer esta es la razón por la cual suponemos, para tranquilizar la mente. Pero ello puede, como ya dije, causar problemas.
Les dejo un abrazo fraterno, su amiga, Verónica, hasta la próxima, Diosito por delante.
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