Espectáculos
Por EFE
Publicado el martes, 28 de septiembre del 2021 a las 04:10
Madrid, España.- Con la premisa de que uno solo puede querer si se quiere a sí mismo, mañana llega a Netflix la película española Fuimos Canciones, un viaje hacia el amor propio en tiempos de influencers, redes y superficialidad liderado por María Valverde y Álex González, que dan vida a los personajes creados por la novelista Elísabet Benavent.
Tras el éxito de la adaptación a televisión de la saga Valeria, que cuenta ya con dos temporadas, arriba a la plataforma esta cinta basada en la bilogía bestseller Canciones y Recuerdos, que cuenta la historia de Maca, una joven que trata de encontrar su sitio al llegar a los 30 años.
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Es una comedia romántica donde lo importante no es encontrar a tu media naranja sino encontrarte a ti misma. Encontrar lo que es verdaderamente el amor y no lo que creías que era, llevado por todos estos mitos del amor romántico. Es una comedia divertida, luminosa, llena de energía, con una perspectiva bastante actual”, cuenta la directora Juana Macías, quien junto con un equipo de guion encabezado por Laura Sarmiento, tuvo el reto de condensar dos libros de más de 500 páginas y lograr que se reconozcan los personajes y que la historia no pierda su esencia. “Ese viaje de autodescubrimiento, esa valentía de tomar tus propias decisiones aunque no sean fáciles”, explica.
Macías, nominada al premio Goya al Mejor Director Novel por su película Planes para Mañana (2010), ha intentado que la película “tenga un universo propio”. Está contada bajo el punto de vista de Maca y se utilizan recursos como miradas a cámara o mezclas de presente y pasado, de “los recuerdos que se meten en su cabeza y su espacio”, agrega.
La autora de la novela participó como asesora de la adaptación y, según cuenta, está satisfecha con el resultado: “Ha quedado mucho mejor de lo que había soñado. Creo que lo han resuelto muy bien. Han escogido lo más importante y característico de cada personaje y respeta al 200% la esencia del libro”, apunta.
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Los escritores, cuando llevan nuestros libros a la pantalla, la esencia es importante porque si no se respeta te puedes llegar a sentir muy perdido, que has dejado a tu niña en otras manos y no la reconoces”, explica la escritora, quien también tiene firmada con Netflix la adaptación de Un Cuento Perfecto.
Además del amor y desamor que circunda la historia, la cinta habla de temas como la sororidad, “cómo hemos abandonado muchos sueños por el camino para sobrevivir, cómo se vive la inestabilidad emocional” y, sobre todo, la precariedad laboral y cómo “nos han hecho creer muchas veces que tenemos que tragar con cosas porque te están dando una oportunidad”, apunta Benavent.
Y, por supuesto, la cinta trata de otro de los pilares principales de los libros de Benavent, la amistad, que en este caso la representan las dos mejores amigas de Maca, Jimena (Elísabet Casanovas) y Adriana (Susana Abaitúa).
Un amor torcido
La historia del filme arranca con Maca (Valverde) a sus 30 intentando ser feliz en su universo madrileño, mientras malgasta su talento trabajando como asistente de una tirana influencer de moda (Miri Pérez-Cabrero), y pasa el rato con chicos con los que nunca llega a comprometerse emocionalmente.
Asimismo, Maca arrastra el peso de una relación del pasado gracias a Leo (González), que se fue al extranjero de la noche a la mañana, sin avisar, destrozándole el corazón. Su regreso a Madrid pondrá el mundo de Maca patas arriba y ambos darán comienzo a una segunda parte en su relación que transcurrirá por caminos inesperados.
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Ella es una mujer valiente que toma decisiones de mierda muchas veces, que las acepta y se quiere reponer constantemente. Pero al final el camino va solo y ella se va dando cuenta de que tal vez no tiene que cambiar ciertas cosas sino que el secreto está en ella”, cuenta Valverde.
Pese a que el viaje se centra en una mujer, añade, se están contando “historias universales” con las que “todo el mundo se puede sentir identificado”, la del “amor propio para poder saber querer y querer bien”, añade.
Para González, interpretar a Leo no ha sido fácil, según explica, ya que le ha costado entender su frialdad y no lograba comprender “la justificación” a sus actos.
“Cuando haces algo fatal, la forma de poder permitírtelo es hacer que no ha pasado nada, ignorarlo”, esa es la única explicación que pudo adoptar para entender a Leo, cuenta.
El personaje, agrega, hará a través de la cinta un viaje opuesto al de Maca. “Es un tipo que se quiere demasiado y su recorrido es lo opuesto, aprender a querer y a ser más generoso con la otra persona”.
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